La nublada mañana del sábado 22 de marzo, junto a un grupo de académicos pertenecientes al Departamento de Ciencias Empresariales de la Facultad de Ciencias Sociales y Económicas y estudiantes recién ingresados a la carrera de Ingeniería en Administración de Empresas, además de otros 2 de la Carrera de Derecho, hicimos universidad en otro estilo y ascendimos hasta la cima de Cerro Grande.
Eso significó compartir en camaradería con jóvenes que están asomándose a la vida universitaria y también en otro nivel con los académicos, porque los textos, programas de estudio, debates, acuerdos y desacuerdos quedaron rezagados en las oficinas y en las salas de clase para disfrutar en mutua compañía una actividad al aire libre.
La iniciativa fue del director de la carrera de Ingeniería en Administración de Empresas, Profesor Andrés Álvarez, quien tuvo la gentileza de invitarme a cumplir este desafío de hacer cima en Cerro Grande.
Fue mi segundo ascenso a este cerro, que desde la ciudad se ve imponente, pero lo cierto que nadie que esté en forma, disponga de un par de zapatillas con agarre- el terreno es pedregoso y siempre está la tentación de buscar atajos, que sí los hay- además de ropa cómoda, con ventilación y apropiada para el calor y frío- nunca se sabe en esta colina- estará en condiciones de desafiarlo.
El grupo estuvo dirigido y guíado por el periodista y especialista en trekking Paulo Olivier, quien formó su empresa especializada en ascensos a partir de un Facebook.
El grupo de la Universidad de la Serena lo integraron 35 alumnos, 7 docentes y la secretaria de la carrera, todos los cuales aportaron la excelente disposición, buen humor y compañerismo para disfrutar esta caminata que por lo amigable de la ruta requiere solamente de eso para ir alcanzando la cima.
El clima nos jugó una mala pasada: nunca despejó desde que iniciamos a temprana hora, a las faldas del cerro este recorrido que concluía en ascenso la zona de las antenas, su cima.
Por el contrario, en algunos momentos fuimos acompañados de tupida llovizna y a medida que ascendíamos más concentrada estaba la bruma.
Pero se nos iba sumando el aire puro, que es uno de los disfrutes de estos circuitos.
Y también debimos dar paso a los ciclistas y motociclistas que con velocidad descendían desde la cima.
Tres paradas para compartir información antes de llegar a la cumbre donde la espesa neblina nos impoidió deleitarnos con la panorámica que habitualmente se observa desde Cerro Grande de la conurbación Serena/Coquimbo. Todos fuimos invitados a expresarnos y ese fue un buen ejercicio para los alumnos, que normalmente se cohíben en estos primeros encuentros con la vida universitaria. Personalmente expresé a los alumnos que, por analogía, ellos daban comienzo al ascenso a una ruta que requerirá de esfuerzo y sacrificio para en 5 años egresar como profesionales.
En definitiva, una experiencia grata, diferente y recomendable para quienes deben compartir en otros niveles en sus lugares de estudio y de trabajo.
CERRO GRANDE
Ubicado en el sector este de la ciudad, este Cerro quiere hacer honor a su nombre y es promovido como la mayor altura de la ciudad, con 550 metros de altura por sobre el nivel del mar. Representa un recorrido de unos 4 kilómetros para llegar a la cima, teniendo en cuenta que- amigablemente- la ruta es en zigzag.
De este modo, se evaden las pendientes que en algunos tramos son pronunciadas pero en ningún caso de mayor significancia.
Es vecino de Cerro Corazón de unos 700 msnm, que también es un desafío de aficionados al trecking, el ciclismo y el motociclismo.
Vencer alturas representa un reto- mayor para quienes sufrimos de vértigo- y también una enseñanza para la vida.
Por eso, felicito a Andrés Álvarez, director de la carrera de Ingeniería en Empresa, por la iniciativa de invitar a sus alumnos a la grata aventura de hacer cima.
Excelente experiencia con un muy buen grupo Felicitaciones por atreverse a salir de los espacios comunes y atreverse a explorar nuevas actividades como el trekking.
Un gran saludo a todas y todos!
Gracias a Cumbres de Chile. Será un buen recuerdo para el grupo, particularmente en los jóvenes que inician una trayectoria hacia la cumbre