Escribo desde Sicilia, donde en cierta forma llegué por “selección natural”: es invierno en Europa y debí optar por una zona de clima mediterráneo. Fue una primera razón, pero la segunda me hizo más sentido: está considerada una de las regiones que presenta mayores niveles de pobreza en Italia y quiero hacer la comparación con nuestra pobreza, la criolla. Alguien antes de partir me hizo una muy acertada advertencia que he estado comprobando: hay pobreza, pero a la manera europea.
Tenía toda la razón: en esta isla, que después de Malta es la de mayor extensión del continente europeo, no huelo la pobreza sudamericana, no solo la que se observa en el contexto material, de recursos, sino en los otros aspectos en que podemos medir la pobreza y de los cuales prefiero reflexionar en la intimidad de una conversación en pequenos grupos.
Una importantisima decisión tambien para optar por esta isla a la cual la “bota” italiana pareciera pretender propinarle un “calcio”, ha sido la conjunción de civilizaciones que pasaron por esta región, dejando su huella en la historia siciliana. Aqui hay una riqueza en confluencia de civilizaciones, que no ha sido gratuita, ya que muchas o la gran mayoría llegó como invasiones que convirtieron a la isla en un fiero campo de batalla.
Indagar en la historia y la cultura de los países o regiones y conocer al habitante es lo que hago en mis viajes.
Y eso lo practico desde que piso tierra extranjera: la conversación con el taxista que me traslada desde el aeropuerto. Antonio, a pesar de lo avanzado de la noche y que me cuenta que está cansado, quiere irse a su casa y que ese dia apenas logró dos carreras desde el terminal, accede a mostrarme algunos de los entornos e instituciones para contextualizar donde he llegado.
Primero se dirige al Teatro Massimo, donde yo esperaba asistir a un programa de opera pero …ja,ja,…la temporada se inicia el 21 de febrero, cuando ya no estaré en Sicilia y la abre nada menos que “Otelo”, le sigue “Carmen”, “Don Giovanni” y con “Norma” concluyendo las primeras presentaciones que las completan otras 5 magnificas obras. A diferencia de Chile, en Sicilia, los programas entran en receso en invierno.
Pero ya hablaré de Massimo. Por ahora me remitiré a Antonio quien muy orgullosamente y con mucha pasión me asegura que el Majestuoso Massimo, es la mas importante sala de Italia para representaciones operaticas.
-Despues de Milan-, me atrevo a observarle.
“Signora- me señala este conductor volteando bruscamente la cabeza y mirándome fijamente- la Scala es “seconda”, Massimo es la prima, la piu importante”.
Antonio se entusiasma: me lleva enseguida hasta la Porta Nova que conduce al Palacio Normando o Palazze Real, una joyita de la que ya hablare. Indica ademas donde esta la Catedral y el Cuatro Canti. Y antes de ir a su casa a descansar con la escasa recompensa del dia trabajado, le queda ánimo para hacerme una serie de recomendaciones y sugerencias para que conozca en profundidad su ciudad. Asi son los palermitanos: orgullosos de su tierra y de lo que han logrado. Generosos ademas para compartir informacion.
Esta vanagloria por su región aflora también en conversacion con otro palermitano quien destaca que Sicilia cuenta con algunas leyes propias.
Pero este pais no es un estado federado, le señalo
“Si, pero hemos logrado ciertos derechos por estar separados del resto de Italia- me asegura- tambien con una cara plena de orgullo.
Me parece una buena razón. No es acaso la que han esgrimido- pienso- los pascuenses- o la autonomía a que quieren acceder los mapuches?
Efectivamente, Sicilia cuenta con un Parlamento propio que funciona en el Palacio Normando.
Los escasos dias que llevo aquí he tratado de estrujarlos. He tenido una suerte espectacular: este invierno siciliano ha sido muy benevolente conmigo: he disfrutado de dias de sol pleno, con temperatura de hasta 24 grados, mejor que los que enfrento en la Serena. Quien dijo invierno europeo?
Ya visite- por recomendación de Antonio- el Palacio Normando, del que ya hablare, pero tenia toda la razón: una joya. Estuve además en las puertas del Massimo, y ya lo recorrere. Ademas visité un pequeño balneario, Cefalu, que imagino, en verano estará pletórico de veraneantes. Esa es otra razon para llegar en invierno a Sicilia: no participo de la parafernalia del turista, me gusta sumarme al visitante y en eso hay una sutileza de opciones diferentes que respeto plenamente, aunque no comparta.
Partí desde Chile con la contrariedad de no haber acccedido a mas peliculas nominadas al Oscar que las ya comentadas, pero en Sicilia me he re-encontrado con el cine de otra forma, que ya relatare en otro artículo y que me sigue ratificando lo orgullosos que estos isleños se sienten de sus tierras.
Eso- creo- hace que un pais, una region avance: creerse el cuento y contribuir asociativamente a que si es cuento, se haga realidad.
En eso, los chilenos estamos en deuda con nosotros mismos.
Espero les interese esta serie de mi viaje que deseo compartir con Uds., los lectores de mi pagina. Se que no todos cuentan con recursos para viajar- personalmente, es la unica deuda que contraigo sin culpa- pero lo cierto es que en Europa o donde vaya, hay opciones para todos los bolsillos y es posible hacerlo frugalmente, lo importante es conocer: es una muy buena inversion.
Chao, arrivederci
(Nota: disculparan algunas omisiones de acentos y signos de interrogacion. Mi tableta esta hecha para los gringos de gringolandia, la tierra que ahorra en acentos y otros signos, pero que derrocha petroleo y otros demases. El teclado italiano, en cambio, esta pletorico de otros signos que tampoco me sirven: en los teclados de los equipos esta una de las tantas babeles electronicas: la principal: entre quienes tienen y no tienen equipos de ultima generacion: esa es la Babel mas indignante).
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