…….Y no hay señales de su Extinción

El Gobierno ha seguido entrampado en los sucesos que en el país se iniciaron en octubre de 2019 y que transcurridos más de 3 años turban aun a la gran mayoría que aspira vivir en un país, por cierto, más tranquilo, dejando atrás el crispado entorno que a nadie beneficia.

Hay varios elementos que impiden dejar en el pasado esos sucesos lamentables por el balance de víctimas que en distintas dimensiones sembraron las movilizaciones, que en un comienzo compartieron quienes se expresaban por un cambio necesario, y que luego derivaron en violencia y destrucción, cuyas huellas aún están a la vista.

El principal factor es que tiene enfrentada a la clase política por sus diferentes visiones y también porque las agitaciones se contaminaron con la delincuencia que hoy agobia a los chilenos porque les ha generado una inhibición de actividades. un temor que  afecta la salud mental y un menoscabo en la calidad de vida, con un número muy importante de víctimas y alterando la vida en familia. El balance es definitivamente negativo.

El artículo que publicamos el pasado viernes, el último de 2022 (27/12) en el Semanario “Tiempo” lo focalizamos en el sector de mayor concentración de estos lamentables sucesos, Plaza Italia, Región Metropolitana, donde desde el Gobierno hay un proyecto, cuyos detalles aun desconocemos, para recuperar el sector, y ojalá dar tranquilidad a los residentes y comerciantes que han visto reducido su patrimonio y su capital de subsistencia o a un valor mínimo o a la irrecuperabilidad.

Se superponen en este propósito el proyecto comunal que ha estado recuperando el pasto, un elemento que desde mi columna, lo percibí como un avance simbólico, y el impulsado por el Gobierno del cual aun no hay gran detalle.

Decimos en ese artículo que en esta necesaria recuperación de un espacio público hay una pulsión, más que política, doctrinaria, que pareciera ser irremontable: lamentable, pero confiemos en esa antigua máxima que asegura “que no hay mal que dure 100 años”. Es más extensa, pero dejémosla hasta ahí. Porque hasta hoy, desde una posición ideológica, se da la espalda a la ciudadanía y por un propósito también electoral, el Ejecutivo persiste en amparar el vandalismo.

Pero asignemos credibilidad en cuanto a que ambas institucionalidades- La Moneda y la Municipalidad- tienen las mejores intenciones. Las 2  por lo demás esperan someter la propuesta al escrutinio de la ciudadanía.

Lo armónico sería que se refundieran ambos proyectos, con el propósito de limar las asperezas existentes y esa sería también una decisión emblemática.

Asocié esta iniciativa con otros “pastos” más simbólicos y ligados a la necesidad que germinen tantas demandas una y otra vez postergadas por razones que ya no son admisibles, como que el Gobierno aguardó el plebiscito  para dar curso a su Programa, y que representó un enorme traspié y retraso, porque la actual Administración pretendía desarrollarlo en el marco de una propuesta constitucional que no fructificó.

Tal espera ha sido permanentemente criticada desde diversos sectores públicos y privados, aunque estimamos que tenía la lógica que esa Nueva Constitución  otorgara al Gobierno el respaldo con que no cuenta en el Congreso, pues el Oficialismo carece de mayoría parlamentaria y también en sus filas se expresan congresales díscolos que le han derrumbado iniciativas.

Esos temas planteo en el artículo, elaborado cuando aun no se anticipaba que los sucesos de Plaza Italia encendería, muy terminado el año, aun más ese pasto seco que se mantiene entre Gobierno y Oposición.

Ese último hecho ya dio lugar a una segunda columna que publicaré esta semana para un verano que no dará tregua ni en el clima, ni en la frágil infraestructura política del país.

Por el momento, les invitó a leer este artículo y que el segundo episodio,  surgido de la polémica iniciativa presidencial del indulto, lo publicaremos el viernes en el Semanario “Tiempo” y más adelante en estas páginas de agendalternativa.cl

Los “Pastos” que aun no crecen en Chile

Semanario “Tiempo” 27/12/2022

Atila- Rey de los Hunos- vivió por el 400 d.C., y la Historia le retrata como un caudillo ansioso por conquistar tierras.

Consciente de su crueldad y orgulloso de su poder bélico, Atila se habría autorreconocido como “el martillo de Dios, donde mi caballo pisa, no crece hierba”.

Vaya frase simbólica de ese guerrero que se  ufanaba de que a su paso  se sembraba la muerte y la destrucción sin vuelta atrás.

Recordé el enunciado a propósito de los verdes pastos que están germinando en la Rotonda de Plaza Italia en Santiago, convertida en todo un símbolo de acciones de nuestra historia reciente, plena de laceraciones aun no sanadas.

El pasto, que el cambio climático ha convertido en un bien escaso, simboliza la vida, la germinación y estaba siendo la vuelta reversible de la ira y la violencia expresada en esa simbólica Plaza.

Previo a su replantación, lucía gris porque sobre sus hombros cargaba la virulencia de manifestaciones realizadas una y otra vez.

Pero el Gobierno ha anunciado que hará desaparecer esa rotonda para dar paso a una explanada, cuyos detalles aun desconocemos, echando por tierra el esfuerzo comunal por hacer reverdecer la Plaza Italia.

Así, el lugar será una vez más un punto controversial en las pulsiones y tensiones no resueltas en la clase política nacional que siguen impidiendo que Chile avance desde el punto muerto en que nos encontramos.

Sí, esa es hoy la gran calamidad en nuestro país, su punto muerto, tan presente,  porque hay voces desde distintas posiciones que acusan inquietud por el escaso avance en materias prioritarias para el desarrollo del país.

Porque lo cierto es que cerramos 2022 con muchos “pastos” que aun no reverdecen y que serán propósitos muy abiertos y plenos de incertidumbre para el año que se inicia.

El Acuerdo para nueva Constitución está recién tomando forma en un campo de debate de cruzadas opiniones políticas.

Pero de mayor prioridad para el ciudadano, particularmente el de escasos recursos y también medio, son los “pastos” que no brotan y que son cruciales en la mejora de una calidad de vida.

¿Alguien puede dudar que todos los chilenos- a excepción de un puñado que persiste en la violencia, la destrucción y la intolerancia- aguardan que florezca el pasto de la desarticulación de la delincuencia extrema; germine la recuperación económica; broten acuerdos en materia previsional, salud, igualdad, menor pobreza y una mayor  certeza de paz y estabilidad?

Es la hierba pendiente en este campo llamado Chile donde los “jardineros”- todos nuestros políticos- deben dar con el punto para aplicar el abono de la fertilidad y la prosperidad.

Y nótese que lo pendiente representa lo postergado, cuya concreción sólo se logra recorriendo  una pendiente  que siempre se avanza con esfuerzo y voluntad. Esta última es la gran faltante en los acuerdos políticos. 2 significados para un solo término y de lo que ha quedado pendiente para el 2023.