Los Oscuros Tentáculos del Grupo Penta

Penta ha seguido sacudiendo a la política y aun no  tenemos certeza si este escándalo ha llegado hasta la profundidad.

Hoy jueves surgió otra arista que podría estremecerla aún más. El Diario “El Mostrador” publica un artículo para aclarar la existencia de una “Doña Lucía”, mencionada en los flujos de dinero que salían desde las arcas Penta. Fue el propio denunciante de este escándalo, el ex gerente Hugo Bravo, quien precisó en el curso de los  múltiples interrogatorios, que se trata de la viuda del ex dictador, a quien varios empresarios han “colaborado” para ayudarle a “subsistir”.

Seguramente no  será un asunto que se investigue. Cualquiera puede ser mecenas de quien se encapriche. O también con quienes se sientan en deuda. Creo que por ahí va la explicación a esa suerte de ayuda impresentable. ¿Cuánto ciudadano medio se enriqueció durante la dictadura? Muchos, a propósitos de las AFP, de las Isapres, de las Privatizaciones y de la Capitalización Social.

Muchos, a quienes ayer conocimos como simples funcionarios públicos, hoy están en las alturas del patrimonio privado.

Bien por ellos, y podría a lo mejor  explicar esta reconocida gratitud con la viuda del dictador, pero aun cuando esté al margen de la investigación, no deja  de ser una circunstancia escandalosa e insultante para quienes gracias al sistema previsional que nos instaló la dinastía, esto es la gran mayoría de los chilenos, está destinada a una vejez precaria, y condena a las nuevas generaciones a ser el sostén de sus padres.

El sistema  anterior no era el mejor, pero el actual es  uno de los padres putativos de  las grandes desigualdades del país: ha enriquecido a muchos, a todos los propietarios de la AFP y a todos quienes han podido usufructuar de la riqueza generada con la capitalización previsional de la  gran restante proporcionalidad de chilenos: la clase media con todos sus matices y los trabajadores más modestos quienes, a cambio, recibirán una pensión precaria.

Con seguridad todo ese  bolsón de cotizantes- los llamo los futuros  pobres si ya no lo son- merecemos más que “Doña Lucía” una Fundación, y que afloraran las sensibilidades y el bolsillo  empresarial, particularmente de quienes hemos contribuido con nuestro capital a engordar su propia cartera.

Les permitiríamos tómbolas, teletones y lujosos trasatlánticos surcando por  los mares y  recogiendo dineros para compensarnos de la inopia que nos espera.

Todo lo anterior, como  primera  reflexión de los  negros tentáculos de Penta y a propósito de la derivación de dineros hacia el clan Pinochet.

De los siguientes impactos, el primer atisbo sobre la profundidad del Factor Penta, lo  mostró la Encuesta CERC-Mori, cuyos consultados otorgaron apenas  el 4% en la intención de voto a la UDI, si hoy se hubiese realizado una elección.

Adviértase que  la recolección de datos se hizo entre octubre-diciembre, cuando este  escándalo estaba aún inmaduro. Por tanto, aún restan efectos que se dejarán caer en los meses próximos sobre quienes  hoy están desfilando en la investigación y no logren aclarar  ante los tribunales y la Opinión Pública su vinculación con el Holding.

Otro golpeado por este  caso aún en curso es el ex presidenciable Andrés Velasco, quien  retrocedió en las preferencias como político con futuro.

Así, el sondeo ha situado a Marco Enríquez-Ominami como el aspirante con mayores preferencias, seguido pero a distancia por el  ex Presidente Piñera. Acotamos esto último a propósito que el péndulo en las preferencias ciudadana está oscilando en extremos.

Algunas reflexiones sobre este resultado. Lo reconfortante es que de acuerdo a la intención de voto de los encuestados, la futura elección presidencial no está dentro de  su preocupación inmediata. Así como la primera y segunda  vuelta  presidencial recibieron una gran pifia que se expresó en una elevadísima abstención: fue mayoría.

Segundo, Enríquez-Ominami, a pesar de  los resultados, caminará por la cuerda floja si persiste en su aspiración presidencial (así lo ha manifestado) porque su acercamiento al actual Gobierno- si se sigue en la lógica de los resultados que aporta el barómetro Cerc- es que se está arrimando a un conglomerado que  no está encontrando sintonía con  la ciudadanía.

En ese aspecto, esta consulta muestra que  el Gabinete- ni en lo bueno ni en lo adverso- está conectada con el chileno, que definió como el peor evaluado al ministro Eyzaguirre.

El ex de Hacienda está portando toda la mochila del rechazo a la Reforma Educacional. Pero fue la abstención de los encuestados la que primó ante esta consulta.

Lo mismo ocurre con el “mejor” ministro, que menciona 11 veces a Rodrigo Peñailillo, una preferencia  muy modesta.

En cuanto a los Partidos Políticos, decíamos que la UDI deberá asumir como un buen recuerdo las altas votaciones que le caracterizaban. Según Cerc-Mori, la preferencia hacia esta ala de la derecha tuvo caída libre al 4%, superando apenas al PC y el  Pro, cada uno con un 2%.

Y sobre la base de  todos los acontecimientos  registrados post Encuesta Cerc, nuestra percepción es que los gremialistas están en la UTI experimentando estertores.

¿Sus posibilidades de recuperación?  En  política hemos  visto milagros de Lázaros como señalábamos en nuestro primer artículo sobre el  Caso Penta.

En el  otro extremo, son el PS y RN quienes  mejor se sitúan en la  percepción ciudadana, pero nada que se parezca a un ardiente amor.

En estas profundidades está la política, lidiando contra sus propios demonios. Y creemos que se  lo merece, por todas  estas actuaciones que  generaron  un profundo desencanto ciudadano.

Podrá percibirse como dura esta afirmación, pero recordemos que la caída en la confianza ciudadana no es de ayer y ni siquiera a propósito del Caso Penta, que es apenas un grave corolario.  Los tentáculos del Conglomerado no hicieron sino  concluir una faena, cuyos principales responsables  son los propios políticos quienes asumieron decisiones reñidas con la ética, la legalidad y el compromiso que tenían con el país.

El mundo político recibió muchas señales del rechazo social y tuvieron demasiadas oportunidades para ir en reversa.

No recoger estas señales,  es simplemente una  grave y gran torpeza y ésta siempre tiene y merece su sanción.

Ahora no cabe sino enfrentar las consecuencias. ¿O el mundo político seguirá enfrascado en su burbuja?

Nota al margen:

Lamentable, por respetar el eje central del texto, pero una gran omisión de este artículo  han sido las irregularidades tributarias cometidas por el Grupo Penta, un ilícito que al parecer se practicó durante muchos años.

Y tan sancionable como estos empresarios son los funcionarios del SII, hoy en proceso sumario, que da cuenta de  una intrincada trama de evasión de dineros que debieron ir a las arcas fiscales y también de una extendida corrupción en lo público y lo privado.

Esta arista debe preocuparnos como país, tanto como la vertiente política.