¿Qué nos pasó? , pregunta C. Warnken

De Gabriela Mistral a la Educación por Manual Electrónico

 

Coincidimos con el  escritor en la nostalgia por los postulados mistralianos en Educación

 

gabriela mistralCómo no vamos a estar de acuerdo con la nueva columna de Cristian Warnken, que una vez más ayudaremos a difundir, si va en la línea de nuestros artículos en estas páginas en que abordamos la plena vigencia de Gabriela Mistral, su pensamiento tan presente sobre la educación y su real trascendencia.
Discordamos en un matiz, al señalar el columnista que “mientras no demos un salto cuántico, no seremos un “país desarrollado”……
Lo cierto es que estoy por el salto cualitativo, por aquél que se enfoca en el interés por aprender y por hacer del conocimiento el factor clave que nos hará realmente crecer y disfrutar de la auténtica libertad: de pensamiento y de decisión.
Cuán lastimero resulta hoy que una gran mayoría se autopercibe “participando”, “decidiendo” y “opinando” porque ha logrado un espacio amplio en las redes sociales para denostar e insultar.
Y qué inquietante que los alumnos que aspiran a especializarse apunten a notas mínimas, desestimando una mayor profundidad de sus conocimientos. Ha desaparecido la exigencia por el saber y ha sido reemplazada por el aprobar no importa cómo y con guarismo mínimo. Ha sido mi principal conflicto como académica y me preocupa el destino de aquellas nuevas generaciones que abordarán su especialidad desde la superficialidad de su conocimiento.
Tal como señala Warnken, rankings y otras cifras no expresan avances en educación y a Gabriela Mistral le hubiese escandalizado observar la actual política educacional, de tecnócratas que hasta plantearon retirar la Filosofía de la formación y hoy debaten y se empantanan en cuestiones monetarias para “resolver” nuestros dilemas educacionales.
Hay cuestiones epistemológicas, éticas y ontológicas que abordar en la formación y que hoy no se priorizan en los programas de estudios.
Desde la niñez, donde se instala el interés por el saber y el aprender a discernir lo profundo de lo superficial.
Si Gabriela Mistral hubiese pertenecido a la actual generación con su similar realidad: una niña de familia muy modesta y asentada en una localidad rural, lejana y precaria, no hubiese podido alcanzar las alturas a las que arribó.
Lo anterior es una potente señal que algo muy maligno hemos insertado en nuestra formación como padres y educadores, a pesar de nuestro “gran desarrollo” que sin el elemento cultural del que carece, nos tiene enlodado en una preocupante e invasiva estela de corrupción e irregularidades.
Y en una lucha por competir distribuyendo codazos para quienes obstaculicen en lograr un cargo que finalmente tendrán que servir flexionando permanentemente las rodillas: patético.
Esa es una señal inquietante que observo en las instituciones y que también da cuenta de lo mal que estamos formando.
¿Cuántas Gabrielas Mistral se habrán perdido en esta tortuosa y distorsionada trayectoria de nuestra Educación?
Les invito a leer la columna de Warnken publicada hoy en el Diario “El Mercurio”.

 

 

Mistral: fervor contra el desencanto

“Al leer a Mistral, me pregunto cuándo nos extraviamos como país, y transitamos desde el “gobernar es educar” de Pedro Aguirre Cerda a “la educación es un bien de consumo” de Sebastián Piñera…”.
Cristián Warnken
WarnkenLeo y releo a Gabriela Mistral con avidez. El libro “Pasión de enseñar”, que reúne sus reflexiones sobre educación, me hace darme cuenta de lo lejos que estamos de esa convicción, de ese fervor, de esa fe en la pedagogía como la más sagrada y decisiva de las tareas humanas.
Al leer a Mistral, me pregunto cuándo nos extraviamos como país, y transitamos desde el “gobernar es educar” de Pedro Aguirre Cerda a “la educación es un bien de consumo” de Sebastián Piñera. Qué abismo, que brutal diferencia entre una visión humanista de la educación y una utilitarista y fríamente pragmática.
La mercantilización de la educación ha tenido efectos devastadores: profesores, alumnos han quedado atrapados en la trampa de los rankings . La palabra viva del maestro fue reemplazada por una nueva tabla de la ley: la planilla Excel. El pensar calculante borró de un plumazo con una tradición cuyos referentes eran humanistas de la talla de Andrés Bello, Lastarria, Jorge Millas, Gabriela Mistral, los maestros de la Escuela Normal, cuyo cierre en 1974 es uno de los mayores crímenes culturales de nuestro país. Ellos fueron reemplazados por los “expertos”. Expertos sin un pensamiento propio sobre educación, que han preferido importar teorías pensadas para otras realidades y latitudes.
El eterno mal de Chile: copiar en vez de crear y pensar desde su ser más profundo. Como reacción a la “usura” en educación, vino la Reforma, anunciada con bombos y platillos. Una Reforma confusa, desordenada, desprolija, que no nació de una reflexión ni de un diálogo con las grandes fuentes de nuestra propia historia y pensamiento, sino de un voluntarismo atolondrado y sin sustancia. A estas alturas es una criatura informe, contrahecha. La conversación ha girado en torno a las platas y se desaprovechó la oportunidad de generar un gran debate sobre el sentido de la educación. En este libro de Mistral está el contenido que nunca tuvo la Reforma.
Ni la izquierda ni la derecha han tenido un proyecto educacional coherente para Chile. La educación se ha transformado solo en una excusa para alimentar sus trasnochados debates y discusiones estériles, donde no esplende ni una idea, ni una propuesta que despierte y entusiasme a profesores, alumnos y padres. Sobran eslóganes de lado y lado.
Al releer a Gabriela Mistral nos damos cuenta de la flojera intelectual de gran parte de nuestros políticos: su fuente es Wikipedia, pero no han leído ni a Bello, ni a Millas, ni a Mistral. La prosa de Mistral, en cambio, es deslumbrante, densa en contenidos, nada de clisés. Poesía, pero con los pies bien puestos en la tierra, pues Mistral fue una cosmopolita de origen rural. “Según como sea la escuela, así será la nación entera”, dijo Gabriela Mistral.
Mientras no demos un salto cuántico en educación, no seremos un “país desarrollado”. ¿De qué nos servirá nuestro PIB si no tenemos ser propio? “Toda lección es susceptible de belleza”, dijo Mistral. ¿Quién habla hoy de belleza, de la importancia de la palabra viva? Muchos profesores creen que hay que llenar a nuestros niños de tablets , y se prioriza el hacer “power point “, pero no se los invita a leer, porque los mismos profesores han perdido la convicción en el poder de la palabra.
Mistral dice: “Pasión de leer: seguro contra la soledad muerta de los hueros de la vida interior, o sea de los más”. Cómo resuenan esas palabras en estos tiempos en que nuestros niños y jóvenes están expuestos a drogas de todo tipo (incluidas las virtuales) que se les ofrecen para anestesiar el vacío y sinsentido. Pero todo este panorama crítico que acabo de mostrar no nos debe hacer perder la esperanza, fundamental para quienes trabajamos en educación.
Por eso, repitamos en estos días la oración de Gabriela Mistral: “Señor, Tú que enseñaste, perdona que yo enseñe y lleve el nombre de maestra que Tú llevaste por la tierra (..) Hazme perdurable el fervor y pasajero el desencanto”.

Susana Pozo Pizarro, es Periodista (UCh), Magíster en Información Económica. A nivel profesional ejerció en formatos de Televisión, Radio, Periódico y Revista. También se desempeñó en Comunicación Corporativa y culminó su carrera como Editora y Columnista del sector de Economía en Diario “El Mercurio” de Valparaíso. A nivel académico ocupó cargos en la Universidad de La Serena como académica, Directora de la Escuela de Periodismo y vicedecana de la Facultad de Ciencias Sociales y Administrativas. En 2008 recibe el Premio “Elena Caffarena” que otorga el Gobierno para reconocer a mujeres destacadas en su ámbito profesional. Hoy es columnista del Semanario “Tiempo” de La Serena y maneja este sitio para analizar la actualidad así como otros temas de interés. Nos estamos acercando a 1.800 seguidores en twitter y un número significativo que nos siguen a través del contacto directo y de correos. Nuestro interés es otorgar análisis independiente y acogemos comentarios que pueden observar enfoques distintos y opuestos al nuestro.

Susana Pozo – who has written posts on Agenda Alternativa.


Agregar un comentario