Una vez más están en la discusión los salarios de los Honorables del Congreso, como lo están también los pagos por asesorías que se observan desde la perspectiva y la sospecha que allí hay clientelismo político y especialmente porque se cuestiona la calidad de los trabajos. En esto último debe haber de todo: muy buenas y serias asesoría y otras serán hojas que se las lleva el viento.
Quienes han llegado a alterar el blindado hemiciclo han sido los “cabros chicos” ( me imaginaría que así los llaman).
Yo la llamo la bancada estudiantil y así los Honorables Diputados Gabriel Boric y Giorgio Jackson presentaron hoy miércoles un proyecto para reducir la “dieta” parlamentaria bajo una premisa muy cierta: hay que hacerla coherente con los realistas sueldos que gana la gran mayoría de los trabajadores de este país.
En muchas oportunidades nos hemos referido a este magro sueldo medio de los chilenos que viven a punta de tarjetas de crédito. Dimos cuenta, por ejemplo, del informe Ocde sobre la vergonzosa Distribución del Ingreso (http://agendalternativa.cl/la-letra-chica-en-economia-semanario-tiempo/) que nos situó en el último lugar de la organización y cuyas cifras estadísticas permitían concluir fácilmente que la media salarial de Chile es escandalosamente reducida.
El arribo de esta bancada estudiantil ha llegado a revolucionar el hemiciclo. Hacía falta aire fresco, renovador, una naftalina para despercudir el Parlamento.
Primero fue Boric quien se “atrevió” a concurrir a la apertura del Congreso sin corbata y arrugó las narices de los congresales e invitados. Yo vi que estaba decorosamente vestido, coherente con su juventud, cómodo, como uno quiera sentirse con lo que se instala como ropaje.
Creo que el resto de los seniors tendrá que acostumbrarse.
Dicen que en otra jornada se pegó una estirada de cansancio ¿aburrimiento? en medio de una sesión. Ahí podríamos tirarle las orejas si es que no se tapó su boca y con su estiramiento de brazos chasconeó al parlamentario vecino. Honestamente, yo le pido a mis alumnos que no bostecen con la boca abierta, ni incursionen en sus narices, es lo mínimo.
Luego le siguió Camila Vallejos quien no se postró ante el homenaje que se rendía a Jaime Guzmán. Levantó polvareda y la amenazaron con llevarla al tribunal de ética.Si es con similar rigurosidad con otras revisiones de comportamiento parlamentario (peleas, groserías y combos al aire, investigaciones que quedan neutralizadas de un lado y otro) diríamos que la parlamentaria puede dormir tranquila.
Sobre esta iniciativa para rebajar la dieta, Boric,y Jackson, despertaron los parlamentarios y entre ayer y hoy se ha registrado una lluvia de descalificaciones y blindaje.
Y como no? Hay que defender la “dieta”. Siempre una “dieta” me ha parecido rigurosa, frugal: sacrificarse si uno está muerto de hambre: masoquismo.
Pero esta “dieta” parlamentaria parece que engorda, por eso que engolosina a muchos.
Veremos si Boric y asociado aguantan la lluvia de “piedras” que se les ha dejado caer, con el brío que quisiéramos para el pronto despacho de leyes que duermen y que también…¿se pegaran el bostezo de Boric?
A propósito de estos avatares del Congreso re-edito una Columna que publiqué en el Semanario “Tiempo” y que titulé “Los Dueños de las Leyes”. Está vigente y estoy segura que no perderá vigencia por mucho tiempo. La comparto con Uds:
Existen dueños de las leyes? Claro, todos los ciudadanos sobre los cuales o cae el peso de la ley o les protege.
Pero si hemos cedido otros activos, ¿por qué no las leyes?
Ejemplo, el agua, bien universal que en Chile tiene propietarios y hoy con sequía, se comercializa a vil precio.
En este país de generosa costa, hemos cedido la explotación de los recursos marítimos casi a perpetuidad a 7 familias. Aclaremos, lo decidió el Parlamento.
Sostengo también que estamos permitiendo que de las leyes se apropien quienes las elaboran. Consentimos una tremenda asimetría.
Lo anterior a propósito de la exigua actividad parlamentaria, la semana anterior, cuando la Cámara Baja funcionó con quórum mínimo, con parlamentarios siendo llamados por pasillos para votar proyectos de cuya exposición y discusión no participaron, y quienes a partir del 17 de este mes iniciarán receso de 30 días para destinar su jornada laboral a sus campañas.
Cómo me gustaría a veces dar un “calcio” al trabajo y dedicarme a mis intereses. ¿A quién no?
Ah, para eso debería solicitar permiso sin sueldo. Es lo ético, lo hacemos todos los funcionarios públicos.
Pero al parecer hay trabajadores de distinta categoría. Los parlamentarios, también funcionarios públicos, con privilegiadas prerrogativas y los restantes quienes por cumplir la ley somos como de segunda categoría. Los diputados trabajaron los lunes de agosto y septiembre para suplir el autoasignado receso. 6 a 7 días de trabajo por un mes de ausentismo es buen negocio, saque la cuenta.
Sin embargo, los lunes penaron las ánimas en el Congreso, con una concurrencia menor de diputados. Así lo consignaron medios de comunicación.
¿Quiénes tienen lunes libres para usar de comodín por todo un mes?: los parlamentarios. ¿Ve Ud. como hay 2 Chile?
Claro, hemos permitido en este país la coexistencia de 2 jornadas laborales: Quienes trabajamos 5 jornadas semanales; algunos otros también lo hacen sábados y domingos, y hasta quienes ocupan horarios libres para sacar la pega. Somos los de la clase de abajo.
Los parlamentarios laboran de martes a jueves; tienen extendido receso, semana distrital para atender votantes. Por Ley propia. También por ley exclusiva autoreajustaron su dieta, y a consecuencia de su minijornada laboral los proyectos de interés ciudadano hibernan. Quienes elaboran las normas le tuercen la nariz a una Constitución que promete Igualdad ante la Ley.
Digo que ellos son los Dueños de las Leyes. Téngalo presente cuando esté frente a una urna electoral.
Seguiré monitoreando a los dueños de las leyes desde esta página
Susana Pozo Pizarro, es Periodista (UCh), Magíster en Información Económica. A nivel profesional ejerció en formatos de Televisión, Radio, Periódico y Revista. También se desempeñó en Comunicación Corporativa y culminó su carrera como Editora y Columnista del sector de Economía en Diario “El Mercurio” de Valparaíso. A nivel académico ocupó cargos en la Universidad de La Serena como académica, Directora de la Escuela de Periodismo y vicedecana de la Facultad de Ciencias Sociales y Administrativas. En 2008 recibe el Premio “Elena Caffarena” que otorga el Gobierno para reconocer a mujeres destacadas en su ámbito profesional. Hoy es columnista del Semanario “Tiempo” de La Serena y maneja este sitio para analizar la actualidad así como otros temas de interés. Nos estamos acercando a 1.800 seguidores en twitter y un número significativo que nos siguen a través del contacto directo y de correos. Nuestro interés es otorgar análisis independiente y acogemos comentarios que pueden observar enfoques distintos y opuestos al nuestro.
Susana Pozo – who has written 695 posts on Agenda Alternativa.
Estimada Suana,
Bueno, en esta columna tratas muchos temas, y cada uno da para análisis. Me referiré a algunos aspectos.
1. Ciertamente, creo que el trabajo parlamentario es perfectible. Pero no soy tan crítico como tú. Parto de la base que los parlamentarios son un “mal necesario”, y tal debe ser la premisa de cualquier juicio. Con todo, por mi trabajo, he conocido de cerca el trabajo parlamentario, y que va mucho más allá del trabajo en Sala. El grueso está en las Comisiones, con continuas y largas jornadas. Claro que ahí hay algunos que no hacen nada de nada, pero mucho sí trabajan y duramente. Y es un trabajo muy importante.
2. No apoyo la idea de la reducción de la dieta. Uno de los fundamentos de una alta retribución, es que los parlamentarios se dediquen con exclusividad a su labor. Si se redujera a la mitad, muchos se verían obligados a realizar actividades privadas. Y eso sí que sería nocivo. ¿Que al día de hoy la hacen igual? Puede ser, pero si se redujere a la mitad, podría producirse una estampida en ese sentido, y el daño sería mayor.
3. Lo que sí debiera ser transparente es lo relativo a las asesorías. 100% de acuerdo.
4. Discrepo en que no tiene importancia la vestimenta de Boric. Será porque soy muy formal. Pero él es egresado de Derecho, y el día que llegó vestido así, era el del cambio de mando. Ciertas ceremonias, y trabajos, requieren de un mínimo de formalidad. Para mí, el parlamentario debe ir a trabajar de terno. O, por lo menos, relativamene formal, no con la pinta que se le ocurra. Para la otra va con bermudas. No. Mal.
5. Lo de la Vallejos no me pareció una falta de respeto. Simplemente se quedó sentada. Si fuera otra persona, quizás hubiera pasado inadvertido. Pero molesta el doble estandar e inconsecuencia de esta niñita, y cómo habla “desde el púlpito” sobre el ser y deber ser. Realmente me impresiona su desfachatez. Me desagrada profundamente. Por lo demás, no concibo que alguien en estos tiempos pueda decirse comunista. ¿En que cree un comunista al día de hoy? ¿En que hay que abolir el mercado? ¿En que el Estado debe centralizar todo? Es decir, estos debates son del siglo pasado, absolutamente superados.
Estimado Rodrigo: Gracias por comentar y por diferir con argumentos. Necesitamos eso, pronunciarnos con argumentos sólidos y ser tolerantes frente a las diferencias para constituirnos en una sociedad con mejor calidad de vida.
Sigo, sin embargo no concordando contigo en el sueldo, porque no es cuestión de cifras, sino de brecha con otros que también- una mayoría- se quiebran la espalda cumpliendo jornadas extenuantes, aquellos que deben desempeñar dobles jornadas para parar la olla o que deben estar disponibles para el desempeño en horas extraordinarias por un sueldo realmente exiguo. ¿ por qué no lo pueden hacer los parlamentarios si esa es la realidad de la mayoría de los trabajadores de este país?
Sé que la solución no está en nivelar hacia abajo, sino mejorar la calidad de la educación y otorgar más oportunidades y como para que eso ocurra, no hay aún una propuesta que nos otorgue seguridad de ello y como cuando encontremos la fórmula ideal pasarán generaciones en nivelar, los Honorables que aporten su granito de arena en homologarse con los trabajores públicos: eso son.
Pero es absolutamente respetable tu opinión, que es de muchos y reitero mis agradecimientos por comentar, siempre serás muy bien acogido.