Rain Man

El virtuosismo de un gran actor

 

 

 

Dustin Hoffman es el gran soporte de la película “Rain Man”

RAIN ManEste filme fue exhibido la semana pasada en salas de cine en el ciclo de Clásicos, aquellos que se merecen ser exhibidos y/o ser vistos al menos más de una vez y también para que nuevas generaciones de espectadores puedan acceder a producciones de nivel.

Otras actividades me impidieron comentarla de manera oportuna,  pero cada cierto tiempo “Rain Man” forma parte de  la cartelera en la televisión de pago y entre tanto cine de regular a bastante malito que incluye esa programación, vale la pena  tener esta cinta como una referencia de selección para cuando sea exhibida.

“Rain Man” cosechó todos los premios del año 1988 y la cinematografía se rindió a las bondades de este filme que nos habla que sobre la base de las grandes diferencias es posible construir sólidos lazos afectivos.

Esta película, cuyo protagonista es un autista, fue aclamada cuando la sociedad aun no asumía las culpas que hoy parecen acosarle frente a los diferentes, aquellos de los cuales hoy hacemos un exhibicionismo para querer demostrar que los incluimos.

Dustin Hoffman, en el rol del autista, demuestra que la incomunicación es un imposible. Desde ese axioma y desde su encapsulado mundo, él logra revertir lacerantes heridas abiertas en su familia, generando un reencuentro aun con aquellos que ya no están presentes.

Ese es a mi juicio, el principal mensaje de esta cinta que reúne a Hoffman- en uno de sus tantos roles magníficos-  y a un afiatado Tom Cruise, quien aun cumpliendo un papel impecable,  logró conseguir  apenas una de las 22 estatuillas  que por 3 años estuvo recibiendo este  filme.

El mérito de Hoffman para su muy aplaudida actuación es precisamente que debe comunicar desde su incomunicación y en ese aspecto la construcción de su rol como Raymond Babbitt resulta intachable. Es el gran soporte de la película, porque Hoffman construye un personaje querible, con el que logró obtener 4 galardones (Oscar, Globo de Oro, Donatello y el de la crítica de Kansas City.

 “Rain Man” (tan mal traducida en algunos  países como el Hombre de la Lluvia)  escarba también en las renuncias que estamos dispuestos a hacer desde el afecto.

La cinta  fue galardonada con cuanta estatuilla se repartió en 1988 de jurados que vieron en esta película la refrescante presencia de discapacitados que nos hablan desde sus mundos, seguramente más impolutos que el que reúne a “normales” que por estar tan contaminados generan acciones barbáricas.

Las historias de deficientes mentales son sandías caladas para las preferencias del público.

Pero eso no significa que el tema sea abordado con el respeto y sutileza que se  merece. Aunque  arrasó con 6 estatuillas Oscar, “Forrest Gump” se incribe en la falta de criterio para abordar el  tema de la limitación intelectual.

Esta cinta- extraña- se llevó otros tantos premios, pero no  ocurrió lo mismo con “Yo soy Sam”,  que a mi juicio reunía mayores méritos.

En “Forrest…..”- el mundo estadounidense quiso vender  el cuento de una historia benevolente en realidades tan críticas como fue  la intervención del Tío Sam en Vietnam.

En “Yo soy Sam”  no se consideró el mayor valor que se le asignaba a la paternidad responsable, a través de la historia de un retrasado.

Dos resultados  distintos  muy propios del mundo norteamericano. 

“Yo soy Sam” plantea que la responsabilidad paterna también es posible en hombres limitados en su intelecto, así como contar con una brillantez de inteligencia no es garantía para llevarse la medalla del buen padre.

Esta cinta es de 2001, cuando aún la sociedad no se empapaba con el discurso de  la inclusión. Eso permitió una opinión adversa de  parte de la crítica internacional que juzgó almibarado el rol de Sean Penn y el guión.

En los actuales tiempos , “Yo soy Sam”  correría mejor suerte  porque encontraría mayor  resonancia con la inclusión y la paternidad responsable.

Obtuvo diversos galardones, pero muchas postulaciones incluidas  las del Oscar, se quedaron sólo en nominaciones.

Los mayores dividendo por este filme se los llevó Dakota Fanning quien obtuvo tres premiaciones al interpretar a la pequeña hija de Sam. Fanning está considerada la actriz infantil de mayor talento en las últimas décadas. En esa etapa logró todos los reconocimientos destinado a actores precoces y ahora en su juventud también es galardonada entre sus pares como la de  mayor virtuosismo en el set.

“Forrest Gump” se llevó 6 Oscar, a mi juicio, bastante inmerecidos, si hurgamos en los mensajes de esta historia de un retrasado que  relata con ingenuidad algunos pasajes de la historia contemporánea de Estados Unidos.

Particularmente  la intervención de Estados Unidos en Vietnam, que en este extenso producción de 140 minutos se maquilla con un final  feliz. Por el contrario, es el episodio más poco feliz de Forrest Gump, que se extiende en un largo relato de un teniente que aunque  retorna baldado desde Vietnam puede cumplir el sueño americano. Un capítulo que no es coherente con los centenares de veteranos que retornaron discapacitados, enfermos y trastornados y que no tuevieron el sueño americano que nos cuentan en “Forrest Gump”. 

Fue una reverencia de soberbio maquillaje al estilo hollywoodense del gran fracaso gringo en Vietnam.

La cinta  deja también muy mal paradas a las mujeres.

La madre de Gump (interpretada por Sally Fields) vende favores sexuales a un director de un colegio para  hacer ingresar al plantel a su hijo. Historia que no habla nada de bien ni de la inclusión, ni de las madres ni de los directores de colegios.

La novia hippie de Gump no logra ser rescatada  de sus excesos y es el  otro “paradigma” femenino presente en esta película.

Casi con pudor la película intenta hacer  leves y bondadosas alusiones al racismo y al caso Watergate.

Es decir,  Forrest Gump no tiene nada sino permisividad para mirar con ojos bondadosos a Estados Unidos, aunque para esos fines han intrumentalizado un personaje con menor intelecto y que se supone actúa desde la ingenuidad.

Y de paso barrer con la dignidad de los discapacitados, de las mujeres y de los veteranos de guerra.

“Forrest Gump” es una clara demostración que en el campo de la ficción todo es posible, incluido este cuento hollywoodense que se llevó muchos galardones y recaudó millones de dólares por el mundo.

Mi recomendación: “Rain Man” y “Yo soy Sam”, serán mejor disfrute.

Susana Pozo Pizarro, es Periodista (UCh), Magíster en Información Económica. A nivel profesional ejerció en formatos de Televisión, Radio, Periódico y Revista. También se desempeñó en Comunicación Corporativa y culminó su carrera como Editora y Columnista del sector de Economía en Diario “El Mercurio” de Valparaíso. A nivel académico ocupó cargos en la Universidad de La Serena como académica, Directora de la Escuela de Periodismo y vicedecana de la Facultad de Ciencias Sociales y Administrativas. En 2008 recibe el Premio “Elena Caffarena” que otorga el Gobierno para reconocer a mujeres destacadas en su ámbito profesional. Hoy es columnista del Semanario “Tiempo” de La Serena y maneja este sitio para analizar la actualidad así como otros temas de interés. Nos estamos acercando a 1.800 seguidores en twitter y un número significativo que nos siguen a través del contacto directo y de correos. Nuestro interés es otorgar análisis independiente y acogemos comentarios que pueden observar enfoques distintos y opuestos al nuestro.

Susana Pozo – who has written posts on Agenda Alternativa.


Agregar un comentario