Creativo aporte nos regala Nóbel de Economía para el Escándalo Previsional
Una “brillante” receta nos vino a regalar nada menos que un Premio Nobel de Economía para resolver las escandalosas bajas pensiones que reciben los trabajadores chilenos al jubilar y entregar sus ahorros previsionales a cualquiera de los holdings que operan en la administración de esos recursos.
Precisemos una vez más, antes de ir a la “receta del Nóbel”, que el sistema de pensiones de Chile constituye un negociado por donde se le mire, porque sumados todos los ingresos que mensualmente perciben por conceptos de cotizaciones, permite a las AFPs una acumulación de capital que colocadas en el mercado les reporta jugosas ganancias versus las magras pensiones recibidas.
Si este no es un Escándalo, no sé qué calificativo le podríamos adjudicar.
El actual sistema de pensiones significa el empobrecimiento de los chilenos, mayor gasto fiscal con las compensaciones por retiro que el Estado debe otorgar y un pésimo tiraje de chimenea para nuevos entrantes al mercado laboral, un tema que abordaré en un segundo artículo sobre este mal negocio para los trabajadores.
De momento les invito a leer esta columna que aborda la conferencia entregada por el Nobel de Economía en cuyo viaje la Comisión Asesora presidencial del Sistema Previsional se gastó sus buenos dólares.
Para la “receta” que nos aportó el Nóbel, bien pudo permanecer en su casa.
Los Otros Grandes Escándalos
(Semanario “Tiempo” 26.06.2015)
Peter Diamond, Nóbel de Economía 2010, manifestó en visita a Chile invitado por la Comisión Asesora Presidencial del Sistema Previsional, que es necesario elevar la cotización de los trabajadores, como solución para mejorar las menesterosas pensiones AFP.
¿Se habrá informado este galardonado economista del promedio salarial del país?
Porque su afirmación debió haberla hecha en un contexto de una información integral, como se elaboran los análisis económicos y de cualquier disciplina, que deben considerar la multiplicidad de factores intervinientes para llegar a conclusiones tan absolutas como la enunciada por Diamond.
Si hubiese conocido la variable salarial, Diamond talvez se hubiese espantado.
Sobre la base de la Encuesta Nacional de Salarios, la Fundación Sol realizó un estudio que concluyó que más del 50% de trabajadores chilenos gana menos de $ 300.000 y que el 70% no supera los $ 426.000.
Escandaloso.
Me asaltan dos preguntas inmediatas: ¿Cómo sobreviven? y ¿Cómo les aplicamos la “solución” Diamond para elevar sus pensiones?
Pero no culpo al Nobel de tamaña imprecisión. Todas las fórmulas “inteligentes” para salir del nudo gordiano que implica la fábrica de pobres engendrada por las AFP, luego de haberse enriquecido con el capital de trabajadores, apuntan en esa dirección: a cotizar y ahorrar más.
Así les contribuimos más a su pozo de riqueza.
Circulan publicidades insultantes como la que recrea una ingenua cotizante predicando que su AFP “le enseñó ahorrar más”, para llegar al paraíso de la jubilación.
¿En que estará esta Comisión, aparte de organizar seminarios con Nobeles, que vienen a importarnos realidades sin conocer todo el contexto?
No sabemos, pero revisé algunas intervenciones del seminario al que concurrió Diamond y no encontré reflexión alguna sobre esta punta del iceberg en las bajas pensiones: los salarios enanos.
Sólo la representante de la OIT dice otra verdad del porte de un buque: cuando se armó el andamiaje del régimen privado previsional, se dejaron caer todos los holdings internacionales que se han enriquecido con los pulmones de la clase pobre y media de los trabajadores chilenos.
Como he señalado en otros artículos, si este o los Gobiernos que le siguen no arreglan el entuerto de las pensiones, así como el de la baja Calidad Educacional, la Equidad prometida seguirá residiendo en Utopía.
La cuatrilogía que he abordado en algunos análisis- Delincuencia, Jubilaciones, Calidad Educacional y la agonizante Salud Pública- son los otros grandes escándalos que sacuden al país.
Estos permanecerán en la realidad agobiante de los chilenos.
Los escándalos políticos pasarán sin pena ni gloria por el entramado de la autoabsolución, que beneficiará a los involucrados, amparados en los convenientes vacíos legales que les otorgarán lenes sanciones.
¿No lo cree?
El último “modelo” que da cuenta de los lapsus legales es el del Caso Farmacias cuyos involucrados salieron libre de polvo y paja porque la colusión en este país no constituye un delito.
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