Después de la Caída

La Dirección de Extensión se recupera

“Retrocinema”  reinicia sus funciones mañana martes. Porque  al igual que  los numerosos  programas que desarrolla la Dirección de Extensión, este programa cinematográfico continuará su ritmo normal.

Desde este artículo valoramos la capacidad para recuperarse que demostró esta macrounidad de la Universidad de La Serena que ya estaba de pie al día siguiente de haber enfrentado la tragedia de ver desaparecer su emblemática sede bajo destructor fuego.

Nuestras felicitaciones al equipo que  dirige nuestra colega Catalina Cvitanic que ha dejado de manifiesto el compromiso que tiene en la ejecución de sus múltiples tareas.

El set de películas programadas en “Retrocinema” sucumbió bajo las llamas, a excepción de las 2 últimas de Humphrey Bogart que  permanecían en mi poder. Pero Extensión está intentando recomprar los títulos con el fin de mantener la fidelidad de la programación.

La idea es  además mantener las fechas comprometidas y, por tanto, el martes 09 de junio, como estaba programado,  exhibiremos “Más Dura será la Caída”, un filme excepcional porque además de  constituir un título perteneciente al Cine Negro se inscribe como una película de denuncia.

Adicionalmente, no puede ser más pertinente a la realidad chilena ya que el tema central es la Corrupción, en una vertiente que se expresó con gran violencia, pues su escenario es  el box, una pasión en Estados Unidos en las décadas de los 20 a los 60 y hasta los 80.

Por cierto que este discutible deporte fue contaminado por la corrupción mediante encuentros que eran verdaderos “tongos” de boxeadores dejándose vencer por aspirantes  que dejaban copiosas ganancias a sus patrocinadores a través de las apuestas y contratos.

Esto no era privativo de Estados Unidos. En todos los países, el box produjo jugosas utilidades a las mafias.

“Más Dura será la Caída” da cuenta de  un  prestigioso periodista especializado en deportes, interpretado por Humphrey Bogart: No  queda claro si va cuesta abajo o simplemente se  quedó sin trabajo y acepta convertirse en agente de prensa de su amigo mafioso, rol a cargo de otro excepcional actor de los 50, Rod Steiger. La tarea de Bogart será posicionar en los medios de comunicación y en el público un boxeador proveniente desde Argentina.

Se trata de un gigante, con  corazón de oro y muy ingenuo, cuyos puños podrán impresionar, pero sin ninguna destreza en asestar los golpes.

Toro Moreno y su también ingenuo manager caen bajo el dominio de esta  despiadada máquina de explotación cuya única finalidad es ganar dinero mediante el engaño y la compra de boxeadores que ya van en bajada.

Hasta aquí relataré esta película, una de las pocas de box que valoro, porque no comparto la violencia, en ninguna de sus vertientes, y en este caso resulta incluso violento ver un público  avivando golpes para reducir alguno de los rivales.

Pero lo que interesa de esta película son sus mensajes: como ya señalamos, está presente la denuncia de la corrupción en el box, que debe  haber causado polémica cuando se exhibió en 1956, año de pleno auge en taquilleras peleas que movilizaban grandes montos de dinero en apuestas.

Un segundo análisis responde también a lo ya indicado: la violencia y la impiedad de los mafiosos y del público, así como la instrumentalización que se hace de un ser humano.

Por coincidencia, hace algunas semanas escuché una entrevista de Martin Vargas, quien relataba que nunca tuvo grandes ganancias por los golpes que recibió y que dejaron evidente huella en su rostro.

A su vez, Cassius Clay, considerado uno de los mejores boxeadores internacionales, sobrevive hoy con la enfermedad de Parkinson, que médicos han diagnosticado como consecuencia de su prolongada exposición a los golpes. Clay cruzó casi 4 décadas arriba de un ring.

O.J. Simpson fue acusado de doble crimen porque  al parecer este “deporte” internaliza en algunos de sus seguidores la violencia y el idioma de los golpes.

Desde esa perspectiva, “Más dura será la Caída” cumple con algunos  estándares del Cine Negro: la violencia, así como la ambigüedad y el contrapunto. En este caso se  expresa en los despiadados  mafiosos y en contraposición, el boxeador y su manager incontaminados por esta oscura atmósfera de explotación y  engaños.

Aquí no se hace  presente la “mujer fatal” sino representada en la banal mujer del periodista y  claro que sí: mucha banalidad ha llevado al despeñadero a hombres y mujeres.

Se distingue además de otros filmes de Cine Negro por la ausencia de un crimen, pero nos complacemos que sea el asesinato del box el que se manifiesta, en  años de gran auge de esta práctica.

Tengo mi particular lectura de esta película. Y para eso me  remito a la siguiente lógica. ¿Quiénes son los explotadores?: lo peor del mundo estadounidense: el crimen organizado. ¿Quiénes son los explotados?: Dos ingenuos representantes de América Latina: un boxeador y su manager, quienes van engañados tras el sueño americano.

Por coincidencia: el nombre “artístico” del boxeador es “Toro Moreno”: la bestia morena destinada a ser esquilmada por el poder del dinero, el capitalismo.

¿Y esa no ha sido la historia permanente entre la América Morena y la Rubia estadounidense? Nos llamaron el “patio trasero” del Imperialismo yanqui y claro que lo hemos sido. En esos años y ahora.

“Más Dura será la Caída” está registrada como la última película de Bogart y es muy probable que así sea. Exhibida en 1956, el actor falleció en 1957, víctima de cáncer.

Les invitamos a ver esta gran cinta, en que  Bogart nuevamente juega el rol de un gran perdedor. No les defraudará.