El importante Tema Previsional, Errores y Tensiones caracterizaron los primeros 15 días del Gobierno Electo
La manzana de la discordia ha sido el proyecto para avanzar con rapidez y establecer una Pensión Garantizada Universal (PGU), tema que abordamos en la última columna de 2021, y que puso sobre la mesa el difícil horizonte que espera a la próxima Administración en disciplina fiscal.
Esa columna la entregaremos sin contexto, porque al parecer los parlamentarios han recapacitado sobre la férrea oposición presentada para aprobar esta iniciativa del Gobierno y talvez entendieron que ya una mejora en las pensiones impíamente postergada por razones políticas pondría un bochorno de marca mayor y rubricaría éste, el peor Congreso de las últimas décadas. Más adelante la comentaremos.
Nuestro primer artículo se centra en los Desafíos de la siguiente Administración, que no son menores en cuantía y en poder remontarlos exitosamente.
No sólo por los sucesivos compromisos de gastos extraordinarios que han surgido en estos ya 2 años de pandemia y las consiguenciales demandas sociales que han tensionado las arcas estatales, sino también porque Gabriel Boric en su objetivo de llegar a La Moneda comprometió proyectos que no calzan con los potenciales del ingreso fiscal.
Muchos son los desafíos que tendrá el próximo Gobierno y de lo bien, lo regular o lo mal que lo haga, dependerá la suerte de un Chile que requiere recuperar Gobernabilidad, Estabilidad, Paz Social, así como recobrar sus indicadores económicos fuertemente impactados por la Pandemia, pero principalmente por un Populismo Parlamentario claramente direccionado a quebrantar el sistema previsional.
Además el Congreso cambia su mapa político a contar de marzo próximo y toda la ventaja muy mal usada que tuvo la izquierda y la ultraizquierda con una amplísima mayoría en este periodo desaparece para dar paso a una estructura política muy diversificada y además equilibrada.
Ese será también un desafío para Boric y eso es coherente con el trabajo a contratiempo en que están hoy él y su equipo inmersos en formar el nuevo gabinete al cual varios han dicho que no. También para incorporar al pacto original- Frente Amplio y Partido Comunista- a colectividades de la centro-izquierda y poder contar con aliados que colaboren en la aprobación de su programa que, por cierto, no ha cambiado un ápice desde la primera vuelta.
Lo afirmado en la segunda vuelta electoral eran sólo “palomitas retóricas” que le ayudaron a llegar a La Moneda en marzo próximo.
El Gobierno entrante requerirá de nuevos aliados. No entrará a La Moneda sólo de la mano con el PC, pero en esto de buscar en la centra izquierda quien les acompañe cometieron un error de marca mayor poniendo en la oferta una teoría de los anillos, que alguna vez abordaremos en un artículo pero que en simple ofrecían nombramientos de primea y segunda clase en el equipo. Queeeee? Así con extensión porque ¿Y dónde dejan su retórica de igualdad, no discriminación y que todos somos iguales, aunque a algunos debamos quitarles los patines? Todo mal, una teoría que debieron esconder bajo el escritorio, pero increíble escucharla en la ultraizquierda.
De algunos desafíos me refiero en la siguiente columna escrita en momentos que aún estaba muy en caliente la elección del nuevo Presidente el pasado diciembre, pero que no pierde vigencia porque la historia de Boric y el Frente Amplio acompañado del Comunismo en La Moneda recién comienza.
Desafíos
Semanario “Tiempo” 24/12/2021
Cómo no desear un muy buen Gobierno a Boric y su coalición en su primera experiencia como Poder Ejecutivo. Porque en sus decisiones se jugará el destino de Chile en un periodo en extremo difícil y crucial.
Según sea la habilidad de Boric para dirigir el timón, este barco llamado Chile podrá llegar a buen puerto o quedar escorado en alguna playa brumosa.
Se ha dicho que Boric rompe una serie de records empezando por su juventud. Me quedo con uno que ignoro si está citado y es que será el mandatario más presionado para cumplir los grandes desafíos del Chile actual.
Algunos de esos retos se los autoconstruyó o bien fueron necesarios en el diseño de una campaña triunfal, propósito en que debió incluir compromisos más participativos como gobernar para todos los chilenos, ofrecer Orden y Seguridad y mano dura con la delincuencia y el narcotráfico. No en vano Kast le endilgaba ir adoptando parte de su propuesta.
El timón de su barco deberá ineludiblemente desplegarse en dos direcciones para cumplir compromisos con su sector y con los que impone el cargo de Presidente de todos los chilenos.
Pero uno de sus mayores desafíos será amalgamar este país severamente fraccionado por la odiosidad de clase, planteamiento que llegó desde sectores políticos que incubaron una polarización que ahora entorpecería los propósitos del nuevo gobernante.
Boric tiene muy presente que requiere un acuerdo amplio, el mismo que él y su coalición negaron durante este cuatrienio que concluye cuando como integrantes de una nociva Oposición se dedicaron a malograr toda iniciativa proveniente del Ejecutivo.
En ese necesario objetivo, un gran desafío para Boric está en liderar y en rigor controlar su propia coalición, desde donde han surgido apremiantes voces demandando propuestas de nuevos tributos, reducción jornada laboral, reformas de seguridad social, en un Chile que primero deberá recuperar su economía, su fuerza laboral y enviar señales de estabilidad.
Lo requiere una ciudadanía agobiada por la pandemia, las revueltas y el convulsionado escenario en la Araucanía.
Por eso, preocupan tales presiones, particularmente las provenientes del Partido Comunista que durante el balotaje mantuvo estratégico silencio y que hoy saca la voz haciendo presente su hegemonía en su alianza con el Frente Amplio.
Cuál es el futuro de ese Pacto? Muchos se lo preguntan y mientras algunos lo ven como una antesala al advenimiento de un próximo Gobierno comunista, otros ciframos la esperanza en la reconstrucción del pulverizado centro político.
Un desafío que también debiera tomar protagonismo en este nuevo Periodo.
La elección Presidencial en su balotaje estaba destinada a mover el mapa político, con una actividad sísmica extrema.
Hoy se requiere de la visión de un sector político que sepa interpretar las vicisitudes y esperanzas del chileno medio cuya existencia es fruto del esfuerzo propio.
Ese continúa siendo un desafío. La elección parece no haberlo resuelto.
Y nuestra siguiente columna a continuación
Los Pobres pueden Esperar
Semanario “Tiempo” 31/12/2021
Hoy partirá 2021 sin que el país logre la concordia política una vez despejada la elección presidencial.
Bien ingenua mi afirmación, porque hasta el más indiferente al agresivo escenario político sabía que ninguno de los 2 candidatos contaba con varita mágica que disolviera la agobiante tensión a nivel de Partidos, Parlamento, Gobierno y para el colmo de males entre la ciudadanía que la ha heredado del sector político.
La despedida del año es la peor, una vez más sacrificando a los chilenos de menores recursos, porque la Oposición, futuro Presidente incluido, está anunciando portonazo a un proyecto que, en simple, significaría un reajuste inmediato a las personas de menores ingresos.
A la Oposición le bajó un ataque de responsabilidad fiscal, en contraste con el despilfarro de los ahorros previsionales de ese mismo sector precario y después que el próximo Presidente lograra ser elegido sin alinear los compromisos ofrecidos con el potencial de cartera fiscal que dispondrá en su cuatrienio. Esto último para el FA no es irresponsabilidad fiscal; asistir a los pobres sí: hay que mezquinearles los billetes aunque el Gobierno asegura que los recursos están.
La excusa para retroceder en la aprobación de la Pensión Garantizada Universal (PGU) nació de una carta en medio de comunicación de 4 reconocidos economistas allegados a la fracción de Boric cuestionando su financiamiento e insinuando una victoria postrera del actual Gobierno.
Al final de cuenta para esos economistas- desde su cómoda posición de elevadísimos ingresos- pesa más una cuestión política, según ellos de triunfo para la actual Administración, aunque eso signifique postergar mayores ingresos a los más pobres.
Cuan lamentable que las pulsiones políticas estén por sobre las personas más desvalidas, y particularmente que ésta sea la postura de profesionales altamente calificados que en la cumbre de sus conocimientos parecen haber olvidado el principio básico que tras los números y cifras hay personas, particularmente aquellas sobre las cuales pesa el agobio de subsistir con escasos recursos.
El proyecto avanzaba en términos que iniciando el año cada chileno de menores recursos recibiría importante reajuste. Si la iniciativa es rechazada por la Oposición, pasará a debate en la próxima Administración, en 3 meses más y cuando el Congreso tenga una estructura que dificultará su aprobación.
Un sabor muy amargo deja esta despedida del 2021, cuando concluida la elección, los ciudadanos pierden todo el peso de su valor para los políticos y en este caso para la izquierda que tanta apología hace al autoasumirse como defensora de los más pobres.
Algo no cuadra entre la retórica y el decidir y vaya qué sombría podría ser la conclusión a la que podríamos llegar.
Esta es una señal que la política de los acuerdos que reiteró Boric en su campaña debe funcionar sólo hacia su sector y si no es así, no importa a quienes llevemos al sacrificio.
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