Hoy se “celebra” el Día del Niño.
La fecha no me hace ningún sentido, si los Niños viven el día a día, los 365 días del año. Y una gran mayoría los enfrenta de forma muy gris.
El Día del Niño es una ironía, un sarcasmo, una burla y un cinismo. No puede guardar significado, cuando, ante la indiferencia de aquellas naciones que gozamos de cierta estabilidad, han muerto miles de niños en acciones bélicas, otros han quedado huérfanos de familias, y un número importante padece de hambre, desnutrición, frío, son víctimas de violaciones, violencia, abuso y muchos no alcanzan a nacer porque quienes debieron ser sus primeras protectoras decidieron interrumpir esa vida. Sobre todos esos temas reflexionaré en esta página pausadamente en lo que reste de 2014 haciéndome cargo que todo el Año la infancia se vive, y en una gran mayoría con una gran desprotección.
Abordaré en este primer y breve artículo esa “brillante” iniciativa gubernamental, la del aborto en “casos excepcionales” que nunca se expuso de forma explícita durante la campaña de elecciones presidenciales.
Chile va hacia la “liberalización” de la carga que significa para muchas mujeres llevar un hijo en su vientre, bajo una paupérrima premisa sobre nuestra “autonomía” del cuerpo y de traspasar a la actual cultura de lo desechable a un niño por nacer: pulverizarlo, llevarlo al trasto de la basura.
Dicen que con esta próxima legislación “avanzamos” y nos igualamos con otras naciones mas “desarrolladas”.
Falaz argumento, ampliamente contributivo para observar la vida como un producto desestimable. No nos sorprendamos entonces por el incremento de homicidios y de extrema violencia que se observa.
No seamos hipócritas desde la preocupación por el incremento de la criminalidad, si estamos dispuestos a atentar contra quienes sí están en la absoluta indefensión y en algunos meses más hasta desprotegidos por las leyes.
No pontifiquemos sobre los Derechos Humanos, si aceptamos el aborto como “vía” de escape a nuestra irresponsabilidad y arrebatamos a esa criatura el Derecho a la Vida, el más básico de los Derechos Humanos.
No seamos inconsecuentes, si escogemos una vía facilista porque hemos fracasado en enseñar, educar y formar a nuestros niños sobre su futura Responsabilidad Sexual.
Porque como padres no nos tomamos el tiempo para conversarles: estábamos demasiados ocupados en nuestra propia individualidad, esperando que el colegio asuma la tarea por nosotros.
Hoy pretendemos ocultar con el dedo de la “Modernidad” la gran verdad que es ya el preocupante número de embarazos interrumpidos en niñas que recién asoman a su adolescencia.
Y eso es el resultado de los grandes fracasos que como sociedad tenemos en Formación y Educación. Esa tarea ardua de educar, formar, conversar, dialogar con nuestros hijos es pedirnos demasiado. Seamos ejecutivos y modernos y, al igual que con la tecnología, que con un click nos aporta soluciones, información y nos resuelve la vida, disparemos con ¿un láser?: no lo sé, los médicos que fueron formados para dar la pelea contra la muerte, resolverán como “deshacerse” y dar muerte a la criatura por nacer. Estos “profesionales de la vida” tendrán “chipe libre”, mediante ley y sociedad “liberal” y permisiva, para ir contra los principios en que fueron formados. Contradicciones de la Era moderna cuando la vida vale muy poco.
Es mi reflexión en el “Día del Niño”. Y en su “celebración”, vaya mi adhesión con todos los futuros niños que no van a nacer.
Invito también a leer a quienes aún no lo han hecho, mis artículos sobre el tema ( ir a http://agendalternativa.cl/aborto/ ) y http://agendalternativa.cl/soy/ .
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