“El Caso Richard Jewell” refleja a la sociedad y su facilismo para condenar sin mayores pruebas
Quién sino Clint Eastwood pudo dar con el mejor perfil cinematográfico para Richard Jewell, el guardia de seguridad que en menos de una semana pasó de héroe salvador de unos 50.000 asistentes a un concierto post olímpico a ser por la misma acción un terrorista solitario que pretendió una masacre en ese espectáculo.
Ese es el tema, que lo preciso sin culpa, porque la gracia de ver esta cinta es el siempre competente desempeño de este actor y director, quien una vez más desarrolla sus habilidades cinematográficas en torno a un perdedor como protagonista en su prolífico trabajo que supera ya las 6 décadas.
“El Caso de Richar Jewels” se ajusta a los sucesos reales, incluidas las malas prácticas del FBI y del periodismo en los acontecimientos ocurridos hace 23 años en la actividades de recreación que complementaban las Olimpiadas desarrolladas en Atlanta. Fueron precisamente esas malas prácticas las que allanaron el camino para que Jewell fuese llevado a tribunales y también sentenciado por la opinión pública en esos años, cuando aun no surgían las masivas e irracionales condenas por redes sociales.
Eastwood suma así una nueva realización con estos perdedores, perfil predilecto en la filmografía de este actor, productor y director, ya sea en el cine western, policial y thrillers, incluido su filme más romántico; “Los Puentes de Madison” donde junto a Meryl Streep, protagoniza la idílica película que traza los perfiles de 2 grandes perdedores en el amor.
Harry El Sucio, el personaje más añorado de Eastwood, es otra figura del derrotado, al interpretar al siempre atormentado detective Callaghan. Su película más premiada- “Los Imperdonables”- reúne su compulsión por el western y las estampas de los fracasados. Esta cinta fue considerada entre los 100 mejores largometrajes de la cinematografía, fue premiada con 4 Óscar y se llevó en 1992 todos los galardones del año.
“El Caso de RichardJewell” se agrega además a las numerosas cintas de Eastwood sustentadas en biografías o casos reales. Sus 7 últimas realizaciones tienen esa inspiración: “J.Edgar” (Edgard Hoover, primer director del FBI); “Jersey Boy” (sobre la banda The Four Seasons); American Sniper (el francotirador más letal): “Sully” (el amarizaje en 2009 en un congelado Río Hudson); “Tren a París” (atentado terrorista); “La Mula” (un octogenario que se inició a esa edad en el narcotráfico) y ahora Richard Jewell. Sumemos en otras décadas “Invictus” (sobre Nelson Mandela) y Bird (la desafortunada vida del destacado saxofonista Charlie Parker)
Jewell es símbolo de aquellos quienes son víctimas de la sospecha, de la condena masiva que sin mayores pruebas y argumentaciones sufren un castigo y escarnio injusto. Por desgracia, tales conductas son altamente recurrentes, particularmente desde una sociedad refugiada en el anonimato. Un factor gatillante de ese comportamiento es la discriminación: un gordiflón, tímido, obsesivo en el cumplimiento de su trabajo y con gran apego a su madre, el perfil de Jewell, no podía sino ser para la sociedad un terrorista disfrazado de héroe y en ese contexto era presa fácil para ser hostigado de manera violenta por una comunidad ansiosa de tener a alguien a quien condenar.
Nada distinto de lo que hoy ocurre cuando disponemos del facilismo tecnológico para penalizar sin mayores medios de prueba ni argumentos razonables a través de las carreteras virtuales desde donde se alza la sentencia y la condena sin mayor responsabilidad.
Ayer “El Caso de Richard Jewell” logró una nominación de Óscar, para Kathy Bates, como mejor actriz de reparto en el papel de la madre de Jewell. Ella ya tiene un Óscar y un Globo de Oro como la Mejor Actriz, por su rol en “Misery” (1990), una película de culto entre la cinematografía basada en las novelas de Stephen King. Sería un nuevo reconocimiento para esta actriz que escaló desde papeles como figurante al nivel de prestigio que hoy tiene. Deberá competir entre otras, con Laura Dern, a quien bien calificamos en la cinta de Netflix “Historia de un Matrimonio”.
Recomendamos “El Caso de Richard Jewell”, tendrá frente a usted el perfil de aquellos perversos que por justificar su trabajo, son capaces de enviar inocentes a la cárcel y mucho más.
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