¿Quién Ganó en Segunda Vuelta?

 

 

segunda vueltaEl triunfo de Michelle Bachelet como nueva Presidenta de Chile para el periodo 2014/2018 empieza a despejar el escenario político que tendrá lugar a contar de marzo próximo, cuando tras la fugaz perfomance de la derecha como coalición gobernadora, retorna a La Moneda una Concertación renovada bajo nuevo nombre y una configuración partidaria que aún no está clara.

¿Quièn triunfó hoy? ¿Quién perdió?

Sin ambigüedades respondería que el de hoy fue el triunfo del bacheletismo, por sobre la estructura partidaria que  representa y del otro lado por el contrario el gran derrotado desde el horizonte de los conglomerados políticos fue la derecha,  que al fin y al cabo obtiene su cosecha.

Sobre ambos- triunfo y derrota partidarias- retornaré más adelante porque  la cifra que realmente interesa es el crecimiento de la abstención en esta segunda vuelta por la que apostamos se mantendría en un 50%.

Nos equivocamos: se acercó a casi un 59% lo que da cuenta de  la profundidad en  la distancia del ciudadano con la política contingente.

Este comportamiento tiene  variadas lecturas. Creo que  la menor atribución se relaciona con el voto voluntario, explicación que puede resultar cómoda para la clase política. Sí asignaría gran reponsabilidad al comportamiento de los políticos y la consecuente incapacidad para movilizar a la ciudadanía en el pronunciamiento cívico. Tema que hemos analizado en reiterados comentarios.

Ya han surgido voces desde los políticos para retornar al sufragio obligatorio. Cuán equivocados siguen quienes continúan asumiendo que la ciudadanía merece un trato paternalista. En esa postura justamente hay que  buscar las razones  de la apatía electoral. La Coalición que entra al gobierno, así como el nuevo Parlamento deberá entender que  para legislar es necesario conectar con la ciudadanía y sus reales necesidades.

No es posible  tampoco  dar la espalda a  esta enorme abstención y desacreditar su peso como ya se está pretendiendo. No es una minoría la que no se ha pronunciado y será tal vez la que lo haga desde las movilizaciones. Así lo manifestó muy abiertamente en víspera de este balotaje el movimiento estudiantil cuyos dirigentes claramente expresaron no participar de ninguna de las dos propuestas de futuro Gobierno.

Entre el enorme capital de votantes inmovilizados hay una heterogeneidad, cuyos polos están representados entre quienes desean continuar en paz y en individualismo sus esquemas de vida y aquellos dispuestos a hacer sentir su voz no en las urnas, sino en las calles y  por tanto, creo una torpeza de magnitud menospreciar su validez.

Y los partidos tienen una ingente  tarea pendiente. Son los menos representados en esta elección. Así como hace 4 años triunfó el Piñerismo y no la derecha hoy ganó el Bacheletismo y no la Nueva Mayoría. Diríamos que Matthei también  mostró votación propia, y como no, con el mezquino respaldo partidario que recibió.

Por eso, el ala de la izquierda vuelve a La Moneda de la mano de Bachelet- esa es la real figura- quien deberá justamente gobernar para un Chile que  creo no modificará su enfado social y deberá asumir cambios muy radicales sobre los cuales nos pronunciaremos en próximas columnas.

La derecha no hizo sino recibir su merecido. Lo digo muy transparentemente, a riesgo que surjan descalificaciones de lo que señalo, pero nunca evidenció cohesión ni consistencia en la propuesta que plantearon.

Si retrocedemos, digamos que  fue una derecha que siempre se mostró incómoda con el Piñerismo, particularmente el ala más conservadora de la Alianza.

Esta fracción ha  sido lenta para  hacer el recambio generacional y a su vez a los juveniles políticos que debieran asumir la dirección de estos partidos les espera la dura tarea de reorganizarse y aggiornarse a un mundo hoy muy distinto en sus demandas y su convivencia.

La incertidumbre no estaba hoy en quien resultaba electa Presidenta. El  suspenso está hacia adelante, a  cómo se manifiesta esta nueva etapa del país, con este  renuevo político y con una ciudadanía indiferente o muy iracunda. Para ambas se debe gobernar.

Ahora, es sano el paréntesis que viene: la Navidad, Año Nuevo, Verano, Festivales, Vacaciones que la única  conexión que tienen con la política y el Chile de hoy es que hay chilenos que sí pueden disfrutar de estas fiestas y otros quienes quedan muy al margen de estos esparcimientos: esa es la dramática circunstancia que no hay que olvidar.

 

 

Susana Pozo Pizarro, es Periodista (UCh), Magíster en Información Económica. A nivel profesional ejerció en formatos de Televisión, Radio, Periódico y Revista. También se desempeñó en Comunicación Corporativa y culminó su carrera como Editora y Columnista del sector de Economía en Diario “El Mercurio” de Valparaíso. A nivel académico ocupó cargos en la Universidad de La Serena como académica, Directora de la Escuela de Periodismo y vicedecana de la Facultad de Ciencias Sociales y Administrativas. En 2008 recibe el Premio “Elena Caffarena” que otorga el Gobierno para reconocer a mujeres destacadas en su ámbito profesional. Hoy es columnista del Semanario “Tiempo” de La Serena y maneja este sitio para analizar la actualidad así como otros temas de interés. Nos estamos acercando a 1.800 seguidores en twitter y un número significativo que nos siguen a través del contacto directo y de correos. Nuestro interés es otorgar análisis independiente y acogemos comentarios que pueden observar enfoques distintos y opuestos al nuestro.

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  • Ana María Villagrán B 16 / 12 / 2013 Reply

    Toda la razón en tu análisis Susana, creo que el individualismo, la falta de cohesión afecto a la Alianza, las des calificaciones y peleas, solo llevo a este resultado. El nuevo gobierno, asentado sobre la figura de la presidenta, ojalá logre salir adelante para el bien del país y todos los ciudadanos, ya que la heterogeneidad, puede ser un problema por los diferentes corrientes que integran la coalición.

    La apatía, creo que se debe que los políticos, se ven con intereses personales y no visión de país.

    Felicitaciones a la Presidenta por su logró.

  • sebastián 16 / 12 / 2013 Reply

    Sras… compañeras… leo que todas las críticas se dirigen desde su lado izquierdo al diestro, lo que no me extraña, ya que gran parte de los medio (por no decir todos) y sus periodistas extrañamente son zurdos. Lejanos de la objetividad que pregonan.
    Cuándo escribirán sobre lo penoso que será para Chile que retornen a la administración del Estado los mismos de siempre (o a lo menos por 20 años), con todas sus malas prácticas, arreglines e ineficiencias, de las cuales créanme he visto muchísimas, algunas de estas en la justicia. Es penoso que las “garrapatas” vuelvan a engordar a expensas de todos los chilenos. Claro esta, pero con mucho carisma.
    Por favor, también reflexionen sobre esto.
    Con gran afecto
    Sebastián

  • Rodrigo Hananías 17 / 12 / 2013 Reply

    Excelente columna. Me interpretó bastante. En mi humilde opinión, también creo que ganó el bacheletismo. Si ella no hubiera sido la candidata, una victoria así de abultada difícilmente se habría dado. Aunque, haciendo algo de ficción, si ella no hubiera participado en las primarias, es probable que el vencedor hubiera resultado Velasco. Y Velasco también hubiera sido un excelente candidato, más transversal que Bachelet. Mmm, quizás la páliza se habría dado de todos modos.

    En cuanto a la derecha, no sé qué pensar. Si se supone que la derecha es un tercio, la votación de Matthei se ajustó a ese porcentaje histórico. No sé si buscar un responsable. Si resulta que no existió un candidato que cautivara, no existió simplemente, menos si al frente corría un fenómeno electoral único. ¿Es culpa necesariamente de alguien? Aun cuando hubieran mostrado cohesión, si no surge un líder, es poco y nada lo que se puede hacer.

    Yo espero que le vaya muy bien al nuevo gobierno, pero creo que se han excedido en las propuestas. Están prometiendo un mundo feliz que no llegará, y eso repercutirá en una mayor frustración hacia la política. Esto se le criticaba a Piñera, que prometía básicamente excelencia en la gestión. Pero aquí la Nueva Mayoría se salta la gestión y anuncia directamente beneficios concretos. Antes eso se olvidaba con el correr de la adminitración (aún recuerdo el lema de Lagos: “Cóbreme la palabra”), pero ahora el empoderamiento de la gente es mucho mayor.

    Quiero que le vaya bien a mi país, pero tengo serias dudas de que así vaya a ser con quienes pasarán ahora a gobernarnos.

    Es mi opinión.

  • Gonzalo Plaza 18 / 12 / 2013 Reply

    Muy acertado diagnóstico.

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