Este viernes, todo Chile debería estar de fiesta, cuando ese día uno de nuestros bastiones de la poesía cumplirá la simbólica edad de 100 años.
Nicanor Parra dio inicio a esa verdadera estirpe de artistas de la cual ya hay tres generaciones.
Su apellido es emblemático, pues la parra normalmente responde a un tronco grácil pero sólido de donde se engendrarán racimos de uva.
Parra ha participado de eso. Junto a Violeta, Hilda, Roberto, Lalo y muchos de los descendientes de éstos han brindado al país reconocimiento y premios nacionales e internacionales por sus creaciones artísticas cuyo principal valor es su autenticidad tan criolla, tan artesanal, tan representativa de aquellos que llevan el arte en sus genes y no en una formación más erudita. De aquellos que emergieron por su esfuerzo y el valor de sus obras, de quienes hicieron un tremendo viraje en su destino.
Para contextualizarlo porque se sabe, los Parra no nacieron en cuna de oro, sino en una muy humilde. Eran los inicios del siglo XX, cuando gran parte de chilenos se situaba en una procedencia humilde.
Será cierto o no, pero el Diario Mural “Quebrantahueso”, proyecto que lideró Nicanor Parra y del cual hablaré en un segundo artículo sobre la exposición que tuve la oportunidad de visitar este pasado fin de semana, este Parra, quien se convertiría en Profesor Universitario de Física, Matemática, Mecánica Avanzada, aprendió a leer en los diarios con que su familia cubría las paredes de su precaria vivienda para evitar el frío y la lluvia.
Nicanor es el Parra más intelectual: profesor en la Universidad de Chile y otras de Estados Unidos.
Sin embargo, su intelectualidad no ha sido impedimento para que su creatividad estuviese ligada a lo popular, que ha sido la expresividad más característica de los Parra.
Nicanor es el representante más vigoroso de la antipoesía, cuya principal característica es el uso del lenguaje simple, cotidiano, provocador, humorístico, ingenioso, arrogante y subversivo, ambiguo, incoherente, confuso, indeterminado, vanguardista y excéntrico.
Todas características que lleva su creador: todos esos alificativos son Nicanor Parra mismo, quien los resume en sus Artefactos, sus tablitas, su diario mural, sus discursos, bandejitas y su famoso “Pago de Chile” y otras expresiones que están insertas en la muestra “Voy y Vuelvo” que comentaremos en un segundo artículo.
La antipoesía está en las antípodas de la creación mistraliana, nerudiana y huidobriana. Sobre estos dos últimos, las controvertidas referencias de Parra dificultan saber si fue admirador o enemigo de estos contemporáneos a quienes sobrevive.
Parra ha recibido amplio reconocimiento que se expresa en Premios Nacionales e Internacionales y hoy más que nunca están dados los contextos sociales para un acercamiento más íntimo del público hacia este irreverente antipoeta.
No siempre ha sido así. Durante la dictadura, su controversia le hizo adjudicarse el desprecio de la izquierda pero también el veto del dominio militar.
La Iglesia también ha sido blanco de este francotirador de la palabra irreverente.
Parra en sus 100 años: ya da lo mismo cuántos cumple el viernes próximo.
Como hemos reiterado con Neruda, Gabriela y otros escritores, Nicanor Parra hace mucho que ya ingresó al reino de los eternos por su magnífica obra.
Uno de nuestros primeros artículos ( http://agendalternativa.cl/pichanga/), que con motivo de este centenario recomendamos hoy, es del área de la música (que hemos dejado momentáneamente de lado por falta de tiempo) al escribir sobre la producción de Congreso titulada “Pichanga”. No sólo recomendamos el artículo: también el CD dedicado a los niños y donde es posible escuchar al propio Nicanor.
Nicanor eterno por su estirpe y creatividad.
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