¿La Gran Carencia en Incendio de Valparaíso?: Un Plan de Prevención
El incendio que afectó a Valparaíso este fin de semana está circulando por medios internacionales. Y el interés es porque a los periodistas de agencias, medios y a organizaciones internacionales les debe parecer increíble que una ciudad declarada Patrimonio de la Humanidad por Unesco esté siendo presa de las llamas con la breve intermitencia que acaba de registrar Valparaíso, que, en menos de un año, tiene a sus haber dos grandes siniestros con cuantiosas pérdidas.
Hoy las autoridades destacan que los daños fueron menores a la tragedia ocurrida en abril pasado, que se pudo reaccionar a tiempo, que se debe lamentar una sola víctima y que finalmente las viviendas no fueron alcanzadas por las llamas.
También se buscan culpables. El subsecretario del Interior, anunció querella contra los causantes del fuego, entre los cuales estaría un vertedero clandestino, que al parecer además, procesaba cobre robado.
Pero digamos también que la ciudad estuvo en alerta roja por más de 48 horas, unas 7.000 personas pasaron a la intemperie con la angustia de perder su hogar y sus enseres; se consumieron 570 hectáreas, el Gobierno debió echar mano a cuantiosos recursos y equipamiento, cuyo costo sería importante conocer, los bomberos debieron trabajar a tiempo completo y un grupo no menor arriesgó su vida y hoy están ingresados en centros hospitalarios.
Y estamos adquiriendo fama de no cuidar una ciudad valorada a nivel mundial, que la dejamos desaparecer bajo las llamas.
Es lo que decíamos en el primer despacho de la nota anterior, escrita cuando la ciudad ardió toda una madrugada: la prevención nos ahorraría todo lo negativo ya enunciado y si la prevención fuese la prioridad y la estrategia en una ciudad con condiciones de la naturaleza para el estallido del fuego, no tendríamos como lamentable saldo 2 megaincendios en menos de un año.
Un vigoroso plan de prevención en el control de basurales: campañas sostenidas de educación de los pobladores y definir un tipo de edificación que no sea presa fácil de las llamas son algunos de los ejes de ese plan de prevención, más que prepararnos para la reacción.
Lo demostró este incendio, que circundó viviendas con estructura sólida, que pese a la magnitud y fiereza del fuego y del viento, finalmente pudieron ser aisladas, con un enorme esfuerzo y despliegue del abnegado Cuerpo de Bomberos. De lo contrario, con esa intensidad de llamas y viviendas de material ligero, hoy estaríamos lamentando un pavoroso saldo, similar al que dejó el incendio del año pasado, con numerosas víctimas y miles de porteños sin hogar.
Por eso, junto con anuncios de querellas y recriminaciones mutuas entre instituciones fiscales que no se hacen cargo de responsabilidades, la gran tarea pendiente en Valparaíso es un Plan de Prevención y que la autosatisfacción oficial no sea que para este siniestro se demostró mejor preparación que en 2014.
¿Cuál debiera ser el compromiso?: ¿ufanarnos de mejorar en una contención de incendio o proteger a la ciudad y sus habitantes de estos siniestros? La respuesta es obvia.
El incendio de Valparaíso no resta preocupación por la situación existente en otras regiones, En la Reserva Ñuble, se teme porque el fuego alcance el hábitat de huemules, una especie protegida por su vulnerabilidad.
Conaf da cuenta en su página de una superficie total de más de 82.700 hectáreas de superficie consumida, desde Coquimbo hasta Magallanes en el periodo 2014/ 2015. ¿Y cuánto ha trascurrido de 2015? Apenas 2 meses y 15 días, en cuyo trascurso se quemaron ya más de 4.000 hectáreas.
¿Qué Regiones lideran esta pérdida cuantiosa para el país durante el último quinquenio?: en número decreciente El Bío Bio. El Maule, Metropolitana y Valparaíso.
Hay un punto importante en la Región de la Araucanía, que en ese ranking, figura con más de 5.000 hectáreas, en esos 5 años, pero con un aumento de un ¡ 261%! en la recurrencia de siniestros.
Recordemos que la Araucanía registra continuos siniestros en calidad de atentados, que además del registro en medios de comunicación, no hay una estrategia sólida para superar el conflicto.
Por lo tanto, Proteger el país del amenazador fuego es una gran tarea pendiente en país. Como tantas otras que los ciudadanos debiéramos exigir y frente a la cual asimismo debiéramos asumir el compromiso de un comportamiento preventivo.
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