La semana  reciente se cumplieron 57 años de la muerte de  Gabriela Mistral, nuestra  primera Nóbel, ocurrida en un Hospital de Nueva York.En 1957 se registró el deceso físico de la escritora, pero aún vive  a través de su extensa obra, una de cuyas compilaciones-“Pensando a Chile”- ya comentamos.

De ese  texto- elaborado para el Bicentenario por Jaime Quezada extraigo un pertinente acápite en prosa titulado “Paz con el Perú”, un tema absolutamente contingente. Resulta  valioso revisar qué pensaba la poeta sobre el conflicto que tuvimos con el vecino país por territorio terrestre.

Cito:

PAZ CON EL PERÚ

“Vamos ahora a mirar, de pasada, suelo, mar y atmósfera chilenos, en una modesta descripción geográfica que me  consentirá varias veces la disgregación emotiva, porque desde  que Vidal de la Blache inventó una Geografía Humana, los maestros podemos contar la tierra en cuanto a  hogar de hombres, en segmentación viva de estampas un poco calurosas.

El arreglo pacífico con el Perú nos hizo devolver, en un bello ademán de justicia, el feraz  departamento de  Tacna. Siempre fue peruano; treinta años vivió  bajo nuestras instituciones y se mantuvo cortésmente extranjero. Lo devolvimos en cambio de la amistad del Perú y no estamos arrepentidos. Perú y Chile vuelven a vivir tiempos de colaboración y cooperación comercial y social, y el despejo moral que  ha venido y el intercambio económico que comienza en grande nos pagan bien la pérdida. Arica quedó para nosotros, racionalmente; nosotros la hicimos. Edificación, obras portuarias y regadío y el Ferrocarril a La Paz, que es su honra y su riqueza, todo eso ha nacido y se ha desarrollado  con sangre y dineros chilenos.

Alegó Chile reiteradamente su necesidad de tener, por encima del desierto, una zona de aprovisionamiento, un lugar de verdura y agua que surtiese a la región desértica en trance normal o de guerra, y por  esta  y las razones anteriores, Arica  se incorporó definitivamente al país.”

(Del compilador Jaime Quezada, el título “Gabriela Mistral: Pensando a Chile, una Tentativa contra lo Imposible”)

El país  vive  hoy una nueva etapa en sus relaciones con Perú y la proximidad del fallo al que nos sometimos voluntariamente ha generado nerviosismo.

Creo que la Mistral observaría esta nueva  circunstancia con el mismo pensamiento reflexivo del otrora acuerdo chileno-peruano.

 El texto denota la distancia para contemplar y razonar con proyección- como se observa en toda su prosa- en las relaciones con nuestros vecinos. Es un relato ponderado y con visión americanista. Así era la Mistral: una visionaria  que traspasó su propio tiempo.

Reitero la recomendación de esta compilación: reúne  todo el pensamiento de la Mistral sobre Chile, una patria que tuvo siempre presente. A través de su epistolario, sus poemas y su prosa. La escritora recorrió a Chile en sus escritos con su  especial sensibilidad.

El texto es un viaje al mundo de la poeta y su enorme vínculo con la patria que hoy la observa con lejanía. Curiosamente, ella tuvo a su país, pese a esa  suerte de exilio cultural que vivió,  permanentemente en su mente.

Invito a leer Chile desde la visión de la Mistral