Nos anticipamos al Día del Cine, y vimos “Annabelle”, cinta de terror que estará en la cartelera mañana en el Día del Cine con funciones rebajadas a $1.000. Al menos una vez en los 365 días del año hay un acercamiento al público que no está en condiciones de cancelar ni siquiera los precios menores en funciones de escasa demanda.
Porque no es lo mismo ver una película pirateada, o en pantalla chica. La apreciación cinematográfica debe ser en pantalla grande, aun pese a la interrupción de cabritas crujientes, la peor iniciativa comercial de la cadena cinematográfica doblegada al cine hollywoodense de segunda categoría, mayoritariamente. La venta de ese producto y la ausencia de cine europeo, nacional, de otras latitudes, como el asiático, da cuenta que el séptimo arte no es la finalidad de esa cadena, sino lo comercial.
En ese sentido, las dos universidades pertenecientes al Cruch con sede en la Cuarta Región tienen una deuda con el Cine Arte y alguno de esos dos planteles debiera hacer un esfuerzo por saldarlo.
Hecho este paréntesis, vamos a “Annabelle” o la Muñeca Diabólica como se la ha subtitulado.
El filme es una precuela (su antesala) de “El Conjuro”, que fue uno de los primeros filmes que analizamos en estas páginas (ir a http://agendalternativa.cl/el-conjuro/ ) pero ya sabemos lo que ocurrió. “El Conjuro” fue record de taquilla, porque se inscribe en una de las pocas cintas de la categoría terror, digna de verse en la producción de estos dos últimos años.
Y bueno: money is money y la producción hollywoodense, que no se queda atrás en cuestiones comerciales, resolvió generar esta precuela.
Recomendamos “Annabelle”, aun cuando en el relato los espacios de generar susto, aprensión y emoción en la audiencia son escasos y gatitos de falda.
Porque en rigor vamos a presenciar películas de terror a eso: a buscar emociones, que nos asusten, No obstante, debemos reconocer que como en el escenario de la vida real ocurren tantas situaciones de violencia, extrema crueldad, los productores de cine de terror deben hoy realizar supremos esfuerzos con efectos especiales y sonoros para lograr lo que antaño se lograba con cintas en blanco y negro, efectos artesanales y con público menos demandante y/o poco curtido en emociones fuertes.
Esta “Annabelle” se inscribe en el formato de terror en que el elemento diabólico se incorpora a nuestra intimidad, a nuestro hogar. De esas producciones hay una variada gama, de las cuales ya mencionaremos algunas que estimamos como los “filetes” y que vale la pena, si no las ha visto, buscarlas, comprarlas.
Estas cintas responden indefectiblemente a un prediseño. Tanto que era posible anticipar en “Annabelle” la sucesión del relato. Ese esquema lo podríamos resumir en 1) indicios de una presencia extraña, en un ambiente hogareño tranquilo 2) señales cinéticas acompañadas de efectos sonoros 3) terror y/o desequilibrio en el protagonista 3) la lucha contra el mal que se muestra indestructible y 4) el “amanecer”, cuando se ha logrado “limpiar” la casa del elemento maligno para retornara a la normalidad. A esa altura hay que dar necesario término al filme.
No sin antes anunciar un “bonus track” que nos anticipa que el espíritu maligno retornará y por cierto habrá una secuela. En el caso de “Annabelle” habrá una secuela de esta precuela que buscará recaudar tanto como lo está haciendo “Anabelle”
De hecho, en los primeros días de exhibición ya ha logrado superar la recaudación de “El Conjuro”. Por lo tanto, esta propuesta fue una idea genial para la industria cinematográfica.
En las salas nacionales, la cinta se está ya exhibiendo a tablero vuelto.
Entre tanta propuesta aun de menor valor, “Annabelle” hace el rol de que en un país de ciegos, el tuerto es el rey.
Para ser justa, sin mayores niveles de exigencia, entretiene.
A propósito de este filme y que luego se aproxima el Día de Brujas, cuando la televisión de pago saca a relucir las cintas de terror, comprometemos para los próximos días un comentario sobre las producciones que aun siendo añosas, siempre valdrá la pena verlas o re-verlas porque de verdad cumplen su objetivo: se manifiesta el oficio de los directores, que en esta categoría resulta vital, en el propósito de poner los pelos de punta.
Ya veremos también el impacto que podría tener “Annabelle” como disfraz en Día de Brujas. De hecho, ya circulan por las redes sociales algunas émulo de carne y hueso de esta siniestra muñeca. que no guarda precisamente el objetivo lúdico de las tradicionales muñecas.
El film está prohibido para menores y por tanto resultaría lamentable que con fines comerciales se distribuya el disfraz de este juguete con propósitos terroríficos.
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