Crisparse Hace Bien Semanario “Tiempo”

Nota de la editora:

enojo

Este artículo  aborda el ambiente de extrema descalificación con que interactúa la clase política en su afán por disputar cuotas de poder. Porque ese es el objetivo de este ambiente enrarecido instalado en medio de una democracia que debiera transcurrir  con el foco puesto en los problemas del ciudadano que, como lo hemos señalado en otros artículos, es un ciudadano  huérfano en su  disyuntiva.

Y también  nos preocupa el rol de la prensa  que presta  espacio y escenario para estas  mutuas  descalificaciones. Es cierto, las personas  las conocemos  por  lo que comunican, pero ya tenemos suficiente del perfil de la clase política y la prioridad de la agenda debiera ser los problemas pendientes del país.

Después de escuchar a la ex candidata a la Presidencia de la Nación y ex ministra, Evelyn Matthei, quien tiene todo el derecho, como lo tiene todo  chileno, a expresar su disgusto con la forma que el Gobierno está llevando a cabo su programa,  no compartimos los términos  que usó y estimamos que no fueron  los más apropiados: no es posible hacer más comentarios al respecto, simplemente censurarlos: las  formas de una exposición no deben traicionar ni menoscabar su fondo o contenido y esta vez la ex senadora  se equivocó.

Como tampoco haremos  mayor  análisis de la reacción del diputado Osvaldo Andrade.

Ambos son los díscolos extremos en el uso del lenguaje y la descalificación.

Y ambos, lamentablemente, ratifican  lo que expreso en la columna escrita la semana pasada, donde hago un contrapunto entre el “discurso” de los políticos y los problemas pendientes que no están en su foco como preocupación prioritaria.

Los  invito a leer este artículo “extraviado” en mi correo pero plenamente vigente.

Crisparse  hace bien

Dos ex mandatarios coincidieron en definir el ambiente político como un “clima crispado”.

¿Resultará negativo crisparse, irritarse, enfadarse?

Depende del foco de la irritación. Un poco de furia para cumplir deberes y compromisos no hace  mal a nadie, pero el enojo de la casta política no tiene otro fin que la  utilidad propia.

Camilo Escalona ya había ocupado la crispación para identificar la enrarecida atmósfera de la elite ideologizada; a la Presidenta no le  quedó más que llamar al orden  y la ciudadanía los castiga con la abstención electoral y el rechazo en los sondeos  públicos. Se han sumado estos 2  ex gobernantes desde sus respectivas tribunas.

¿Qué  más requieren para volver a su centro, abandonar sus rencillas, sus  discordias y recordar que su tarea es  legislar en beneficio del país?

Un deber que  está por sobre las diferencias doctrinarias y supera también las cuotas y ventajas de poder  que la clase política puede asumir ya sea desde la mayoría o de la minoría, que también puede generar odiosidades.

Los medios de comunicación también pueden y deben hacer su contribución, sustraerse del poco constructivo rol que están asumiendo como caja de resonancia en este debate inconducente.

¿Qué sucedería si el llamado Cuarto Poder, sistemáticamente se abstuviera de  publicar el permanente pimponeo de descalificaciones entre coaliciones políticas, parlamentarios y también algunos ministros?

¿Por qué la prensa no se resta de prestar escenario a este  lamentable espectáculo; se concentra en demandar resultados, soluciones, propuestas y colabora con  re-enfocar a estos ciudadanos electos en su necesaria  labor?

Un ejemplo de cuan lejanos están de su cometido lo constituyó el viernes “negro” que vivieron los santiaguinos con suspensión del Metro en su sexto episodio. El foco y preocupación de estos servidores se centró prioritariamente en rentabilizar este desafortunado capítulo a su capital político.

La prensa  replicó  esta mutua caza de brujas que  hicieron de tal caos. En esta agenda,  los medios también  se  equivocan: la ciudadanía está harta de rencillas y quiere soluciones.

En las  regiones tampoco hay eco parlamentario  para resolver problemas crónicos.

¿Algunos de los desafíos  pendientes allende  la Región Metropolitana y que no se escuchan en el discurso de los congresales?: el inquietante escenario  existente en la Araucanía, la sequía extrema que  padece  la IV Región, las elevadas tasas de desempleo en la  zona norte del país. Los dos primeros son endémicos; el tercero responde a una escalada preocupante en la desocupación.

Sumemos  el transporte, conexiones, salud, concentración territorial, infraestructura varia, que son denominadores comunes a todas las regiones y  se suscriben como temas por los cuales deberían crisparse los políticos, estar muy iracundos.

Crisparnos por nuestras propias  tareas y deberes  hace bien.

 

 

 

 

 

 

Susana Pozo Pizarro, es Periodista (UCh), Magíster en Información Económica. A nivel profesional ejerció en formatos de Televisión, Radio, Periódico y Revista. También se desempeñó en Comunicación Corporativa y culminó su carrera como Editora y Columnista del sector de Economía en Diario “El Mercurio” de Valparaíso. A nivel académico ocupó cargos en la Universidad de La Serena como académica, Directora de la Escuela de Periodismo y vicedecana de la Facultad de Ciencias Sociales y Administrativas. En 2008 recibe el Premio “Elena Caffarena” que otorga el Gobierno para reconocer a mujeres destacadas en su ámbito profesional. Hoy es columnista del Semanario “Tiempo” de La Serena y maneja este sitio para analizar la actualidad así como otros temas de interés. Nos estamos acercando a 1.800 seguidores en twitter y un número significativo que nos siguen a través del contacto directo y de correos. Nuestro interés es otorgar análisis independiente y acogemos comentarios que pueden observar enfoques distintos y opuestos al nuestro.

Susana Pozo – who has written posts on Agenda Alternativa.


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