Ardides, Subterfugios y Artimañas: todo vale para ceñirse la Banda

Nos quedamos corta en la última columna que nos publicó el Semanario “Tiempo” en cuanto a olfatear el olorcillo a triquiñuelas que emanaban desde las inscripciones para las presidenciales y parlamentarias próximas.

Por cierto que molestan los permanentes esfuerzos de políticos seniors y juveniles, de los ya titulados y de los que pretenden iniciarse, para situarse al borde o traspasar la legitimidad, porque de una u otra categoría intentaron correr la “barricada” que separa lo correcto de lo irregular, o al menos lo anormal, para lograr un cupo en la tómbola electoral de noviembre próximo.

En ese primer artículo nos referimos a Provoste y Meo, pero también al diputado Pedro Velásquez, quien desde que fue vetado a perpetuidad para retornar al sillón edilicio de Coquimbo o  de alguna otra localidad, fue “premiado” con una vacante en la Cámara Baja y a pesar que además ha sumado otros escandalillos varios, puede en el próximo periodo convertirse en Senador de la República.

Pero tras la visibilidad de lo más anómalo en la inscripción de candidatos, no nos imaginamos que la revisión del trámite  llevaría  a una estrepitosa caída de la postulación que se suponía podría carecer de irregularidades.

Diego Ancalao, el candidato de la Lista del Pueblo, ahora amenaza con indagar a los culpables de dejarlo fuera de la carrera presidencial al detectar el Servel que al menos  23.000 firmas patrocinantes de su frustrada candidatura  estaban protocolizadas frente a un notario que yace en el cementerio.

El de Ancalao puede ser un caso complejo y que hoy estemos visualizando apenas el comienzo de un hecho que podría contener aristas aún más oscuras de las que han aflorado hasta ahora.

Lo dejamos por tanto hasta ahí y en el intertanto les invito a leer la columna en la cual ya  arriscábamos la nariz a propósito de las postulaciones electorales, un culebrón que podría aún no haber terminado.

El Amargo Sabor Electoral 

Semanario “Tiempo”  27/08/21

En Francia un brillante creativo tuvo la rentable idea de generar una cata de sabor, con consumidores a ciegas para escoger el mejor sabor entre los productos que luego serán ungidos y promocionados como los mejores.

Un muy buen negocio porque los empresarios gastan sus buenos euros en participar. Lo más complicado es encontrar laboratorios independientes especializados en certificaciones.

En Chile estaremos durante todo el año  frente a una cata de candidatos para un centenar de cargos. También somos consumidores invidentes (¡y cómo nos hemos equivocado!). No hay filtro del producto porque laboratorios que  certifiquen  su calidad ¡no existen!

Cuento esto a propósito de la reciente inscripción de 9 candidatos a La Moneda y al menos unas 350 postulaciones parlamentarias y Cores.

¡Vaya entusiasmo! digo por participar en momentos que el Parlamento está en el suelo en adhesión ciudadana y no logran remontar aunque han tomado popularísimas decisiones, como el retiro previsional que pasará la cuenta de aquí a varias décadas.

Pero el cuadro de los presidenciables y de todos quienes pueden repetirse el plato rumbo a Congreso demuestra que aún internalizan que todo se les perdona, que además hay una suerte de chipe libre y una legislación permisiva que no opera con el mismo rigor  que aplica a la ciudadanía.

Ese es el sabor amargo que se percibe tras las inscripciones.

De lo contrario cómo se explica que la senadora Provoste se dio el lujo de hacer campaña de Primarias  y ser a la vez Presidenta de la Cámara Alta. Le pagamos su posicionamiento con sueldo de parlamentaria.

Y que a un exalcalde de Coquimbo- hoy diputado- impedido a perpetuidad para postular al sillón edilicio por condena de fraude al fisco-  sí fue elegido al hemiciclo y ahora se le otorgó un cupo para llegar al Senado.

Han pasado 12 años desde que se descubrió que el Parlamento tiene la “puerta abierta” sobre inhabilidades penales en sus postulaciones y nadie la ha cerrado.

Pedro Velásquez no es el único que genera incomodidades por cuestiones pendientes con la Justicia- aún no termina de pagar los dineros que adeuda al Municipio- porque Marco Enríquez-Ominami tuvo un fallo favorable en el caso OAS, pero se le permitió anticipadamente al dictamen inscribir su cuarta postulación presidencial.

Los políticos siguen corriendo el límite que rige para la ciudadanía y las cuestiones judiciales no entorpecen sus postulaciones.

De los 9 presidenciales inscritos, algunos deberán demostrar la blancura de las firmas patrocinantes.

¿Cuáles son los propósitos de algunos que saben que van a la aventura?

Simplemente posicionarse, apoyar sus listas parlamentarias, negociar algunos ministerios en el balotaje, darse un gustito o un pecado narcisista.

Todas razones cuyo gran paragua es el Poder. Ninguna diferencia con la cata francesa, que posiciona un producto en el mercado para obtener jugosas ganancias.