842 millones de personas – esto es 1 de cada 8 en el mundo- están aquejadas de hambre crónica. Esto quiere decir que no comen lo suficiente para poder estar activos.
Demoledora cifra que dio a conocer la FAO- Organización para la Agricultura y la Alimentación- al dar inicio a una Campaña contra la Insuficiencia Alimentaria.
Al respecto podríamos comentar que el mundo sigue progresando y el Hombre da cuenta que tiene un potencial de creatividad en múltiples disciplinas, pero así como hay grandes avances, se expresan de manera simultánea múltiples carencias como ésta que destaca FAO.
El organismo internacional indica que ha habido progresos y que desde los 90, el hambre ha disminuido en un 17% pero que debe avanzarse sostenidamente para reducir estas catástrofes que perfilan un mundo plagado de desigualdades.
Plantea que el Crecimiento Económico que experimentan países y determinadas regiones debe asumirse como un Crecimiento Compartido, esto que se avance en la regresión del hambre y la pobreza, particularmente de zonas rurales.
Informa además que la mayor prevalencia en subalimentación se sitúa en el África Subsahariana, una región que está siendo víctima de mucha miseria y que no logra despertar la sensibilidad transversal del mundo.
Los mayores progresos en la reducción del hambre- según FAO- corresponden a la población de Asia Oriental y Sud Oriental, además de América Latina.
La recomendación del organismo es incrementar las políticas de productividad agrícola, dirigida especialmente a pequeños agricultores en zonas de pobreza generalizada.
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