“El Poder del Perro” y “Belfast” están presentes en la Competencia

A propósito de la sólida carrera ya emprendida por el filme “El Poder del Perro” hacia el próximo Óscar- ya se adjudicó como antesala varios Globos de Oro- comentaré este film accesible para estas semanas de vacaciones y también de mayores actividades al interior del hogar en prevención de lo que está ocurriendo con Omicrón, la cepa del coronavirus que se ha tomado todo el protagonismo. Y también me referiré a su más sólida rival, “Belfast” aun no presente en las carteleras chilenas, pero que también ganó Globo de Oro.

Me cuesta entender la apreciación positiva como para llevar a la premiación a “El Poder del Perro” (Netflix), sin desconocer sus méritos que se sustentan en la impecable actuación de Benedict Cumberbatch (cómo no, este británico es de lujo); el trabajo de la directora neozelandesa Jane Campion y el construir un nuevo relato uniendo dos atmósferas que no dialogan y que tiene en común con su antecesora, “Secretos de la Montaña”: el rudo  Oeste y la homosexualidad.

Y una vez más el cuidadoso trato de la atracción de una pareja del mismo género, que aquí está consolidada sobre códigos de miradas, gestos, y empatías que nada tienen que ver con la caricatura- y también comportamientos explícitos, por qué no decirlo- entre homosexuales.

Este manejo cinematográfico sobre la homosexualidad ya lo habíamos visto en cintas como “Secretos de la Montaña” y “Moonlight” a propósito de un artículo sobre el tema al comentar la notable película “El Repostero de Berlín”, publicado hace un par de años en mis páginas y cuya dirección les dejo. http://agendalternativa.cl/el-cine-y-su-nueva-mirada-sobre-la-homosexualidad/

La debilidad de “El Poder del Perro”  está en un relato que se arrastra con personajes e intérpretes que no compatibilizan con la desenvoltura de  Cumberbach, para llegar al corazón del mensaje que a mi juicio es la soledad de convivir en ambientes adversos a las propias individualidades.

Con todo, si es la producción apropiada para que se lleve el Óscar o no, nada podemos opinar, por las exiguas producciones ya vistas o que han llegado al país y las dificultades para acceder a ellas.

Pero he tenido la suerte de revisar también a su mayor competidora- “Belfast”- basada en la niñez de su director Kenneth Branagh- el prestigiado adaptador en cinematografía de las obras de Shakespeare.

Cómo no iba este actor, director y guionista tener un retrato cinematográfico de sus álgidos años de infancia vividos en su natal Belfast, porque ese periodo cuando una gran mayoría de niños- no todos- tienen la suerte de experimentar las mejores fantasías y recuerdos de vivir sin la presión del mañana y bajo el alero de una familia que les protege y cuida, para Branagh tuvo su no menor dosis de tristezas y pérdidas.

Branagh accedió a todo lo bondadoso que aporta una buena niñez y en la película recuerda a sus abuelos, sus amigos y el despertar de la primera ilusión amorosa, cuando apenas se empinaría por los 8 años.

Pero el filme- en el maravilloso blanco y negro- retrata también sus vicisitudes y  su drama porque fue una infancia cruzada por el conflicto norirlandés (Belfast/Londonderry) que enfrentó a católicos y protestantes y que se extendió nada menos que por 30 años.

Y claro que sí, si bajo el paraguas del conflicto surgió el temido IRA (Ejército Republicano Irlandés) cuya presencia dejó doloroso y voluminoso saldo de muerte y destrucción.

A muchas familias irlandesas representará esta gran realización, porque en sus protagonistas está representado el dramático autoexilio en busca de la paz, la estabilidad y la seguridad.

Y cómo niños, abuelos y primeros amores se desgarran por la separación y tener que reconstruir la vida en un entorno ajeno.

Una película muy de estos tiempos, simple, de personajes queribles y de tono nostálgico por lo que quedará atrás para siempre.

Un rol muy de trastienda y que creo podría elevarse a los premios es, cómo no, el de Judi Dench, que interpreta a la abuela quien tiene la certeza que en pocos años será sólo un desleído buen recuerdo.

Podría ser esta vez concretarse el Óscar que se le adeuda a Branagh.

“Belfast” llegaría a los cines nacionales en marzo.