Nombramiento de Fiscal va por la Cornisa

El “primaje” del abogado Abott es un dato de la causa, pero las mayores prioridades para resolver su  designación van por otro cauce

Nadie debiera ser juzgado por pecados o lazos de familia, pero en Chile así ha ocurrido, si recordamos a la primera subsecretaria de defensa designada por Bachelet, quien fue cuestionada por la intervención de su padre en la dictadura.

No alcanzó a ejercer.

Hoy, los senadores están arrugando la nariz porque el postulante de La Moneda a Fiscal, el abogado Jorge Abott, es primo del Presidente de Penta, Alfredo Moreno, vínculo que les parece  inoportuno porque el caso está en proceso.

No veo para que se complican tanto, si los parlamentarios son libres de resolver su sufragio como lo estimen conveniente.

Y qué bueno sería que lo hicieran desde la autonomía que debe demostrar cada Poder Público, prescindiendo de componendas políticas, que eso sí es peor que la política de los consensos, a los que se puede llegar si hay convencimiento de lo pertinente de lo que  se propone.

Por lo tanto, y guardando las distancias con el ejemplo que otorgaré a continuación, los senadores contarán- imagino- en el momento de votar con su libre albedrío y en conciencia, con conocimiento de este lazo familiar y si eso les produce confianza o desconfianza.

Es como cuando adquiero- repito: guardando la distancia- un producto que me advierten del pequeño daño o irregularidad que presenta, y resuelvo si lo tomo o lo dejo.

Al margen de esta preocupación senatorial, atendible y justificable, la ciudadanía quisiera que además de revisar el pedigree y el árbol genealógico del potencial Fiscal, hubiese una genuina preocupación de lo que le está pasando al chileno común y corriente con la delincuencia y cómo es el rol protagónico que tiene la Fiscalía en combatirla.

Es comprensible que los senadores, quienes se  desplazan en vehículo con chofer, vean lejana la circunstancia de aquel que va a pie y a la vuelta de la esquina lo asaltan, y de quienes viven en comuna de mayor o menor pelaje, porque en todas  asaltan. Así como de los elevados niveles que han alcanzado los robos con violencia.

De otra manera no se  explica la dilación con que se discutió la Agenda Corta Antidelincuencia.

Por lo tanto, me parece válido y complementario en el orden prioritario, como parte del ejercicio senatorial, revisar los lazos familiares y asegurarse que eso no despierte la sospecha sobre la autonomía con que la Fiscalía, de asumir Abott, continuará indagando el Escándalo Penta.

Es la misma independencia que  hubiésemos querido para el Caso Soquimich donde ha habido un manto protector superior al ocurrido en Penta.

Estos  dilemas que ocurren ante la existencia de vínculos genealógicos así como la mayor y menor  prolijidad para revisar los Casos Penta y Soquimich es porque la Familia Política y la Familia Empresarial en Chile es pequeñita, como el país y los  vasos comunicantes entre ambas son amplios y corren raudos. Son como el aparato circulatorio de un individuo sano.

De lo que recuerdo de mis años de colegio, dibujábamos  el sistema circulatorio con lápiz rojo y azul: no recuerdo las razones, pero si hacemos el símil con el aparato circulatorio político-empresarial, ahora usaría sólo el azul: sangre azul, con privilegios irritantes.

Además, el dilema de los senadores oficialistas no sería tal si la clase política no hubiese  hecho coincidir los nombramientos de Fiscal y Contralor.

Porque la dificultad parlamentaria nace en que los senadores de la coalición gobernante se sienten comprometidos con La Moneda y eso podría llevarlos  a pronunciarse a disgusto por Abott, presionados  porque ya en la votación del Contralor  le  dijeron que no a Bachelet.

Hoy La Moneda ha dado señales de no contar con los 25  votos para aprobar a Abott. No resultaría muy grato para la ciudadanía saber que de aprobarse, va a ser con fórceps.

El abogado Abott ha sido citado para exponer ante La Comisión de Constitución donde los senadores tendrán la oportunidad de consultar todas las materias que les inquietan y es de esperar que entre los asuntos,

se le consulte cómo la Fiscalía va a coadjuvar en el combate a la delincuencia; cómo espera reducir los altísimas  estadísticas de causas archivadas por carecer de culpables; cuál es su proyecto para dotar de mayores recursos al organismo y cómo abordará o cuáles son sus propuestas en el preocupante  clima de violencia existente en La Araucanía.

Por eso, no son sólo los lazos de familia los que deben preocupar a los senadores, pero es lo que más se ha escuchado en las últimas horas y de lo que al parecer más se ha  hablado en los pasillos del Congreso.