La Salud Enferma
El Gobierno podría enfrentar un nuevo conflicto
Si los profesores no deponen el irrazonable movimiento que mantiene fuera de aula a los niños más pobre del país, los médicos que se desempeñan en el sector público se sumarían esta semana al convulsionado escenario nacional por demandas sociales.
Los facultativos han estado planteando aumento salarial y mejores condiciones de trabajo, pero han intentado aplazar el paro de actividades como estrategia porque estiman que tal decisión dañará a usuarios de menores recursos.
En efecto, la huelga médica generaría un desastre ya que coincidiría con la entrada de la época invernal cuando se produce la mayor presión asistencial en consultorios a causa de enfermedades respiratorias y la preocupante contaminación que se observa en la Región Metropolitana, donde se concentra el 60% de la población del país.
La anterior no es la única situación crítica del sector salud. Otras se vinculan al déficit presupuestario, capacidad para reducir las listas de esperas e infraestructur,a entre otras.
La problemática del sector la sintetizamos en una columna elaborada para el Semanario “Tiempo” que le invitamos a leer.
La Salud en Lista de Espera
Escándalos y movilizaciones han sido noticia. A la retaguardia, en lista de espera, en fase larvada, está la muy enferma gestión en salud. Si la representamos, diríamos que está a punto de ebullicionar.
Expresada en su léxico, el diagnóstico es que la Salud agoniza y requiere ser internada en la Unidad de Tratamiento Intensivo para procedimientos de alta complejidad.
Bachelet le debe mucho al sector Salud, si recordamos que como novel ministra de Salud, el entonces Presidente Lagos le dio perentorio y breve plazo de 3 meses para solucionar las listas de espera, un problema crónico en la Salud pública.
No lo logró, pero mediante una estrategia de planificación, implementación telefónica y otras acciones, las redujo pero no las eliminó.
No importa, presentó su renuncia rechazada por Lagos, y el gesto comenzó a posicionarla en el alma de la gente que la ha seguido incondicionalmente.
Hoy, a 15 años de esa tarea incumplida, pero que la catapultó al estrellato presidencial, las listas de esperas debieran ser una pesadilla para la mandataria, para todo el personal de salud y en los de mayor importancia: los pacientes.
Nunca sonará más coherente el calificativo de pacientes que al integrar una lista de espera.
La cifra asusta: 1,8 millones de personas aguardan hoy por una consulta o procedimiento.
Un segundo guarismo que espanta: el sector público adeuda $ 155 mil millones a proveedores.
La suma de males en salud sigue en construcción hospitalaria, equipamiento, personal. Son tantas las precariedades sanitarias que me remitiré a lo local y a lo señalado en este Semanario por el Presidente Regional del Colegio Médico, Francisco Bastidas, quien dio cuenta de una infraestructura “antigua, obsoleta y disfuncional”.
Ni que lo diga. El Hospital de La Serena es del tiempo de la colonia y el Centro de Diagnóstico y Tratamiento continúa siendo un compromiso incumplido.
Tampoco aspiren los serenenses a un Centro Oncológico: no hay recursos y los pacientes deberán seguir viajando a Valparaíso, arrastrando su enfermedad. Es crudo expresarlo así. Pero, ¿Por qué disfrazar esa realidad?
A nivel privado la situación no es mejor. Hay especialidades en que las personas deben anticipar la ocurrencia de una enfermedad- en dermatología, por ejemplo- porque es inviable lograr una consulta antes de 3 meses.
Como no, si a nivel internacional somos los peores OCDE rankeados en cuanto a número de médicos: 1,7 por cada 1.000 habitantes, una relación invariable en los últimos años.
Similares lugares en el Nº de enfermeros y camas de hospital.
Pero sí lideramos los mayores precios de medicamentos y por resultados de encuestas, un 80% de usuarios están insatisfechos.
Ante tanta dolencia en salud ¿habrá tanta paciencia?
Salud es el sector que junto con Educación registra una luz roja en la crónica desigualdad, la enfermedad generalizada del país.
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