Bochornosa ausencia parlamentaria para tratar crisis chilota
Sólo 20% de congresistas asistieron a primera citación
Hay contrastes para festejarlos y otros para deplorarlos. En esa materia Chile es un escenario pletórico de diferencias de las cuales nos hemos referido en múltiples oportunidades: al Chile desigual.
Un nuevo botón de muestra.
El martes 10, la Cámara de Diputados estaba citada para analizar la profunda crisis en que está sumido el sur de Chile y que golpea con furia al sector de la pesca artesanal a propósito de la marea roja.
El debate se hizo con 40 parlamentarios. De un total de 120 miembros, el primer guarismo apenas representa el 30 % del total y fue una cifra que se logró, luego de tener que suspender la sesión por falta de quórum, ya que al primer llamado concurrían sólo 24 congresistas, apenas el 20 % de legisladores que en su campañas se proclaman dispuestos a luchar en defensa de los más vulnerables.
Y nada productivo se logró de tal reunión, apenas un llamado para que el Gobierno adopte medidas concretas en torno a la crisis y solicitar la extensión del bono de ayuda a todos los sectores afectados.
Una zona paralizada por un desastre natural y luego por la protesta de los damnificados que ya han aprendido que sólo adoptando medidas extremas logran ser escuchados, resultó un tema indiferente, lejano, para el Congreso.
Pero a la mañana siguiente hubo euforia, motivos para celebrar, porque gracias a un controvertido fallo, el Tribunal Electoral, Tricel, avasalló con las argumentaciones del cumplimiento a la norma del Servicio Electoral y dio pase para que la Nueva Mayoría pueda efectuar Primarias, aunque la documentación llegó de forma irregular y, lo fundamental, fuera de plazo.
Esto último lo anticipamos en una de nuestras columnas, porque no es difícil concluir que la institucionalidad, cuando se trata de cumplir plazos, obligaciones y compromisos, sólo rige para el chileno silvestre, a que calificamos de pelafustanes, en contraste con la privilegiada clase política.
Debido a este bochornoso episodio de la Nueva Mayoría, quedaron sobrepasados todos los plazos considerados en la organización de estas Primarias legales.
Después de esto, que deberá dar paso a una “agenda corta” para corregir el cronograma de estas Primarias ¿quién puede argumentar que no hubo irregularidad en el cumplimiento de plazos en la presentación de Pactos y Sub-pactos de la Nueva Mayoría?
¿Y quién puede sustentar que las instituciones funcionan?
Chile, país de contraste. Festejan torcer la mano a la institucionalidad y no hay espacio para analizar el drama que vive una región.
Las regiones y la indiferencia de los políticos frente al atraso y postergación del “otro” Chile que no sea la Región Metropolitana fue el tema que analizamos en la última columna del Semanario “Tiempo” y que invitamos a revisar a nuestros lectores de agendalternativa
La Rebelión de las Regiones
Publicado el 13 de mayo de 2016 en Semanario “Tiempo”
Chiloé no fue el primero ni será el último enclave regional que adopta situaciones extremas para hacerse escuchar.
El punto de partida lo dio Aysén cuando en 2012, a la protesta de pescadores se sumaron otras organizaciones comunitarias.
Otros brotes han surgido en Arica e Isla de Pascua tras resentir el abandono, la postergación y la discriminación con respecto al Área Metropolitana que concentra mayoritariamente recursos en infraestructura y servicios bajo el predicamento del beneficio a mayor número de ciudadanos.
Pero, como hemos planteado en otras oportunidades, ¿es justificable que iniciativas de índole social se midan bajo el frío cálculo de las cifras, sin arrasar con la lógica de construir un país armónico?
Tras el centralizado razonamiento con que se distribuye el erario persiste la sospecha que las decisiones están inspiradas en el número de votos que suman proyectos situados en el sector metropolitano.
En la última campaña presidencial, la contienda final se concentró en la RM tras la carrera por la captura de sufragios.
Ahí se sitúa el corazoncito de los candidatos y de las autoridades.
No estamos de acuerdo con que las regiones presionen por platas, sino por proyectos para un desarrollo sustentable.
La mecha de ese polvorín hay que buscarla en la bonocracia, la peor oferta electorera.
Además, hoy se agotó el estoicismo regional frente a proyectos postergados y la incoherencia existente entre su aporte al crecimiento versus menor existencia de servicios básicos que mejoren la calidad de vida ciudadana.
La marea roja que hoy dejó sin fuente de trabajo a las numerosas caletas del archipiélago, no hizo sino reactivar el descontento local y fue el gatillante para otras demandas porque este complejo isleño ha ido en retroceso por un pésimo manejo de todos los Gobiernos.
¿Qué ha sido del Puente Chacao? Su historial se remonta a los años 70, la dictadura lo mantuvo en hibernación y la democracia ha sido incapaz de reactivarlo. La promesa es que el 2019 podría entrar en funcionamiento… si es que no sufre la suerte del Puente Caucau sobre el Valdivia, emblema de cómo los proyectos regionales se asumen con una irritante liviandad e indiferencia.
Los isleños ya no desean el Puente Chacao, piden ahora y ya un hospital para que sus habitantes no perezcan por la falta de una atención oportuna.
El mal manejo ambiental de las salmoneras no radica en esa industria, sino en el desastroso control de la institucionalidad pública al no cautelar una correcta convivencia del recurso pesquero local.
Con su protesta, Chiloé se está autofagocitando. Lo mismo aplica para el Gobierno que coloca la plata por delante por sobre proyectos que permitan a las regiones avanzar en su desarrollo. Hay además ausencia de una política en gestión de crisis que considere los desastres naturales y una alternativa para enfrentarlos.
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