Finlandia no sólo da lecciones sobre buen manejo de la pandemia, también nos deleita con su cinematografía

El Buen Cine, en espacios gratuitos y con propuestas interesantes y distintas

Con el mismo bajo perfil con que Finlandia se instaló como uno de los países más exitosos en controlar el Covid-19, la película  finlandesa “El otro lado de la  Esperanza” se hizo presente en Festival de Cine Europeo en Casa que han organizado el Centro Cultural Las Condes y  la Empresa Arcadia que administra los Cines Arte El Biógrafo y Normandie.

El  filme es casi un bálsamo en medio de tanto acontecimiento inquietante que acompaña a la pandemia en un mundo convulsionado y de cambios radicales.

Eso a pesar que esta realización aborda un tema candente de los tiempos actuales; la inmigración en sus múltiples facetas, intentando retratar a  aquellos que huyen de la guerra, de  gobiernos y tiranías despiadadas, del hambre, la violencia y de la desesperanza de una vida miserable.

Por eso, nos sorprende  el mismo título del filme “El Otro Lado de la Esperanza” y la concomitancia del relato en modo pausado, carente de estridencia y melodramas, ausente de lagrimones. En esa plácida narración  va relatando la historia de Khaled, un sirio que perdió toda su familia, a excepción de su hermana, pero de quien desconoce su paradero, tras   extraviarse en el fragor de la huida del escenario infernal que tantas veces se retrató en reportes internacionales de la ciudad de Alepo, blanco del ataque civil.

Es un hombre sin trabajo, sin vivienda, sin alimentación, sin idioma que le permita comunicarse  y con una  historia que a nadie le interesa ni le emociona mucho. El está intentando insertarse por el mero instinto de sobrevivir en Helsinki, una capital amable, pero con habitantes imbuidos en su propia cotidianeidad.

Allí verá el rostro amable de quienes una y otra vez le tenderán la mano, de una Policía ajustada a protocolos y leyes pero también de malvados que sin  otro objetivo que eliminar al foráneo, se lo harán saber a través de golpes y puñaladas.

No cabe duda que muchos inmigrantes y su variación más dramática, los refugiados  huyendo de situaciones horribles, se  sentirán identificados con la historia de Khaleb.

Tal dramatismo no impide que esta realización del director finlandés Aki Kausrismaki se ajuste al sello del Cine Europeo tan distante de los fuegos artificiales a que nos tiene acostumbrados la cinematografía estadounidense y sus masivos espacios en los cines de cadena del país.

“El Otro lado de la Esperanza” fue el segundo filme exhibido en este Festival de Cine Europeo que usted puede disfrutar desde la comodidad de su casa, donde sea ésta se encuentre, para el beneplácito de los  cinéfilos de regiones. Puede ingresar gratuito a las películas que permanecen por 24 horas a contar de las 14:00 hora de los días domingos. Un muy buen panorama para quienes todavía entendemos que la pandemia aun no está en retirada y que cada uno debe estar convocado para contribuir a derrotarla o al menos atenuarla, al parecer.

La primera película de la muestra fue “El Repostero de Berlín” que abordamos desde estas páginas desde la perspectiva de la Homosexualidad en el Cine. Puede entrar a su contenido en http://agendalternativa.cl/el-cine-y-su-nueva-mirada-sobre-la-homosexualidad/  y verla si se une a una buena plataforma cinematográfica que por un bajo arancel mensual le permite  disfrutar del buen cine que nos ha negado la pandemia, pero también nuestra excesiva inclinación hacia las propuestas del Tío Sam.

El domingo 14 este Festival se traslada a Italia, con una propuesta dramática a pesar de su título- “Dulces Sueños”- sobre la pérdida de un niño.

El día 22 estará en pantalla virtual “Guerra Fría”, película llegada desde Polonia. Puede contextualizarse en el comentario que hicimos cuando la vimos y que le otorga algunas otras claves sobre filmes interesantes hasta de ser re-revisados. 

Mi artículo en http://agendalternativa.cl/recomendamos-4-joyitas-cinematograficas/

Cierra el ciclo el próximo 29 el filme “La más Bella” que viene desde  la atribulada Francia con otro tema también candente, el de la mujer, las múltiples cargas que le ha impuesto la sociedad y las que ella ha sumado voluntariamente.

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