La Greda, una humilde localidad situada en Puchuncaví, (V Región) es vecina a Fundición Ventanas de Codelco, cuyo funcionamiento arruinó la agricultura local y ahoga a sus pobladores con polución. Eso hace una empresa Pública.
La autoridad corrió varios kilómetros la escuela porque los niños enferman de contaminación. Los pobladores aseguran que el nuevo establecimiento no está a resguardo de la suciedad que ningún chileno se merece. Muchas veces crucé ese sector y era un paraje desolador, parecía arrancado de un filme sobre el fin del mundo. No exagero. Todas las mejoras en esa Industria de la Contaminación no han ayudado mucho al punto que los pobladores se desmayan. Y porque a La Greda le añadieron una Termoeléctrica. ¿No será mucho?
Pero la tragedia de los niños de la Greda no es su vecindad con una Fundición y una Termoeléctrica. Su mayor drama es situarse en una de las 14 regiones cuyos problemas no generan mayor impacto.
En la IV Región se cumplió ya el octavo año de sequía, pero vibramos con otros acontecimientos: la “Roja” o debates presidenciales que mucho no aportaron, han sido temas de mayor interés. Punitaqui está dramáticamente unida con La Greda. En esta última se ahogan con la polución; en Punitaqui literalmente se mueren de sed. Es una de las tantas localidades interiores de Coquimbo asoladas por la sequía. ¿Y a quién preocupa definir y emprender una solución más radical? Los bonos sequía distribuidos son meros paliativos.
Punitaqui vive la guerra del agua, abastecida a punta de camiones aljibes, con escuelas sin el recurso vital y con un complejo de embalses que ya llegó a su cota mínima.
Punitaqui es una de las zonas empobrecidas de la IV Región, pero esta sequía que no amaina, la ha llevado a una mayor precariedad. Ya no vale mirar al cielo e implorar por pluviosidad. ¿Buscar en napas subterráneas? Los especialistas deben hacer su trabajo.
La IV Región es promovida como la de cielos más limpios. Bien por la Astronomía y el Turismo. Pero en rigor, tendríamos que decir que es también una de las regiones con suelos deplorables, producto de la sequía, la erosión, la desertificación. Y también con sus ya escasos cursos de agua muy contaminados por la actividad minera.
Por paradoja, en ese deteriorado suelo está oculta la “solucionática” a tan dramática “problemática”. Invento una rima, mientras en La Greda se ahogan y en Punitaqui tienen Sed.
¿Qué será peor? ¿Mi ridícula rima o el drama de ser pobres comunas regionales? Claramente lo último, a pesar de lo grotesco de mi rima.
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