Esta pregunta en latín – ¿A dónde vas?- es bíblica, también título de una novela y  un grupo Heavy Metal lleva ese  nombre.

Una diversidad. La tomo y la aplico a la Reforma Educacional. ¿Alguien tiene claro hacia dónde va? Porque  los ejes principales- fin al copago, al lucro y selección- se aprobaron esta semana sin especificidad, solicitó el oficialismo. Esto es, a ciegas hacia dónde van.

El gobierno asegura que reduciremos la  desigualdad.

Yo creo lo contrario, acentuará la inequidad, si no mejora la educación municipal,  disminuyen los colegios subvencionados, estatizamos el copago, proposición que compartiría si los aportes fiscales se ajustaran a requerimientos de  un plantel que brinde buena educación.

¿Y  qué pasa con la educación privada? No es la panacea, pero permanece intocable. ¿Por qué? Aunque también hay que aplicar bisturí a su calidad

Sospecho que de este proceso saldrá reforzada, al traspasarse  planteles subvencionados al sector particular y los padres deberán pagar más por la educación de sus hijos.

En eso concluirá la consigna de fin al lucro.

Lo que es peor: engendraremos una perfecta polarización, entre educación municipal, que no se  sabe cómo ascenderá en calidad, y una educación privada que se robustecerá.

Tengo una sospecha simple sobre lo intocable de  la educación privada.

¿Dónde se educan los hijos del círculo dorado de autoridades, de capitán a paje? Una investigación indicaría las elecciones de colegio que seleccionan para sus retoños de quienes están comprimiendo la educación pública en una bolsa de gatos.

Revisé un relato sobre una escuelita en las alturas, en el norte de Chile. Plantel unidocente, de alumnos que aprenden sólo por la dedicación de su profesora. Es un colegio aislado en el desierto, carente de recursos, abandonado hasta de su municipalidad que no envía remesa de textos, sin conexión, de espaldas a qué sucede en su país y en el mundo. ¿Qué opciones y qué les estamos aportando?: Nada, porque su único pedigrí es estar asentados donde sólo se hace soberanía territorial.

¿Les beneficiará esta Reforma?: Noooo ¿Cuántos niños aislados, lejos de su familia, con las mismas carencias descritas, tendrá este Chile? Muchos.

Escuché también al diputado Giorgio Jackson abogando por gratuidad para todos en las universidades. Olvida que él ya no es dirigente universitario, sino parlamentario: le regalaría viaje hacia la escuelita nortina, en una de esas cambia su visión sobre donde deben inyectarse recursos.

¿Quo Vadis? Sigo pensando que la Reforma  Educacional va en ruta equivocada. Porque no va en pos de una educación de mayor nivel. En eso no se apostarán las monedas de la Reforma Tributaria y lo lamentable de la incertidumbre en que están inmersos los cambios es que tardaremos años en constatar resultados.

Por tanto, sigo preguntando ¿Quo Vadis Reforma? y ¿Quo Vadis Chile?