El Frente Amplio no hace la diferencia, ha aprendido muy rápido las malas prácticas
Mientras se baja el telón a la acusación que pesaba sobre el Presidente Piñera y que pudo significar que concluyera su mandato con su destitución, la ex candidata a Gobernadora por el Frente Amplio, Karina Oliva, hoy postulante a senadora por Comunes, se sitúa en una nueva espiral de escándalo por los elevados montos de gastos electorales presentados al Servicio Electoral (Servel) que dan cuenta de sueldos de 4 a 8 millones de pesos mensuales como promedio a siete asesores, todo lo cual suman un total de $ 137 millones.
La hoy candidata a senadora se ha defendido argumentando que los gastos de su campaña son significativamente menores a los de sus contendores, el hoy Gobernador Claudio Orrego y Catalina Parot, pero no se hace cargo que los sueldos asignados a sus asesores más cercanos son abultados. Los distribuye además entre 7 meses, pero la ley limita cargos autorizados a 3 meses, una arista que deberá investigar el Servel.
Además habrá llegado la hora que el país reflexione y pida poner límite a gastos electorales que no sintonizan con la realidad nacional y es una bofetada a una gran mayoría de chilenos con salarios y jubilaciones miserables, el mismo sector que el Frente Amplio dice representar.
Entre los argumentos de la candidata está el que pudo incurrir en gastos por los $ 800 millones y no lo hizo. ¿Hasta cuando se estira el bolsillo de papá fisco, si tenemos en cuenta todos los candidatos que estirarán la mano cuando llegue el momento de saldar gastos de campaña?
La legitimidad de esta demanda es que debemos tener cada vez más conciencia que esta danza de millones salen de nuestros bolsillos abandonando la idea instalada por los políticos a mirar al Estado como un ente generador de dinero sin que las arcas fiscales destinadas a carencias sociales se resientan con derroches injustificables. Eso, en momentos que candidatos que aspiran a cargos presidenciales plantean nuevos tributos, como es el impuesto al trabajo y a las propiedades, dos propuestas que no impactarán a los “super ricos” como demagógicamente se ha explicado, sino a la clase media, cuyos ingresos y activos provienen de una vida dedicada al trabajo y a la disciplina del ahorro.
Como señalamos en el artículo que les invitaré a leer, el Frente Amplio está ofreciendo inquietantes señales porque sus prácticas políticas se están equiparando a las que tanto han criticado de quienes ya llevan una trayectoria amplia. No muestra lo que debiera ser el mesurado servicio al país de todos para que Chile progrese y no llegue al caos que hoy se encuentra.
Y eso implica por cierto la austeridad en gastos y no dar muestras de estar estrujando platas provenientes de la ciudadanía que hoy enfrenta ingentes apremios económicos por el desequilibrio económico que el mismo sector político provocó con sus estrategias populistas.
En este caso, es tan simple como efectuar campañas más mesuradas y dar una señal que si ayer había un flujo de dinero desde el empresariado y que eso hoy derivó a que sea el país, esto es los chilenos, paguemos las campañas, resulta escandaloso que sea tan excesiva la danza de millones.
Eso estaría explicando la eclosión de candidatos cuyas campañas persisten a pesar de las señales existentes de no contar con ninguna posibilidad de ser electos.
A propósito de esto último, llevo a reflexionar también a lo que está aconteciendo con el candidato presidencial Franco Parisi, quien se ha permitido postular a distancia, con una demanda judicial que le complica ingresar a Chile, y quien no obstante también podría acreditar gastos electorales ante el Servel por publicidades en redes sociales.
Sería un buen negocio para un abanderado que estando ausente increíblemente ha sumado adhesión. No nos sorprendería que la colocación de gasto electorales fuese su propósito para promoverse como los políticos referenciales que se ganan la vida ofreciendo por el mundo conferencias, participando de paneles y visitando universidades. Es el mismo candidato que en elección anterior intentó adjuntar boletas por corbatas y otros productos más íntimos como gastos de campaña.
Ya hemos criticado además que miembros del Parlamento mantengan su dieta aun cuando asomen por el Congreso en votaciones, si sabemos que su tiempo está en la campaña desde donde también exprimen el presupuesto fiscal.
¿Dónde está el límite para romper el chanchito fiscal, léase plata ciudadana? Es de esperar que un medio de comunicación interesado en profundizar sobre estas materias ilustre sobre estos temas y la ciudadanía más que entusiasmarse con voladeros de luces, exija límite en gastos electorales.
Les dejaré a continuación con el artículo publicado ya en el Semanario “Tiempo” la semana pasada a propósito del espectáculo ofrecido por el Parlamento en la acusación constitucional, donde si bien no fue aprobada, el Presidente Piñera debiera hacerse cargo que también ha llevado muchas velas en este entierro desde que se le ha advertido la conflictiva mezcla de sus negocios con su función pública. Sin prever este nuevo capítulo del que hoy damos cuenta, no pude exclamar sino ¡qué desperdicio de Oposición! y ¡qué despilfarro de nuestros impuestos! a propósito de la nueva revisión de las inversiones familiares del Presidente, que son las suyas propias, y el desgaste en maniobras sin destino del Parlamento. Les dejo con el artículo.
¡Qué Desperdicio de Oposición!
Semanario “Tiempo” 12/10/2021
Tras los bochornosos acontecimientos ocurridos en la Cámara de Diputados el lunes y martes (8 y 9 de Nov) recién pasados- que se suman a un extenso registro en el actual periodo parlamentario de equívocas decisiones, actuaciones, omisiones y reparos en la función legislativa- resulta razonable que la ciudadanía se pregunte si el menoscabo de esa importantísima tarea ya tocó fondo.
Y la suspicacia es explicable, porque da cuenta de una Cámara que no trepida en usar cualquier triquiñuela para ensuciar un rol de tanta trascendencia democrática como lo es la legislativa. El espectáculo fue lamentable, con un congresista (Naranjo) leyendo temas no atingentes por 15 horas en una estrategia dilatoria, en comparsa con sus pares que interrumpían la sesión hasta que concluyera el hechizo cuarentenal y un parlamentario (Jackson) recuperara su zapatito de cristal para llegar a sufragar y un segundo congresista (Sabag) burlara el protocolo sanitario.
El empeño, la energía, la astucia y esfuerzo empleados para esta acusación ya las quisiera la ciudadanía con congresistas enfocados en la solución de problemas que los chilenos identifican como los más acuciantes y prioritarios: control de la Delincuencia, mejores Previsión, Salud y Educación. Añadiría el conflicto de la Araucanía cuya violencia y decesos no estaban en la mente de quienes sudaban por una votación de claro tinte electoral.
Hubo por 24 horas completa logística al interior del Congreso que significó un desprecio absoluto por el mayor gasto público de funcionarios fiscales disponibles a jornada completa.
Lo paradojal es el uso de tanta triquiñuela, ardid y truco para enjuiciar a un mandatario a quien están cuestionando por el uso también de artimañas y subterfugios en su función presidencial y la amalgama que puede haber hecho de ésta con sus negocios.
Eso pretenden probar, está bien que lo hagan, si tienen el convencimiento de los méritos y pruebas para tal acusación y no sea una táctica electoral, pero lo que transmiten es que siguen situándose en una zona de privilegio, muestran enorme desinterés por las tribulaciones ciudadanas y asumen con desparpajo y soltura el maquiavelismo con la más infortunada frase del renacentista para encarnar que el fin justifica los medios.
Terminó por desplomarse el compromiso del Frente Amplio cuando al arribar al Congreso prometió diferenciarse de las antiguas generaciones legislativas a quienes miraban con desprecio.
La Oposición está muy confundida en sus labores. Su tarea no es colocar barricadas y cortapisas al Gobierno de turno, sino identificar, promover y lograr aprobar iniciativas para el progreso del país.
Resulta increíble que esta Oposición haya desperdiciado la mejor oportunidad- son mayoría- para cumplir con tales objetivos y sólo ha contribuido que al final de este periodo muchos ciudadanos se cuestionen cómo salir del caos generado.
Por eso, no cabe sino expresar ¡qué despilfarro de nuestros impuestos!
Me encanta leer tus comentarios tan claros, atinados y muy aclaratorios. Gracias por estar!!!!
Gracias Mariana !!!!