El Nuevo Perfil del Votante Chileno

 

Partidos Políticos se enfrentan a un Elector díficil de Seducir en la Intención de  Voto

 

Elecciones 2023Buscar el significado a lo sorpresivos resultados electorales del 7 de mayo ha sido la tarea de esta semana del mundo político y de especialistas en sondeos.

Estos últimos ya han entregado respuestas a las que debieran prestar oreja el Gobierno, el Parlamento, los Partidos Políticos y particularmente los flamantes Consejeros Constitucionales.

Los resultados fueron en blanco y negro; no hubo matices entre las preferencias de los chilenos, respondiendo así a un país en crisis de seguridad, económica y repitiendo el modelo del sector político de intolerancia al que piensa distinto.

Como sea, fueron múltiples las razones del votante para inclinarse hacia la Derecha que debe situarse en un realismo político y comprender que el sufragio no militante puede estar de paso si no responde a las expectativas que no necesariamente se vinculan con la Constitución. Por tanto, a los Republicanos les aguarda un largo y esforzado camino si pretende mantener la fidelidad de este cuerpo electoral que, no es un misterio, aspirará a incrementar en perspectiva de las próximas presidenciales.

El triunfo de los Republicanos fue tan contundente que ninguno de los  3 pactos que representaban a la Derecha Tradicional, Centro Izquierda e Izquierda Radical pudo superar la votación de los Republicanos que se quedaron además con la mayor votación en 12 de las 16 regiones.

Las encuestas que hoy emergen a casi 2 semanas de esa jornada describen una multiplicidad de razones de por qué la Derecha concentró el voto; las causas del segundo revés de la Izquierda y  el Gobierno y el fundamento de las manos vacías con que se quedó el Centro tanto de izquierda como de derecha.

Aun cuando los Partidos que aglutinó el Gobierno serán quienes se sienten a la mesa a debatir con los Republicanos, en rigor fue un Pacto con un gran fracaso: 8 colectividades donde el peso se lo llevó el Partido Socialista con 6 representantes aunque la mayor votación fue para los comunistas que apenas aportarán 2 consejeros, lo que expresa su disciplina pero también su dispersión electoral.

La presencia del PS en ese conglomerado sólo se explica porque son parte del Gobierno y los próximos años darán la respuesta si ésa fue la mejor opción de esa tienda política.

Anticipándonos al resultado de esos sondeos escribimos la semana pasada sobre este tema para el Semanario “Tiempo”, subrayando que el mundo político deberá enfrentarse ahora a un votante pragmático, que obedece a sus propios intereses y particularmente a sus vicisitudes y que ha tomado distancia de la emocionalidad y la adhesión partidaria.

Eso lo vuelve particularmente veleidoso y está demostrado por el oscilante rumbo que tomó el péndulo en la intención del voto, aun cuando el primer viraje lo dieron los resultados del 4 de septiembre.

Tal escenario llama al Partido Republicano a poner los pies bien sobre la tierra.

Por su caudal de preferencias, cayó en esta colectividad el compromiso en la elaboración de la propuesta constitucional. Pero no obstante su votación, lo más torpe sería repetir la errada experiencia de la izquierda que ya probó la mano de este nuevo elector que no se compromete con proyectos propios de matiz ideológico.

Por eso titulamos el artículo “La Misma Piedra”, con la que debe evitar tropezar el Partido Republicano y no frustrar de nuevo la confianza de este elector cuya inclinación puede ser efímera.

Les invito a leer esta columna, mientras preparo para esta semana un artículo sobre la agobiante y torpe verborrea política, cuyas señales son preocupantes.

Ese es justamente el primer indicio que se observa como una derivada de lo que planteamos en el siguiente artículo.

La Misma Piedra

Artículo publicado el 12/05/23 Semanario ¨Tiempo¨

La Historia de la Humanidad está plena de ejemplos de cómo las sociedades cometen siempre los mismos errores porque carecen de la capacidad para aprender de éstos. Tropiezan con la misma piedra.

No transcurrieron 48 horas tras la jornada electoral  para que las fracciones de izquierda y derecha que concentraron la elección de consejeros constitucionales, comenzaran a atrincherarse con interpretaciones mañosas tanto del triunfo como de la derrota que en nada facilitarán el diálogo y la disposición que se requiere para elaborar una nueva Constitución.

Qué bien le haría a Chile  concluir esa tarea que efectivamente no estuvo en la prioridad ciudadana, así despejar el camino, y ponerse a trabajar en las múltiples carencias existentes en el país y en aquellas iniciativas que podrían reconducirnos al Desarrollo.

Asumir con realismo político la labor del Consejo Constitucional, tanto el sector mayoritario como minoritario,  significa evitar que la redacción de la Carta Fundamental sea una vez más un campo de batalla y el votante nuevamente castigue con su voto la tozudez y ceguera dogmática.

Particularmente  les haría muy bien a los consejeros desistirse de la pretensión de convertir a la propuesta constitucional en una suerte de caballo de Troya y desde allí conducir el país hacia objetivos doctrinarios.

Fue el gran error de la izquierda y los sufragantes así se lo hicieron saber en las urnas.

El Partido Republicano debiera  interpretar su aplastante triunfo reflexionando con objetividad que el gran caudal de votos obtenidos no es una declaración de amor eterno por parte del votante.

El golpeado chileno no militante simplemente está buscando refugio en el sector que espera pueda actuar con firmeza frente a sus problemas más apremiantes, que el Oficialismo ha sido incapaz de resolver, demostrando no sólo incompetencia, también vacilaciones que se vinculan más al apego doctrinario y su confusa interpretación de los derechos humanos. Ese temor también se proyecta en una nueva Constitución.

Tras la derrota, el Gobierno parece estar más concentrado en cómo persistir en su programa sin apartarse un pelo del matiz ideológico que la Ciudadanía rechaza y sin asumir que  este nuevo revés electoral llevó implícita una desaprobación a su gestión.

La Derecha de Kast tiene hoy la responsabilidad de representar a la Ciudadanía que aspira contar con una Constitución que otorgue Estabilidad y Gobernabilidad y para ello debe ordenar a militantes mareados con el triunfo. Lo contrario significará dar el pie para que la izquierda encuentre una justificación en desplegar su convincente retórica que permita nuevamente mover el péndulo en el plebiscito de salida.

Que la Derecha tenga presente que el voto que les favoreció no fue un cheque en blanco para escribir una segunda barbaridad disfrazada de propuesta de Carta Constitucional.

Aprender de los errores ajenos es la más apropiada estrategia para evitar tropezar con la misma piedra.

Susana Pozo Pizarro, es Periodista (UCh), Magíster en Información Económica. A nivel profesional ejerció en formatos de Televisión, Radio, Periódico y Revista. También se desempeñó en Comunicación Corporativa y culminó su carrera como Editora y Columnista del sector de Economía en Diario “El Mercurio” de Valparaíso. A nivel académico ocupó cargos en la Universidad de La Serena como académica, Directora de la Escuela de Periodismo y vicedecana de la Facultad de Ciencias Sociales y Administrativas. En 2008 recibe el Premio “Elena Caffarena” que otorga el Gobierno para reconocer a mujeres destacadas en su ámbito profesional. Hoy es columnista del Semanario “Tiempo” de La Serena y maneja este sitio para analizar la actualidad así como otros temas de interés. Nos estamos acercando a 1.800 seguidores en twitter y un número significativo que nos siguen a través del contacto directo y de correos. Nuestro interés es otorgar análisis independiente y acogemos comentarios que pueden observar enfoques distintos y opuestos al nuestro.

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