Esta vez arremetió contra Niños de Escasos Recursos
El retorno a clases presenciales continúa creciendo como uno de los temas de mayor debate entre la ciudadanía, particularmente entre padres y apoderados, a pesar el altavoz con que el mundo político pretende instalar la campaña de Primarias Presidenciales.
Estas 2 materias- entre otras varias- dan cuenta de la profunda diferencia de intereses entre Ciudadanía y Políticos y ello explica la indiferencia y rechazo con que el chileno está negando el sufragio a la principal prioridad política: que los votantes se interesen en el calendario de elecciones que aún restan en este 2021.
Ese rechazo significó una escasa preferencia a Partidos Políticos en elección de Constituyentes y la menor concurrencia a urna en la votación de Gobernadores Regionales, demostrando eso que a una gran mayoría ciudadana no hace sentido tal cargo.
El mundo político- Parlamento en particular- y el gremial- Colegio de Profesores- han dado la espalda los niños más vulnerables, que es la población escolar mayoritaria que este año no ha tenido la oportunidad de contar con clases presenciales, pese a la demostración que las posibilidades de mayor contagio viral en establecimientos es de menor intensidad versus la necesidad de los niños, por su salud mental, requieren estar en contacto con sus pares y beneficiarse del mayor valor de clases en aulas.
Pero el Parlamento además les pegó un certero mazazo- así de fuerte- a los niños de menores recursos, al oponerse a una iniciativa que llevaba más de un quinquenio en tramitación- para establecer el Kinder obligatorio, y cerró las puertas a su aplicabilidad bajo la simple excusa que no es grande el universo de beneficiados con tal iniciativa.
¡¡¡Impactante!!! Porque es un portazo a aquellos niños que en sus 5 a 6 años de vida, aun no pisan un establecimiento escolar, con suerte en su corta edad han logrado un cupo en jardines infantiles Junji o deben permanecer en sus modestas casas con muy bajo estímulo ya que sus padres cumplen extensas jornadas para llevar pan a la mesa.
Versus aquellos afortunados menores que a los 6 años ya son “veteranos” en asistencia a establecimientos en los que sociabilizan con otros, aprenden nuevas sensaciones y conocimientos con metodologías avanzadas.
Por eso, una vez más comprobamos que el discurso político sobre avanzar en Igualdad se queda en el papel, en la vociferación frente a los micrófonos de televisión y no importa seguir entronizando la desigualdad con tal de inmovilizar iniciativas provenientes del Ejecutivo por interés populista.
De esto hablo en mi último artículo publicado en el Semanario “Tiempo” a propósito de la escasa asistencia de votantes a urna en la última elección. Claro que tiene que ver con estas aberraciones legislativas como la que he descrito en este artículo preámbulo.
Muchos de quienes rechazaron el proyecto tendrán hijos y nietos beneficiándose de un colegio a corta edad y tendrán oratoria para lograr presencia mediática cuando logran visibilizarse abusos infantiles.
Dejar que unos niños por no contar con recursos no pueden asistir a un kínder, también podríamos configurarlo como un abuso de quienes le negaron tal oportunidad.
Les invito a leer esa columna:
¿Síntoma o Enfermedad?
Semanario “Tiempo” 18/06/21
Abrazado y bien arrejuntado celebró el mundo político el domingo reciente la elección de Gobernadores Regionales, una designación que no le hizo mucho sentido a los votantes cuya abstención pasará a la historia.
Insólita celebración, si concurrieron a urnas 2 millones 550 mil votantes del padrón total que es de 13 millones 040 mil personas.
Provocativa celebración de abrazos y hacinamiento frente a los medios, si el día anterior gran parte de la población había sido enviada a cuarentena, castigada por hacer circular el coronavirus. Nos recuerda los tiempos cuando los niños eran enviados a dormir porque la celebración era para “los grandes”.
Los políticos siguen actuando por sobre las disposiciones que rige al resto de los chilenos, celebrando además cuando no hay nada que celebrar, porque el del domingo fue un portazo del electorado.
¿Cuántos de aquellos que celebraban vulnerando la norma sanitaria, habían alzado sus voces para oponerse al permiso de movilidad con autocuidado? Una iniciativa que llevó a muchos a inocularse y que alivió a trabajadores que habiéndose sumado al Programa de Inmunización les facilitará retornar a sus trabajos.
Pero el día después de esos insólitos festejos vino la pasada de cuenta para esta ciudadanía tan rebelde, de tan nula respuesta al comportamiento “excelso” del mundo legislativo y ya el martes reciente el proyecto de reposición del voto obligatorio contaba con la aprobación en su primer trámite en particular para subir a la Cámara Alta.
El día anterior, la Comisión Mixta de Educación rechazaba la iniciativa que establece obligatoriedad de cursar el kínder, un proyecto de neto beneficio para los niños más vulnerables del país que ya lleva 7 años de tramitación.
¿No resulta provocativo el contraste en los enfoques entre uno y otro proyecto y en cual se concentra el interés legislativo?
Pareciera que Voto obligatorio y Kinder Obligatorio no tienen relación alguna, pero diríamos que sí: el primero no hace sentido a la ciudadanía porque observa cómo iniciativas que van en beneficio ciudadano son desestimadas y el foco está en resolver los dilemas del mundo legislativo. Ejemplos de proyectos de demanda ciudadana desestimadas, dilatadas e hibernadas por el Congreso son justamente las que tienen a los chilenos alejados de las urnas.
Mejorar la Educación y resolver otras múltiples carencias tiene mucho que ver con re-encantar la ciudadanía con la política contingente.
Como ya es habitual, ha habido nula autocrítica por esta bajísima presencia del electorado. Desde la trinchera de la ultraizquierda, la candidata al sillón de la Gobernación Metropolitana, donde se sitúa una apabullante masa electoral, fustigó a los votantes ausentes y también a quienes no le favorecieron por “actuar bajo el miedo”.
¿El miedo? ¿Y por qué no asumir que esta enorme abstención es un síntoma de una gran Enfermedad que tiene a la clase política intubada y en condición crítica?
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