La Verdad….

La Verdad, la Mentira, lo Escondido, lo Camuflado

 

Una reflexión sobre las Páginas Institucionales

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

webLa siguiente columna tiene su origen como han nacido tantas otras:  buscando fuentes he llegado a otro tema que ha adquirido vida propia, como en la Teoría Celular de Virchow que dio con el desarrollo de la vida al sustentarse  en la hipótesis más simple en la compleja estructura de la naturaleza.

Me acojo a la Teoría de Virchow y suelto a este artículo, muy diferenciado de la idea que lo gestó.

Nació a  propósito de un próximo artículo que escribiré sobre la escandalosa colusión del papel, tema sobre el cual ya redacté una primera columna que publicará mañana el Semanario “Tiempo”.

Recorrer las páginas institucionales puede llevar a una sorpresa: son una enorme pizarra electrónica con páginas en blanco indefensas y destinadas a ser completadas desde la tiranía del pensamiento y el propósito de sus dueños. Tienen en común que todas actúan como fuentes de información porque son la carta de presentación de las instituciones.

Las organizaciones son como la misma  naturaleza humana: presentan su mejor rostro para conquistar a la audiencia a  que se desea llegar. Las pequeñeces y las debilidades quedan en la intimidad organizacional.

Con las páginas institucionales, como carta de presentación de las empresas, ocurre lo mismo: sus propietarios las engalanarán con su mejor careta: la calidad del diseñador se encargará de un buen o mal maquillaje; el programador les imprimirá mayor o menor velocidad, elaborará carreteras tortuosas o expeditas y el redactor lo hará con creíbles, entretenidos, comprensibles, claros y precisos contenidos o sólo regulares dependiendo de su manejo.

Leer y creer lo que allí se dice- que es lo mismo que ocurre cuando se recorren las redes sociales-hay que hacerlo con un apropiado filtro mental. Porque muchas veces hay que separar lo cierto del embuste, la falacia, la falsedad, el engaño y la falsificación: todas  formas de mentiras con distintos matices.

Todo lo anterior diferencia la calidad de información que presentan. Algunas se quedaron en su debut y de ahí en adelante no hubo un alma caritativa que las actualizara.

Otras están diseñadas con recovecos que conducen a  callejones sin salida o la información que prometen en su portada está escondida por ahí en un agujero negro que quien las elaboró nada más conoce.

Muchas contienen información inconsistente, irrelevante y desactualizada.

Las más inteligentes conducen de la mano para la operación que se desea hacer o al contenido que se desea obtener.

Sea Página Web, Memoria, Reporte de Sustentabilidad, Manual de Información de Interés o el nombre con que se desee bautizarle no todo lo que brilla al interior es cierto.

Y eso constituye una pista para saber qué ralea de institución es.

De poco sirve vestir a las empresas de mucha parafernalia inconsistente y mentirosa, si las instituciones son lo que hacen y cómo actúan y eso es lo que al final comunican.

Casi siempre que accedo a una página nunca perderé tiempo en leer su Misión, Visión y Valores explicitados: les asigno cero valor.

Sólo bla,bla,bla de buena crianza y que da cuenta que el papel- y ahora las páginas digitales- permiten todo lo que  las partes interesadas pueden vaciar aunque no guarde ninguna coherencia con la realidad.

Tal vez es como quisieran ser o como quisieran que las vean o como quisieran convencer que de esa forma actúan.

Escribí “casi” siempre porque recuerdo que a propósito de un artículo que redacté sobre el extenso espacio que la televisión abierta dedica a una programación banal- era la temporada de los realities- y la mezquindad con que asignaban, y aun hoy, a contenidos culturales de mayor profundidad, ingresé a la Misión, Visión y Valores Explicitados  de TVN y era una declaración de  un amor  y compromiso indestructible y permanente por la cultura, algo que  por cierto no se ve reflejado en pantalla.

Aun concediendo que la cultura es una expresión muy amplia como convivencia de la sociedad, pero las programaciones de la tv abierta están escoradas hacia lo groseramente masivo y en el límite con la permisividad que debiera tener asomarnos, a nivel de  amplia  difusión, a las intimidades personales.

Por eso, la Misión, Visión y Valores  Explicitados miro este acápite con la distancia de tener la intuición que no cuentan la película completa y muchos son muy mentirosos. La de TNV era muy embusteros.

La Misión, Visión y Valores  Explicitados responden a  un invento del marketing que  se gestó en las tierras del Tío Sam, pero pensemos que el marketing casi nació con los gringos: lo llevan en las venas y estas declaraciones de “mire lo lindos y lo buenos que somos” que al final del día son la Misión, Visión y Valores Explicitados, tuvieron su despegue en los años 40.

Estaban pensados para ese tipo de consumidores, a luz de distancia de las audiencias de hoy, cuando no sólo han cambiado  las sociedades y los públicos diferenciados que proclama el marketing. También el mundo de la información y el conocimiento se transformó: va  por una multiplicidad de carreteras en las cuales no pagamos peaje para acceder.

Eso, sitúa a las instituciones en una amplia vitrina y no saben de dónde llegará el zarpazo que las dejará desnuditas frente a sus públicos y a todos quienes sientan interés por fisgonear.

Desde esta realidad, las empresas debieran aggiornarse  y particularmente  empezar por sincerarse con los públicos que hoy además exigen comportamientos  acordes con la ética y el buen trato al consumidor.

Esa tarea puede iniciarla por lavar la cara a sus Páginas, condenadas a ser lo que sus dueños estén dispuestos a concederles.

Es la dictadura de las empresas, del marketing y de un mundo que en lo virtual es en las más de las veces muy embustero, flagelo del cual sólo podemos protegernos con el capital de conocimiento que nos hemos preocupado de atesorar.

Susana Pozo Pizarro, es Periodista (UCh), Magíster en Información Económica. A nivel profesional ejerció en formatos de Televisión, Radio, Periódico y Revista. También se desempeñó en Comunicación Corporativa y culminó su carrera como Editora y Columnista del sector de Economía en Diario “El Mercurio” de Valparaíso. A nivel académico ocupó cargos en la Universidad de La Serena como académica, Directora de la Escuela de Periodismo y vicedecana de la Facultad de Ciencias Sociales y Administrativas. En 2008 recibe el Premio “Elena Caffarena” que otorga el Gobierno para reconocer a mujeres destacadas en su ámbito profesional. Hoy es columnista del Semanario “Tiempo” de La Serena y maneja este sitio para analizar la actualidad así como otros temas de interés. Nos estamos acercando a 1.800 seguidores en twitter y un número significativo que nos siguen a través del contacto directo y de correos. Nuestro interés es otorgar análisis independiente y acogemos comentarios que pueden observar enfoques distintos y opuestos al nuestro.

Susana Pozo – who has written posts on Agenda Alternativa.


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