Ha nacido un nuevo antihéroe
El cine está saturado de superhumanos, algunos volcados al bien- los super-héroes- y los otros, que gozan con la perversidad, los antihéroes.
Hay muchas explicaciones en su sustento a través de bueno, regulares o malos guiones.
La primera es la tecnología que ha ampliado ilimitadamente el horizonte de lo irrealizable en las acciones sobrehumanas que entretienen a niños, jóvenes y adultos.
En eso hay un punto: el cine de pololeo es cosa del pasado, no se precisa de la oscuridad de las salas para ir a besarse y acariciarse, si ahora con muy poca pulcritud esas escenas circulan en las redes sociales, algunas muy subidas de tono.
En una oportunidad, llegó a mis manos un llavero de oficina, ni siquiera particular, con la foto de una pareja proclamando su amor: ninguna delicadeza.
¿A qué venía esta disociación de mi comentario? A propósito de la desaparición del cine de pololeo en tanto lo ha reemplazado el Cine de superhumanos, que ha fortalecido el cine familiar, un tip positivo.
Una segunda motivación- además de la tecnología y vinculada a ésta- se sitúan los bajos costos que para productores representa el inventar nuevas habilidades en estos héroes o antihéroes: todo eso se construye en los ordenadores.
Una tercera motivación se asocia a la prevalencia del Cine como entretención, porque al cine se va a soñar, con argumentos que dejan al alcance historias que nos gustaría haberlas protagonizado, pero esencialmente, con estos super-poderes que tocan la esencia más intima del humano, el llegar a límites impensados o para los que simplemente no está dotado.
Por eso, antes que existieran los aviones, soñábamos con volar y ha sido un éxito de todos los tiempos la figura de Superman que satisfizo el sueño del Hombre, primero a través de los comics y luego lo vimos volar en pantalla; antes de llegar a la luna o auscultar otros planetas, antiguas generaciones se encantaron con una de las primeras películas de Georges Melies- el precursor del Cine después de los Lumiere- titulada “Viaje a la Luna” (1902) y también hemos vivido a través del Cine la fantasía sobre visitas de extraterrestres.
Hay por tanto un impulso sicológico o necesidad del Hombre de superar sus propios límites, más exacerbada en inteligentes, intelectuales, pero también en mitómanos y mentirosos, que el Cine viene a satisfacer con la ficción cinematográfica de supra-realidades en algunos géneros
Por tanto, los super-humanos vivirán eternamente en el Cine.
Por último, la razón más importante para la industria del Cine- y apuntamos directamente a Hollywood- es la alta rentabilidad: bajo costo de producción y éxito de taquilla que significan estos personajes.
La Meca del Cine es la cuna incubadora de películas de super-humanos. De los europeos, al menos a Chile, poco o nada parecido a lo que chorrea desde Hollywood, llega al país.
A los europeos les gusta verse en el Cine a sí mismos, con mayor honestidad que algunas maquilladas producciones hollywoodenses. Los europeos se ríen de ellos en las comedias y muestran sus episodios oscuros con toda crudeza.
Algunas de estas reflexiones llevo en un Libro sobre Cine que estoy redactando y que espero editar este año.
Pero volvamos al Super-humano con que inicié este texto a propósito del thriller actualmente en cartelera “Fragmentado”.
¿Por qué?
Porque en “Fragmentado” finalmente llegamos al nacimiento de un antihéroe, a propósito de un perturbador guión y un par de oscuros personajes: uno trastornado sicológicamente y otro de un relato secundario en el mismo filme, más aterrador que el primero, ya que ese está presente en la vida real más de lo que quisiéramos: un tío abusador infantil en esta película interpretado en esta película por Brad William Henke.
“Fragmentado” es un guión del cineasta indio M. Night Shyamalan, quien también la produce y dirige.
Para quienes no conozcan a este director, cabe contextualizar que es el mismo guionista y director de “Sexto Sentido”, donde también hace una vuelta de giro, aunque nunca de tanto vigor como ésta llevado a los extremos del sicópata al superhombre.
No se entienda con esto que he descrito algo medular de la cinta, porque el mejor sustento de ´ésta, es la gran actuación de James McAvoy, quien interpreta a un individuo en quien cohabitan 23 personalidades y el secuestro que hace de 3 adolescentes a quienes mantiene en un laberíntico subterráneo. Al final, en ese subsuelo se desatará una cacería.
Es una narración claustrofóbica, no hay sucesos al exterior, a excepción de raccontos y el vínculo que el sicópata mantiene con su siquiatra.
Es por tanto una producción barata con éxito de taquilla, que ha sido muy bien recibida por los amantes del thriller.
El largometraje ha recibido calificaciones de dulce y de agraz, es el destino de los directores cuya ópera prima recibió el gran aplauso y a ese nivel se mantiene la exigencia de la crítica y los espectadores.
“Fragmentado”, la recomendamos para seguidores del género y a quienes les interesa internarse en los laberintos de las mentes enfermas. Seguirá, ya las escenas finales proclaman sin pudor que habrá secuela.
Aunque para mentes enfermas, basta mirar la realidad o la cartelera de noticias policiales, “Fragmentado” nos regala dos joyitas.
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