A la caza de los votos fugitivos
Los votos perdedores están siendo la principal pesquisa en que está enfocada la actividad política previa a la batalla final que se dará el 19 de diciembre para definir quien cruza el arco triunfal de La Moneda.
Como en un tablero de ajedrez se han movido las piezas de políticos y autoridades referentes que están desplazándose para captar los sufragios de quienes estuvieron ausentes en la primera vuelta y aquellos pertenecientes a las coaliciones derrotadas.
Pero como Chile deberá escoger el próximo mandatario entre ambos extremos, ya sabemos dónde se situarán los votos de la política tradicional.
El rompecabezas que ahora deberán dilucidar las dos fracciones es el Partido de la Gente (PDG), la colectividad que dio el batatazo en la elección y se situó en el tercer lugar con candidato ausente y muy cuestionado, al margen de campaña en medios masivos y carente de toda enunciación doctrinaria.
No debiera sorprender tal perfil porque es sino consecuencia de tiempos tecnológicos y de ciudadanos abandonados en sus disyuntivas por la política tradicional.
Será el capital electoral más codiciado, y por tanto no nos extrañemos que la semana anterior, Parisi y sus huestes hayan sido motivo de pugna de ambos flancos que salieron a pronunciarse contra Daniel Jadue, quien ninguneó a los votantes del PDG afirmando que esa fracción se compraba con plata.
Se equivoca el alcalde comunista en esa irreverencia o bien con su hábil olfato político ha salido a desprestigiar al PDG porque intuye que podrían estar inclinado más a la derecha.
Lo cierto que hoy el PDG es una incógnita y tanto Boric como Kast deberán despejar cuáles son sus aspiraciones si ambicionan convertirse en su mejor apuesta. No es la plata lo que mueve a este casi millón de votos como los difamó Jadue, sino carencias que no supo leer el mundo político enfrascado en la pelea por el poder.
El PDG tiene una enorme ventaja para plantear algunas de sus pretensiones por la cuantía de sus sufragios, por su supremacía en la zona norte y porque su desconocido apellido político le permitirá elegir entre el mejor postor, como señalé en el artículo que les invitaré a leer.
Boric podría tener importantes dificultades si tras sondear esa fracción descubre que nada podría proponer a esos votantes sin que deba declinar de sus postulados que el PC sí ha dicho están escritos con piedra en un eventual Gobierno. Los comunistas ya se perciben sentados en La Moneda y desde ese podio están defendiendo que no se cambie una coma al Programa. Es la tensión subterránea entre Boric y el PC y esa presión puede explicar la subestimación de Jadue.
Sumemos que el PDG entró al Parlamento y en el Senado jugaría un importante rol articulador, hasta resolviendo los nudos en materias controversiales porque las fuerzas de izquierda y derecha quedaron equiparadas en el Poder Legislativo.
¿Qué es lo mejor de ese equilibrio? Que obligadamente deberá retornar la despreciada política de los acuerdos que, aunque disguste, es un componente importante de la Democracia. Su ausencia ha sido perjudicial para el país y una prueba de ello es que aun cuando todavía no concluye la elección presidencial, ha tranquilizado a la Economía.
El segundo lunar en estas semanas previas- después de la desenfadada intimidación comunista sobre Boric- ha sido el comportamiento de la centro-izquierda que se ha postrado ante Boric sin condición alguna a su programa. No hay en la centro-izquierda reflexión alguna sobre Chile ni sobre una gran mayoría de sus votantes que sienten como una amenaza la presencia del PC y le dio sus votos a Provoste.
Por fortuna, los ciudadanos comprenden que nadie es dueño de sus opciones, no mientras esté latente la democracia y la abstención y el voto blanco sigue aun siendo un refugio. Un dilema hoy muy presente en la fragmentada Democracia Cristiana. Ayer su Junta Nacional resolvió plegarse sin condiciones a la candidatura de Boric y promete no ingresar a su eventual Gobierno. Una decisión que levantará polvareda fuera y al interior de la DC.
En el caso de Kast en ese aspecto no hay mayor drama. El candidato dejó a disposición de la centro-derecha su programa que por cierto requería no ser remozado, sino simplemente elaborarse, aun cuando se mantendrán los ejes estructurales del candidato.
Muy sucintamente nos referimos a esos temas en nuestro último artículo para el Semanario “Tiempo” y les invito ahora a revisarlo.
Las Placas Tectónicas de la Elección
Semanario “Tiempo” 26/11/2021
¿Quién no ha escuchado sobre las placas tectónicas? La gran mayoría, sin tener cultura geológica porque la hemos adquirido con nuestra gran experiencia sísmica y volcánica consecuencia del movimiento de esas fragmentaciones.
Pero el domingo reciente ni se acomodó la tierra ni enfurecieron los volcanes, sólo vociferó la ciudadanía con responsabilidad cívica, que dio la espalda a las multiplicidad de placas partidistas intentando llegar a La Moneda.
Por eso, no fue novedad que tras esa fragmentación sumada a la polarización, no hubo más espacio que para idearios extremos. Ayudó también a la ultraizquierda la estrategia genial de Daniel Jadue que arregló la previa para ir a la papeleta final.
Los votantes replegaron a los centros delanteros porque no estaban ni cerca del arco y mandó a la banca al actual Oficialismo, a la ex Concertación, al Progresismo de Meo y a los Patrióticos de Artés.
Los castigó e impuso sobre la política tradicional a la virtualidad de un telecandidato que hoy subastará su capital de electores al mejor postor.
Parisi desplazó a las 2 fracciones que por 3 décadas se han llevado la copa para la casa.
Pero nada más fugaz que los episodios políticos, con protagonistas que son verdaderos ilusionistas para ir haciendo pases mágicos hacia nuevos escenarios.
Y…..!voila¡…. ya están todos de nuevo en la cancha, en plena contienda, mostrando sus votos por muy escuálida que hubiese sido la cosecha.
Dije mostrando sus votos, no haciéndolos valer. Porque se han apresurado a mostrar su incondicionalidad a los ganadores. ¡Qué poco se quiere a Chile y sus ciudadanos! ¿Ni una miradita al Programa? ¿Ni una condición? ¿Contigo pan y cebolla aunque la convivencia incluya al Partido Comunista? ¿Con candidatos que ayer denostaban y censuraban?
¿Y qué fue del compromiso que afirmaban tener con el país?
No han aprendido nada, ni aun con su derrota ha enmendado rumbos en pos de una política más responsable.
Por eso no importan las volteretas del discurso, de un Boric bajando su puño izquierdo, convocando al diálogo y Kast haciéndole guiños a la DC, el PR y hasta el PS.
¿Y qué interesa a la ciudadanía que en rigor son esos votos que parecieran transarse en el mercado de valores? ¿O qué debiera importarle?
Por cierto, sus programas, lo bueno, lo malo, lo rescatable y lo que también puede hundirnos y llevarnos en reversa o por la pendiente.
Inquieta por último como estas propuestas no calzan con este Chile orillado hacia los extremos por una historia que aun se escribe desde cuando el mundo político decidió inclinarse por el Populismo y el Poder cortoplacista.
Las placas tectónicas, que podrían culminar en un sismo o una erupción, se están movilizando muy mal, con entreguismos en que los más dañados serán los más débiles de la escala socioeconómica.
Y así constatamos que la política hoy sigue siendo un producto de segunda mano.
Nada fácil la tenemos.
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