¿Todo de Nuevo en Educación?
Mientras el Gobierno realiza infructuosos esfuerzos para que la ciudadanía y su propia coalición acepten sus propuestas educacionales, la corriente de Opinión Pública va en sentido contrario.
La semana recién pasada salieron a la calle los profesores, los estudiantes y los apoderados: todos insatisfechos con la Reforma. Son grupos que además no tienen afinidad en su rechazo: los estudiantes aspiran a la gratuidad, los profesores a mejores sueldos y los apoderados quieren mejores resultados.
Yo me matriculo con todas esas pretensiones, siempre que los dineros públicos estén focalizados en los sectores vulnerables. Ahí se sitúa la gran deuda social de este país, con quienes una Mejor Educación les otorgaría mayor autonomía, más dignidad, más cultura, más conocimiento y mejor calidad de vida. Y de paso, fortaleceríamos la desastrosa Democracia: un ciudadano mejor informado y formado es más participativo y decide con mayor propiedad.
Un eje primordial para progresar en Educación es el Profesor: hay que avanzar en su perfeccionamiento, otorgarle remuneración acorde a la importancia de su labor y estabilidad laboral. Todo lo anterior no está incluido en las propuestas primarias del Gobierno.
La OCDE difundió la semana pasada un negativo diagnóstico sobre la realidad del profesor chileno, quien, comparativamente, entre los educadores de los 34 países miembros, enfrenta la peor realidad para el desarrollo exitoso de su tarea.
OCDE retrata a nuestros maestros como quienes más tiempo deben dedicar al trabajo en aula, en desmedro de una labor en equipo e integral y en la preparación de sus clases. También mayoritariamente no cuentan con un contrato permanente y deben atender un exceso de alumnos por sala.
Este escenario que representa las condiciones desventajosas del desempeño docente, por cierto que no es el más propicio para que avancemos en Calidad Educacional, particularmente en el sector público, donde se requiere un pedagogo muy preparado para alumnos que también carecen de estímulos en sus hogares.
Creo que La Moneda equivocó la ruta en materia educacional, al priorizar cuestiones financieras porque quiso enviar una venia política a la calle y está sacrificando (postergando) dos pivotes primordiales: el maestro y recuperar niveles satisfactorios en la educación municipalizada.
Sustentar la apuesta educacional en comprar colegios generará al Ejecutivo un serio obstáculo en su segundo Proyecto Estrella: la Reforma Tributaria. A muchos no convence pagar más impuestos para destinarlos a la adquisición de edificios.
La agenda corta anunciada por la Presidenta la semana pasada para inyectar recursos en escuelas municipales ya es un paso en reconocer el equívoco y tal vez sea la primera señal para reversar la propuesta gubernamental.
¿Todo de nuevo en Educación? No, nunca tanto: Nueva Mayoría hoy manda.
Comments
No comment