Hace mucho tiempo que  el cine de terror no lograba acertar con una propuesta de este género, cuyas exigencias han  ido  in crescendo para  los seguidores de este género. Este filme es éxito de taquilla, una de las películas del circuito comercial que  ha logrado mantenerse en cartelera por muchas semanas.

La cinta está sustentada en relatos reales con una pareja dedicada a apoyar a quienes  experimentan hechos paranormales.

Gran parte de la trama está enfocada en el enfrentamiento con un ente demoníaco empeñado con desatada ira y aniquilar a una familia que ocupa una abandonada granja donde  hace algunos años ocurrieron  dramáticos y espeluznantes  sucesos.

Como Ud. ve, nada que escape a la repetida fórmula de una seguidilla de  cintas con similar relato y que hoy ya están en el olvido.

Entonces ¿Qué hace que “El Conjuro” desarrollando el mismo repetido argumento ha logrado éxito en todas las salas  a nivel internacional?

Probablemente la respuesta esté en la  dosificada atmósfera de terror que maneja  el director, el malayo James Wan, cuya filmografía se sitúa preferentemente en este género cinematográfico.

El cineasta además tiene la habilidad para que el espectador “entre” a esta casa de horror y  participe de los sucesos que se  van presentando.

Wan ha logrado con esta película reivindicar al cine de horror tras una serie de fallidas  propuestas demasiado pletóricas de efectos especiales que no convencen.

Una trampita: las escenas más provocadoras de terror están situadas en los primeros 30 minutos de la cinta. A partir de allí, el relato afloja un tanto, pero el espectador ya se ha entregado  y  será  conducido con facilidad por  los caminos del horror.

Para ver en la orilla de su butaca, pero vale la pena. La recomiendo si aun no  la ha disfrutado.