Lagos…..

Lagos en su marca

 

 

 

 

 

 

 

Para preocupación del ramillete de pre-abanderados, Lagos se situó en el pensamiento de la Opinión Pública

ricardo lagosLe resultó fácil al ex Presidente Ricardo Lagos ubicarse entre los políticos mejor evaluados, tras algunas intervenciones en que ha enviado mensajes de dulce y agraz sobre la gestión del Gobierno que en definitiva le representa.

La  encuesta de opinión del Centro de Estudios Públicos (CEP) le sitúa en el tercer lugar, tras Enríquez-Ominami, quien lidera el ranking, e Isabel Allende.

Está apenas a 1 punto del fluctuante MEO y con similar apreciación positiva que la hija del Presidente Allende.

Eso, a pesar, de que quienes están engolosinados por ser futuros candidatos a La Moneda, hicieron cuestionable chaqueteo, al calificarlo como demasiado “viejo” para  tal competencia.

Veamos nuestra apreciación de sus fortalezas y debilidades para volver a colocarse la banda presidencial.

Recordemos primero que para una segunda  oportunidad no estuvo disponible porque él mismo careció de  voluntad y competir en primarias: quiso imponer una suerte de privilegio y de superioridad para pasar sin entrar a la pista de carrera y para ganarse su inscripción en la boleta electoral.

Y esa es precisamente una de sus debilidades: se le nota  demasiado su arrogancia, que se expresa cuando discursea: lo hace desde un pódium muy elevado, tratando de pontificar sobre el desorden de los malcriados.

Eso ha sido así  desde cuando levantó el dedo en televisión y le levantó la voz a Pinochet, en momentos que nadie se atrevía a hacerlo. E hizo lo mismo con Estados Unidos cuando el Tío Sam buscó adherentes  en su intervención en Irak.

En este último mes ha estado haciendo lo mismo, en este río revuelto de pescadores que presenta el clima político.

Un segundo tip que le jugará en contra para una carrera presidencial, es que sus tropiezos no han caído en el olvido: los estudiantes no le perdonan el Cae con tasa leoninas vinculadas  a la industria bancaria y los ciudadanos tienen muy presentes las desmesuradas ventajas de  las concesiones con que abrió paso a la empresa privada.

Tampoco llegó al Gobierno inmunizado del nocivo nepotismo: su yerno quedó instalado en la Corfo y protagonizó el traspié en el Escándalo Inverlink, que representó pérdida  para el fisco que ha costado recuperar y su  hijo fue situado en la Direcom de Relaciones Exteriores.

Sumemos las aulas tecnológicas pagadas a escandaloso precio y el Transantiago fue una maldita herencia que dejó a Bachelet. Esta propuesta le costó el cargo a su Ministro de Transporte, Germán Correa, quien hizo varias advertencias para reformular este sistema al que todos seguimos  aportando ingentes sumas fiscales para hacerlo funcionar.

Por último, entre sus desventajas hay que anotar hoy una gran incógnita ¿Qué coalición le respalda? No la tiene, por situarse  en un pódium muy elevado, como ya señalamos, alejado incluso de su coalición.

A menos que el bloque de izquierda use similar estrategia que con Bachelet, a quien se aferraron como resultado de la elevada adhesión que le otorgaban las encuestas.

¿Por qué entonces, a pesar de  todas estas  debilidades logró con tanto facilismo re-encantar al ciudadano?

Bueno, al margen del alzheimer o gran benevolencia del elector, el de la política ya no es un vacío, sino un forado en la necesidad de que surja una  figura con liderazgo, el que le  sobra a Lagos y que  casi linda con la arrogancia que definíamos como una desventaja.

Un segundo atributo es que el ex mandatario es el Sr. de los largos plazos: tiene la cualidad de que los proyectos los diseña para el 2030, ya en su Gobierno él hablaba del 2030 y eso se  añora, cuando vemos que hoy La Moneda empieza a parchar las propuestas, cuando aún ni siquiera entran en vigencia. Sucedió con la Reforma Tributaria y ni hablemos de la gratuidad universitaria, con  una quinta enmienda cuando aún no se propone.

La improvisación no está en el ADN de Lagos, aún cuando se cae como sucedió con el CAE,  y con el Transantiago.

Y un tercer atributo es que su personalidad calza con la del ciudadano-hijo: nos gusta que nos mandoneen y nos arreglen la vida del país para  seguir sumidos en nuestros  individuales autismo.

Si en Bachelet, muchos electores creyeron encontrar a su mamá, Lagos no sólo pinta como el papá, sino el patrón de fundo.

Tal vez esta última cualidad no funcione mucho hoy, con un ciudadano que  sufre la ilusión de empoderarse a través de las redes sociales. Sobre esto último, tengo mis reservas, pero también anoto mi apresión con el exceso de la altisonante voz laguista.

Hicimos la apuesta que Lagos se mantendría en cartelera, cuando visitó La Moneda e hizo declaraciones algo descalificatorias para la gestión de su ex ministra, y que estimamos eran políticamente incorrectas.

Hace un par de semanas, defendió a Bachelet y dijo que debíamos respetarla, protegerla y adorarla.

¿Quién entiende a Lagos?

No importa esto último. como sea, rapidito saltó al tercer lugar como mejor evaluado. Y ya está en su marca, listo para la carrera. Al menos para la primera, cuando permanecen algunos delfines y otros pasan a la galería del olvido. Veremos qué pasa con él.

Le invito, tras este análisis,  a leer la columna que  publicamos en el Semanario “Tiempo” el 21 de agosto pasado, cuando el ex mandatario irrumpió en La Moneda y se tomó un cafecito con el ministro Jorge Burgos.

 

 

 

 

 

Lagos en La Moneda

 

 

 

(Publicado en “Tiempo” el 21.08.2015)

 

 

 

 

 

lagos y burgosAun se mantiene el eco de Ricardo Lagos en su paso por La Moneda y persistirá en los próximos meses: apostamos a eso porque la carrera por llegar a la Casa de Gobierno ya partió, aun antes que se inicie realmente  el “segundo tiempo” anunciado  por Bachelet, congelado por rencillas internas.

El ex mandatario- aunque disguste a políticos de izquierda, de centro y de derecha- irrumpió fuerte, hasta con cuestionables  declaraciones, a lo menos políticamente incorrectas.

Pero ¿por qué algunos se escandalizan de esto último, si lo políticamente incorrecto hace rato que está instalado, entre los electoralmente elegidos y se manifiesta  en su lenguaje, su modo de relacionarse, sus actuaciones y hasta en sus omisiones?

Lo incorrecto de Lagos fue que en ausencia de la anfitriona hizo veladas críticas a su gestión y a  su manejo del Caso Caval y que además tomó partido sobre cómo conducir ya no el segundo sino el último tiempo, si nos guiamos por las declaraciones del ex ministro Pérez Yoma, quien fue más allá y le puso la lápida a la Nueva Mayoría

Las declaraciones posteriores del ex Presidente tras su visita a La Moneda para respaldar a Burgos y subirse al carro de la gradualidad,  fueron aun más explícitas, al manifestarse que está dispuesto a cualquier sacrificio por su amor a Chile…

A nadie le cupo duda  que esas  declaraciones son propias de un candidato en plena campaña. Tampoco debieran escandalizar,  si la tendencia aquí y en el país del ají es que quienes han ocupado la primera magistratura aspiran a repetirse el plato, ¿por qué Lagos no? Hubo intentos de Frei Ruiz Tagle, la propia Bachelet está en su segundo tiempo y Piñera ya entró al ruedo de la pre campaña.

Pero sí resulta preocupante que esta carrera presidencial comience cuando todos los ciudadanos nos preguntamos ¿qué ha sucedido en esta última Administración que nos deje plenamente satisfechos?

Y por tanto, ¿con qué piso va a entrar en competencia un abanderado extraído de las filas de la Nueva Mayoría, si es que ese conglomerado subsiste a pesar de los aciagos presagios de Pérez Yoma?

Por eso la preocupación para que Lagos venga a ocupar el enorme vacío de liderazgo de izquierda que hoy se observa.

El ex gobernante ha mantenido una gran lejanía con el oficialismo y cada vez que ha hablado ha sido para criticar la gestión del Ejecutivo y el actuar del bloque.

La Oposición- con su nulo peso político- tampoco hace sombra al laguismo.

Por eso, un Lagos con apetito por retornar al Gobierno inquieta. A pesar de sus sombras: concesiones que nos afixian, el Transantiago, sus aulas tecnológicas, su jarrón.

Está en su mira retornar a La Moneda, pero hoy es tal el clima de incertidumbre que cualquier apuesta puede caerse a la vuelta de la esquina.

El tiempo dirá si nos sumimos en un Lago(s), perdonamos sus “sombras”, para despejar a Chile de las incertezas que hoy le abruman.

 

 

 

 

 

 

 

Susana Pozo Pizarro, es Periodista (UCh), Magíster en Información Económica. A nivel profesional ejerció en formatos de Televisión, Radio, Periódico y Revista. También se desempeñó en Comunicación Corporativa y culminó su carrera como Editora y Columnista del sector de Economía en Diario “El Mercurio” de Valparaíso. A nivel académico ocupó cargos en la Universidad de La Serena como académica, Directora de la Escuela de Periodismo y vicedecana de la Facultad de Ciencias Sociales y Administrativas. En 2008 recibe el Premio “Elena Caffarena” que otorga el Gobierno para reconocer a mujeres destacadas en su ámbito profesional. Hoy es columnista del Semanario “Tiempo” de La Serena y maneja este sitio para analizar la actualidad así como otros temas de interés. Nos estamos acercando a 1.800 seguidores en twitter y un número significativo que nos siguen a través del contacto directo y de correos. Nuestro interés es otorgar análisis independiente y acogemos comentarios que pueden observar enfoques distintos y opuestos al nuestro.

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