Vivaldi , Neruda y también la Gabriela
No, con mi título no me refiero a Antonio Vivaldi, el genio musical del Barroco, sino a Ennio Vivaldi, el Rector de la Universidad de Chile, quien ayer sábado participó como uno de los panelistas de cierre del IV Congreso del Futuro y arrancó aplausos al recitar en italiano el “Poema 20” de Pablo Neruda.
Con este y otros dos versos de Giusseppe Ungaretti, la autoridad académica dio inicio a su exposición, cuyo enfoque fue la defensa de la Educación Pública como un eje central para la unificación y el desarrollo del país.
¿Y cómo relacionó al excelso vate con su tema?
Muy fácil, el académico citó a Neruda y también a Gabriela Mistral, como hijos de la Educación Pública y afirmó que si ambos hubiesen pertenecido a la generación de estudiantes de los 80 no hubiesen tenido la oportunidad de desarrollo alcanzado y Chile no exhibiría hoy dos Premios Nóbel.
“Hubiesen sido 2 niños a los que injustamente se les hubiese negado a desarrollar sus talentos”, afirmó Vivaldi, agregando que mantener el actual estatus quo de una educación tan desigual “contradice la raíz del pensamiento liberal e impide que el país se sitúe con la noción de un colectivo. “En definitiva, todos perdemos”, precisó.
Agregó que “es una vergüenza que el país no ofrezca al 80% de los sus niños la oportunidad de desarrollarse” y añadió que “el esfuerzo de mantener desigualdades es muy brutal”.
Recordó que la Universidad de Chile ocupó en la génesis académica del país un rol central “y que sacarla de la sociedad fue una condición que validó el modelo que hoy tenemos”.
Desde esa perspectiva, valoró el papel de las universidades estatales en su competencia para construir un país más igualitario, en tanto llamó a pensar el futuro en un esquema de Igualdad. Equidad y el Derecho de las Personas con un enfoque multidisciplinario y “a sentir dolor por el niño que no tiene oportunidad de desarrollarse”.
Coincido plenamente con todo lo expresado por el rector Vivaldi. Tanto es así, que el 21 de octubre pasado publicamos en estas páginas uno de los tantos artículos que hemos escrito sobre la dramática pérdida de la Calidad Educacional y hacíamos también alusión a Pablo Neruda y Gabriela Mistral como los más prístinos ejemplos de la Educación Pública.
Así como hemos hecho presente nuestra decepción por la decisión del Gobierno de no haber privilegiado las asignaciones presupuestarias en las Universidades Estatales, un tema que hemos hecho presente en varios artículos.
Como en estos últimos meses se ha sumado un número importante de nuevos lectores a Agendalternativa, como fruto del trabajo de mi colaborador, re-edito esta columna publicada en octubre pasado en Semanario “Tiempo” bajo el título:
Y la Calidad Educacional…¿Cuándo? – Semanario “Tiempo”
El hermoso poema de Neruda titulado “Las Palabras” da cuenta de su subyugante conexión con, precisamente, las palabras, el cimiento que le llevó al pináculo de la literatura, como uno de nuestros Premios Nobel. Recomiendo esa creación nerudiana que expresa la trascendencia de las palabras, la escritura y la lectura en nuestro desarrollo cognitivo.
A su vez, Gabriela Mistral es un ejemplo asombroso de cómo una modesta niña nacida en un apartado pueblo de la IV Región en el siglo XIX, pudo con las palabras y su pensamiento, ser catapultada a la gloria literaria como la primera latinoamericana en obtener un Nobel. Acontecimiento que ocurrió en los años 40, cuando predominaba la inferioridad femenina. Y también reparemos que la Mistral es hasta hoy una de las 2 únicas latinoamericanas, junto a la guatemalteca Rigoberta Menchú, en obtener ese preciado galardón.
Neruda y Gabriela Mistral son hijos de la educación pública. En la poetisa fue más precaria su formación: a la escuela pública siguió su trabajo como maestra ayudante en un plantel de La Compañía, en Serena, y también dejó huellas docentes en La Cantera, y Los Cerrillos (Ovalle).
Convalidaría su formación como docente normalista y eso explica que gran parte de su prosa está dedicada a la Educación.
La formación de Neruda culminó como alumno del Liceo de Temuco.
¿Podrían hoy nuestros escolares cumplir con estas proezas, con similar formación?
Todas las evidencias dicen que no y el gran debate actual debiera ser cómo recuperar la educación, particularmente la pública, desde donde otrora no sólo emergieron Mistral y Neruda, que hemos mencionado como los más prístinos ejemplos.
El más reciente testimonio en resultados precarios es la Prueba Since de Escritura para 6º básicos, cuyos logros no traspasaron la barrera del 50% y que aún evidenció menores resultados en el ítem “Desarrollo de Ideas y Vocabulario”.
Este rendimiento explica mayoritariamente el problema que tenemos como país en Educación.
Si hay límites para desarrollar ideas y pobreza en el glosario de palabras, entendemos las dificultades de niños y jóvenes en todas las asignaturas, así como el no sentirse atraídos por el estudio y por la lectura, cuya comprensión el año pasado dio cuenta de un 60% de personas con incapacidad para interpretar un texto.
Se ha intentado bajar el perfil a este resultado por la homogeneidad que presentan todos los niveles socioeconómicos.
No podemos tranquilizarnos con igualar y mucho menos usar esta homogeneidad para rechazar las críticas al proyecto de Reforma Educacional.
Por eso, en pleno debate parlamentario, preguntamos ¿Y cuándo será el turno de profesores y de contenidos para avanzar en Calidad en esta gran transformación?
No eludamos además que padres y apoderados también tenemos velas en este entierro que hace muchos años hicimos de la buena educación.
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