El Poder Femenino , el Poder Negro y alguna nominación insólita entre las películas aspirantes al galardón

Un  esfuerzo por adaptarse a los radicales cambios que experimenta el mundo deberá verse este domingo en la ceremonia de entrega de Oscar en un espectáculo que ya viene siendo menos glamoroso al que nos tenía acostumbrados la cinematografía hollywoodense.

Pero quien no se adapta hoy a los cambios, muere, particularmente en la cinematografía y sus realizaciones que transitan de manera dispersa en una gran variedad de plataformas hoy grandes competidoras de las salas de cines que vienen recién despertando del letargo a que las sometió la pandemia.

Un primer cambio en esta Noche de Óscar es la recuperación después de varias décadas de presentadoras en manos de una trilogía que se hace cargo de 2 innovaciones importantes en el mundo: el Poder Femenino- serán tres actrices comediantes- así como la demanda del mundo afroamericano por su escasa visibilidad en la historia de esta premiación-observada como una discriminación-, porque 2 de  esas 3 presentadoras representan a esa raíz de la raza humana.

En esa misma línea se sitúa una de las producciones aspirantes a la estatuilla porque se vincula al ascenso que en las últimas décadas han experimentado representantes de color en diversas actividades y que no ha estado exento de dificultades y también de la persistente discriminación que lo único que ha provocado es que el Poder Negro se fortalezca y los denominados blancos se tiñan de rechazo y desprestigio.

“King Williams” o “El Método Williams” es el filme  que representará el gran músculo que hoy tiene el mundo de color. Se une además que habla de 2 mujeres triunfadoras en un submundo acostumbrado a gente de elite y de raza blanca. Eso nada menos.

Y cómo no, si su relato se concentra en la epopeya emprendida por el padre de las tenistas Venus y Serena Williams para lograr insertar a sus dos hijas en un deporte privativo para blancos . Los esfuerzos de este hombre, representado en el filme por Will Smith, quien compite por el Oscar al protagonista, culminaron al convertirse Venus en la primera tenista negra en llegar a la cima de los rankings WTA, así como junto a su hermana Serena, lograr reunir una impresionante cosecha de galardones.

La película es entretenida, incluso para quienes no dominamos por completo las reglas del tenis, porque fundamentalmente habla de la histórica discriminación sufrida por los afroamericanos y también de la necesaria cordura de aquellos padres que encauzan a sus hijos para convertirlos en famosos. La historia está plena de grandes fracasos, deplorable orientación y también explotación del talento filial. “El Método Williams”, habla de triunfos, acertadas decisiones y de saber no marearse con el éxito cortoplacista ni menos con el raudal de sanguijuelas que surgen por generación espontánea en torno a quienes ascienden.

La cinta aspira- además de posicionarse como Mejor Película- a obtener la distinción como Mejor Actor para Will Smith; Mejor Actriz de Reparto para Aunjanue Ellis, quien interpreta a la madre de Venus y Serena, y a situarse en competir por  el Mejor Guion Original y la Mejor Edición. La reivindicación del Óscar con la gente de color le jugará a su favor pero todas sus nominaciones tienen méritos.

De un sector de los discriminados habla también otra producción que figura entre las aspirante a la Mejor Película. “Coda” tiene como protagonista una adolescente que como única audiohábil en una familia que padece de sordera, tiene sobre sus hombros el peso de ser el puente entre sus padres y hermano con un mundo que les discrimina por su incapacidad.

La joven deberá postergar, paradójicamente, su vocación de cantante para apoyar a sus padres quienes han emprendido un negocio de pescadería.

Admitiendo que no es una gran película, apenas  logró una nominación como “Mejor Guion Adaptado”,  no compartimos la opinión de un crítico de cine que la calificó en tono despectivo como “dulzona” y estimo que su gran mérito es el reconocimiento a todos los familiares, verdaderos héroes anónimos, que deben postergar su vocación o  proyecto de vida para apoyar a padres, hijos, abuelos, incapacitados para llevar una vida autónoma.

“Coda” o “Los Sonidos del Silencio” puede lograr la estatuilla si los jurados hacen esa mirada más profunda del mensaje del filme que se identifica con las múltiples deudas de la sociedad que hoy flotan en el mundo.

Pero las mejores opciones para llevarse el premio principal son para “El Poder del Perro” 12 nominaciones y – mi favorita- “Belfast”, cuyo artículo ya lo edité en enero pasado y que invito a leer en http://agendalternativa.cl/5707-2/

El desconcierto total fue constatar que entre las películas nominadas está “El Callejón de las Almas Perdidas”, porque personalmente, el público que asistía a la sala y mi propio acompañante, no logramos ver ningún atisbo meritorio en este filme que toma diversos caminos y extravíos incomprensibles.

Probablemente, talvez, podría llevarse el Premio a la Mejor Fotografía de sus 3 nominaciones, incluida a la Mejor Película (Oh, my God!!!)

En el otro vértice está “La Tragedia de Macbeth”, una producción de Joe Coen. Es una virtuosa producción en el sin par blanco y negro con un guion fiel a la prosa de Shakespeare y con un talento virtuoso de un elenco coral encabezado por Frances McDormand. En el rol protagónico otro actor afroamericano, Denzel Washington, quien postula al premio del Mejor Actor. Este filme, si existiese la categoría a  Mejor Película de Cine Arte, debiera llevárselo, pero con todo mérito está concursando por la Mejor Fotografía.

Almodóvar no tuvo suerte para ubicarse entre el galardón a la Mejor Película Internacional con su “Madres Paralelas”, una cinta entretenida, pero no más que eso, además de la tardía inquietud de este cineasta por el impacto de la Guerra Civil, un relato que nos pareció muy incidental para el drama que significó ese conflicto. Su musa, Penélope Cruz, una vez más nominada, esta vez en categoría de Mejor Actriz.

Tengo pendientes para ver películas como “Drive my Car”, una realización japonesa que se observa prometedora y algunas otras que comentaré en un tercer artículo.

Todas las nominaciones son ganadoras por el hecho de alcanzar  las clasificaciones y serían muy exitosas hace una década cuando estas nominaciones eran un imán para atraer público a salas, pero hoy corren otros tiempos.

Y para estos tiempos, la organización del Óscar sólo da braceos para mantenerse a flote y evitar que no se lo lleve la corriente de nuevas formas de ver cine, una industria con menos ganancias, un público menos exigente y una tecnología que aporta pero también desincentiva a realizaciones y grandes producciones de antaño, cuando obtener un Óscar era tarea más ardua, más competitiva y más glamorosa.