La Gran Triunfadora en las Elecciones

La Abstención: el Espumante de los Comicios

 

No son resultados para celebrar con Champagne, sino  para preocuparse por la ausencia del elector que cundió como espuma

 

ausentismoQue nadie saque cuentas alegres de  las elecciones municipales, cuyos resultados  se inscribieron  también como inéditos, al caer todas las comunas emblemáticas en lo que ha sido el más duro revés para la coalición oficialista.

No es tampoco para celebrar con espumante lo cosechado  por Chile Vamos porque  entre ambos bloques debieron distribuirse el magro 35% del universo electoral que concurrió a las urnas y aun compartirlo con algunos movimientos emergentes como el  que lidera el diputado Gabriel Boric  que logró adjudicarse  en muy sorpresivo resultado la comuna de Valparaíso.

En este Día Después,  quienes ganaron viven aún la embriaguez del triunfo, así como  los abatidos enfrentan el  amargo sabor de la derrota, pero como país no podemos  sino reflexionar sobre el aplastante triunfo de la  abstención que se elevó al 65% del universo electoral.

Tal guarismo subió en casi 10 puntos con respecto a 2012 y aquellos que se abstuvieron de ejercer su voto, se equivocan si lo que pretenden es propinar un gran castigo a la partidocracia prevalente desde que se recuperó la Democracia.

Difícil es estimar  quienes deben haber votado, las composiciones heterogéneas  de mesas hoy no lo permiten, pero sólo a grueso modo- por el perfil  de resultados- deben haber llegado a los locales de votación quienes valoran el deber y compromiso electoral, y los  incondicionales a los partidos y a  los candidatos.

Una torpeza a la  luz de esta alza en la ausencia en las urnas sería creerse el cuento de las engañadoras y elevadas  cifras que dieron el triunfo a los alcaldes electos en casi todas las comunas porque en  la gran mayoría- emblemáticas y no emblemáticas, grandes o pequeñas- el porcentaje de abstención supera el índice de votos obtenidos por los electos.

Un ejemplo extremo es el alcalde de Santa María, Claudio Zurita (PPD) quien compitió sin rival, y consignó el 100% de la votación, versus el 51, 87 % de abstención.

En comunas  con competencias como es el caso de Puente Alto, donde  el actual alcalde, Germán Codina, (RN)  fue re-electo con una de las más altas  mayorías (80,65%), la tasa de ausentismo  casi igualó su resultado al llegar a un 76,93%.

En Valparaíso, donde  la sorpresa la dio el Independiente, Jorge Sharp, al capturar el 53,75% de las preferencias,  se registró una abstención del 68,98%.

Una  gran mayoría de alcaldes presenta esta relación de menor tasa de votación que la misma abstención.

Es el caso en Viña del Mar de Virginia Reginatto, quien  logró el 59,89% de los sufragios en  una ausencia del 73,50%.

En rigor, la gran triunfadora de estos comicios fue la abstinencia electoral y el peor error es asumir  grandes triunfalismos con cifras engañosas como las señaladas.

Similar situación se produjo en la segunda vuelta presidencial, que registró una magra  participación del 27% de electores, distribuidos en un 14% para Bachelet y el 13% para Matthei.

Esta última, para llegar al sillón edilicio  concentró ayer el 53,22% de la votación, versus un electorado del 62,77% que no fue a sufragar. Remontó algo de 6 puntos en un universo de sufragantes que  no superó el 40%.

El 14% de votantes que  en la presidencial quiso asegurar a Bachelet era en rigor una cifra magra que debió ser una advertencia de una sintonía pequeña y fue un error por tanto amenazar con retroexcavadoras, así como aprobar leyes bajo presión.

Lo mismo debe  ocurrir con esta  elección del domingo que culminó con champañazos, papel picado y abrazos varios en la Oposición.

Al invertirse las preferencias en las coaliciones no es posible llegar a un perfil de electores. En  una estimación muy amplia  estimamos que se concentra en las generaciones que vivimos con el rigor de las dramáticas secuelas de una  dictadura y sabemos lo que es estar  bajo el dominio y pleno control de quienes no elegimos, además del voto duro de partidos, candidatos y coaliciones.

No son las mentirosas cifras triunfalistas las que deben marcar el rumbo, sino la ascendente abstención que termina llevando a los cargos a un sector que se  repite en un continuo, aún a pesar de los errores, las irregularidades y la ineficacia.

 

 

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Susana Pozo Pizarro, es Periodista (UCh), Magíster en Información Económica. A nivel profesional ejerció en formatos de Televisión, Radio, Periódico y Revista. También se desempeñó en Comunicación Corporativa y culminó su carrera como Editora y Columnista del sector de Economía en Diario “El Mercurio” de Valparaíso. A nivel académico ocupó cargos en la Universidad de La Serena como académica, Directora de la Escuela de Periodismo y vicedecana de la Facultad de Ciencias Sociales y Administrativas. En 2008 recibe el Premio “Elena Caffarena” que otorga el Gobierno para reconocer a mujeres destacadas en su ámbito profesional. Hoy es columnista del Semanario “Tiempo” de La Serena y maneja este sitio para analizar la actualidad así como otros temas de interés. Nos estamos acercando a 1.800 seguidores en twitter y un número significativo que nos siguen a través del contacto directo y de correos. Nuestro interés es otorgar análisis independiente y acogemos comentarios que pueden observar enfoques distintos y opuestos al nuestro.

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