“The Crown”, una historia para pasar la cuarentena

Navidad, balance del endiablado 2020 y una amenaza latente de segunda ola ameritan ver producciones livianas y bien realizadas

 

the crown24 comunas del país en cuarentena permanente y un centenar en Paso 2 (incluida la Región Metropolitana y sus 7 millones de habitantes), es decir, muchos ciudadanos replegados en casa los fines de semanas,  bien vale la pena planificar recreaciones de tipo doméstico.

Sumemos que concluye un año en extremo difícil y que las fiestas  finales invitan a nutrirse con actividades livianas, nada dramático ni abrumador, que para eso es suficiente el balance 2020.

Por eso, revisaré 4 propuestas que circulan por televisión y las plataformas y cuyas características comunes son guiones, si bien  adaptados de la vida real, están en tono de ficción y/o farandulero. Lo haremos por capítulo, porque suelo extenderme más de lo planificado y porque hay material para contextualizar para quienes no han visto estas producciones recomendadas para distenderse en tiempos de pandemia.

Coinciden además en méritos ya sea en el guion, la actuación y la dirección que les ha llevado a lograr premios y a este filtro que hacemos para revisarlos.

Dos películas (“La Dama de Hierro” y “La Reina”) dos seriales (“Borgen” y “The Crown”) más un documental (“Trump, el Sueño Americano”) merecen ser vistas, como realizaciones cuidadosamente ejecutadas y de entretención en este confinamiento de amenazante segunda ola pandémica.

Diríamos que su enfoque común es el Poder- así con mayúscula- visto de distintos ángulos, pero potestad al fin y al cabo, que guía el comportamiento de quienes toman decisiones de tal envergadura que se proyectan no solamente  entre quienes le eligieron, también trascienden hacia esferas internacionales.

Tal vez alguien dirá y se ha dicho que la realeza británica- tema de “La Reina” y “The Crown”-no es sino una representación con fines turísticos y del recalcitrante interés del Reino Unido por mantener sus tradiciones, pero en ambas realizaciones vemos los férreos lazos  en diseño de políticas públicas entre los soberanos y su régimen parlamentarista.

“The Crown” está inaugurando su cuarta temporada, dicen que muy exitosamente- aun no la reviso- y cómo no si tiene dos personajes femeninos- Diana de Gales y Margaret Thacher- que son un gancho para quienes ya hemos examinado sus tres anteriores temporadas.

La llamada princesa del pueblo y el afán por ver cómo la presenta “The Crown” es simple voyerismo, porque  ha sido un personaje sobreexplotado por la prensa ya por más de 3 décadas. Comenzaba a tener su descanso cuando emerge en esta serie británica que ya lleva 4 años y 40 episodios de exitosa taquilla en el público de plataformas.

Es una telenovela muy bien realizada que antes de nacer estaba respaldada por el impulso mediático e histórico de la realeza británica, a la cuál ahora le han resultado adversas las carreteras tecnológicas  de las últimas décadas.

La crítica especializada la ha premiado. ya lleva más de 30 galardones- generales y particulares- de actuaciones, dirección, vestuario, música y otros.

El éxito de “The Crown” puede ser visto como extraño. La realeza es profusamente criticada por las redes sociales, y debe ser el mismo público que aplaude esta teleserie. Es el desajuste de los reinados con el  mundo actual que deplora una organización basada en sucesiones consanguíneas, el cuento de la “sangre azul”, sus privilegios extemporáneos en un mundo en crisis social, un protocolo con visos de telarañas y absurdo (de la reina no puede despedirse dándole la espalda entre otras necedades), no obstante todo eso, la audiencia premia la excelente realización- esa podría ser la explicación- de esta telenovela donde se ven transitar personajes que hicieron historia, como Winston Churchill y pasajes como las Guerras Mundiales.

La burbuja en que vive la realeza queda graficada en uno de los episodios más dramáticos vividos por Inglaterra en 1952, cuando en el crudo invierno que suelen vivir, una gran niebla cubrió Londres, matando un estimado de 12.000 ciudadanos, producto de las emisiones de la baja calidad del carbón con que se abrigaban las personas más modestas. Ese capítulo lo retrata muy bien esta teleserie, con una joven reina Isabel refugiada en su Palacio totalmente ajena al drama que se vivía en las calles londinenses.

Eso es lo insólito en la historia británica, con una monarquía que ha perdurado por siglos y  una pobreza extrema tantas veces retratada por la cinematografía en grandes producciones.

Esta cuarta temporada llega en momentos apropiados para su comercialización, pero dramáticos para ese imperio  y también controvertidos. Veamos algo de contexto: ha superado las 60.000 muertes por la pandemia, la mayor cifra en Europa, aunque igual de lamentable, menos terrorífica que Estados Unidos (276.000) y Brasil e India que van camino a las 180.000.

Afortunadamente, el Reino Unido ya ha iniciado la vacunación, siendo el primer país en recibir la inmunización que abre un capítulo incierto en esta gran crisis sanitaria.

¿Quedará en la historia su excéntrico Primer Ministro, Boris Johnson?, uno de los díscolos gobernantes de perfil mundial cuya resistencia a reconocer la pandemia y liderar una errada estrategia cubrió el primer periodo del contagio.

Tal vez los productores de “The Crown” incluyan en nuevos episodio a la controversial figura de Johnson, quien ha liderado otro capítulo crítico en la historia del Reino Unidos: el Brexit o salida de Inglaterra de la Unión Europea. Hoy las consecuencias de esa crucial decisión están llegando a la ciudadanía.

La realidad convive y compite con la ficción. De momento, en cuarentena  le sugerimos como entretención “The Crown” y ya relataremos las otras realizaciones anunciadas: “Borgen”, “La Reina” y “La Dama del Hierro”, todo sucediendo en las plataformas y en la política de la vieja Europa.

Nota de  la Edición:

Publicamos Comentario de nuestra querida amiga y lectora de nuestra Página, Rosa María Gutiérrez:

Artículo interesante y con un enfoque contextualizado en estos días.
Me gustó su estilo sobrio, directo y ágil, que denota gran manejo de nuestro idioma. Además agradezco las sugerencias dadas; que dan cuenta de las mayores tentaciones de la humanidad de todos los tiempos: Poder, Honor y Ambición.

 

Susana Pozo Pizarro, es Periodista (UCh), Magíster en Información Económica. A nivel profesional ejerció en formatos de Televisión, Radio, Periódico y Revista. También se desempeñó en Comunicación Corporativa y culminó su carrera como Editora y Columnista del sector de Economía en Diario “El Mercurio” de Valparaíso. A nivel académico ocupó cargos en la Universidad de La Serena como académica, Directora de la Escuela de Periodismo y vicedecana de la Facultad de Ciencias Sociales y Administrativas. En 2008 recibe el Premio “Elena Caffarena” que otorga el Gobierno para reconocer a mujeres destacadas en su ámbito profesional. Hoy es columnista del Semanario “Tiempo” de La Serena y maneja este sitio para analizar la actualidad así como otros temas de interés. Nos estamos acercando a 1.800 seguidores en twitter y un número significativo que nos siguen a través del contacto directo y de correos. Nuestro interés es otorgar análisis independiente y acogemos comentarios que pueden observar enfoques distintos y opuestos al nuestro.

Susana Pozo – who has written posts on Agenda Alternativa.


One Comments

  • Rosa María 12 / 12 / 2020 Reply

    Artículo interesante y con un enfoque contextualizado en estos días.
    Me gustó su estilo sobrio, directo y ágil, que denota gran manejo de nuestro idioma. Además agradezco las sugerencias dadas; que dan cuenta de las mayores tentaciones de la humanidad de todos los tiempos: Poder, Honor y Ambición.

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