Ponen a permanente prueba
la Paciencia Ciudadana
En nuestra convivencia, hemos entrado en un preocupante ascenso de descalificaciones y también sometidos a un constante desafío a nuestra mansedumbre ciudadana. En lo primero, se ha excedido hasta el límite de los insultos. Los desafíos a la mansedumbre ciudadana se encauzan por las sistemáticas transgresiones que el sector político asume en irregularidades y falta de compromiso en el desempeño de sus cargos.
Con actitudes, decisiones y explicaciones que ponen a prueba la tolerancia de la Opinión Pública.
La semana que hoy se cierra, el ya ex Agente en La Haya, José Miguel Insulza, y el presidenciable Alejandro Guillier se han sumado a esta espiral de incorrecciones en la forma y en el fondo.
La renuncia de Inzulsa resulta impresentable pues debió tener en cuenta cuando asumió este cargo, que tal decisión menoscaba la imagen en la defensa frente a Bolivia.
Le ha faltado el respeto a todo el país y aún así ahora espera convencer a su colectividad y eventualmente a los votantes para ser el elegido a ocupar La Moneda.
Pero en la esfera política hoy todo puede suceder y el país debe tolerar aspirantes que muestran desatino y escaso criterio.
Hasta para explicar una situación que se agradecería se hiciese en lenguaje simple y correcto.
Es el caso del presidenciable Alejandro Guillier, cuyo desaguisado ha circulado profusamente por las redes sociales que le han otorgado amplia condena.
Todos los pretendientes presidenciales han incurrido en comportamientos reprobables.
Sebastián Piñera ha otorgado lacónicas y evasivas explicaciones sobre sus inversiones en Perú; Marco Enríquez-Ominami sigue negando su conexión con empresarios brasileños y con Soquimich; Ricardo Lagos se sacudió de todos sus grandes errores en su Administración y se los endosó a la Presidenta Bachelet.
No está claro claro si algunos concejales electos podrán asumir, porque aun enfrentan procesos judiciales.
La comuna de Hualpén se quedó sin cuerpo edilicio porque 7 de los 8 concejales fueron destituidos por el Tribunal Regional Electoral por faltas a la probidad . 3 habían resultado re-electos. El mundo político está absolutamente silencioso con respecto a este nuevo escándalo porque compromete a todos los partidos.
El alcalde de Maipú, Christian Vittori, (Independiente DC) renunció al cargo a 7 días de traspasarlo, tras su derrota electoral, y un largo proceso en que está formalizado por el Caso Basura.
Aún así, el rumor es que postulará a un sillón parlamentario y ¡tal vez que así sea! Y…¡puede que sea elegido!
Esto último es el meollo: lo tolerantes e indulgentes que somos.
Qué distinto sería si no optáramos por aquellos que vinieron a ofrecer fantasías, espejismos, entelequias, irrealidades y que realizan una labor tan deficiente que se atreven luego a justificarse con que no leyeron el programa del cual participaron y suscribieron.
A esos debiéramos excluirlos de nuestras preferencias, pero manifestarlo con un voto.
Personalmente estimo- como en el refrán, que por la boca debería morir el pez y así titulé la columna que hoy viernes publicó el Semanario “Tiempo”.
Les invito a leerla
Por la Boca muere el Pez
Semanario “Tiempo” 25/11/16
Así dice un refrán sobre frases y decisiones nefastas que terminan por complicar a quienes las asumen
2016 será un año que profundizó el descrédito de políticos. Un factor gravitante han sido afirmaciones y definiciones altamente cuestionadas por la Ciudadanía.
Ha ocurrido en todas las esferas de representatividad de la clase política.
Incluso en aquellos que pretenden competir por la primera magistratura del país, al parecer la principal preocupación de nuestros representantes, como si el país no necesitara urgentemente un tratamiento intensivo para recuperarlo de la mediocridad económica y política en que está sumido.
El último número lo protagonizó nuestro ex agente en La Haya, José Miguel Insulza, al abandonar esa trascendente misión para lanzarse a la pelea por el sillón presidencial.
Un propósito que mantuvo latente desde que retornó al país y mientras trabajó en la contramemoria. Es válido por tanto concluir que el cargo lo usó a modo de instrumento en sus aspiraciones.
Muy legítimas podrán ser éstas, pero causó daño a la política exterior del país por cuanto es una pésima señal de la escasa trascendencia que otorgamos a la defensa de nuestro territorio.
El senador Alejandro Guillier se sumó a los políticos que no aplican un apropiado criterio a sus declaraciones, al descalificar al ministro del Interior, Mario Fernández, quien “podría estar sufriendo de Alzheimer”, expresó el presidencial.
Suavizó su desatino y dijo que era “una frase en tono humorístico”. Como si padecer de Alzheimer es para festinar con humor.
Otro irrespetuoso con Chile fue el papá de las AFPs, José Piñera, quien en nuestra cara, y particularmente en las de los empobrecidos jubilados, comparó el modelo “con un Mercedes Benz que necesita bencina y ese es el aporte mensual, el ahorro”.
Claro, se ha estrujado hasta la pobreza, “el ahorro” de los trabajadores para el “Mercedes Benz” que disfrutan los dueños de AFP.
Otros ejemplos aún más vulgares provienen de quienes han sido elegidos y hablan muy mal de su nivel de educación.
El diputado socialista, Marcelo Schilling, celebró la expulsión de ciudadanos de la tribuna con la frase “Fuera viejas …..”.
Lo imitó la Presidenta de la CUT, Barbara Figueroa, quien motejó al ministro de Hacienda como “hijo de ….”.
Similar frase dirigió el diputado Gaspar Rivas a Andrónico Luksic.
Sobrepasar los límites admisibles del respeto es siempre un proceso en escalada que en Chile se dio cuando fuimos incapaces de sostener nuestra Democracia.
Un punto de inflexión en el retorno a estas prácticas se manifestó cuando una alumna arrojó agua a una ministra, acto justificado por la agraviada y amparado por los profesores.
Probablemente, la estudiante actuó bajo el ímpetu de su juventud.
Preocupante que tal escalada haya llegado a quienes deben liderar el desarrollo del país y a quienes aspiran a conducirlo.
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