Nos Anticipamos a primera crítica al nuevo Titular de Cultura

• Mauricio Rojas estuvo presente en nuestra última columna para “Tiempo”

• Cubillos  asume el desafío en Educación y Carolina Schmidt retorna La Moneda

Cuando redactábamos un artículo introductorio a la columna de la semana anterior en el Semanario “Tiempo” en el que advertíamos que la actual Administración estaría emergiendo de su letargo con los  anunciados proyectos de esta última semana, nos llegó la noticia del golpe de timón que hizo Piñera al remover a Gerardo Varela,  su ministro más díscolo, el que  le dio más  dolores de cabeza y  ocupando nada menos que una de las carteras más complejas e importantes, la de Educación.

Quedarán en el recuerdo sus frases polémicas y será  una vez más una mujer la que toma el mando como titular de Educación, Marcela Cubillos,  quien gestionaba el sector del Medio Ambiente.

En ese gabinete, La Moneda instaló otra mujer, un nombre conocido y exitoso de su anterior Administración, Carolina Schmidt y por último la sorpresa fue llevar a cargo ministerial en Cultura a su editor presidencial, Mauricio Rojas, quien en épocas pasadas estuvo en la trinchera contraria a  la ideología piñerista, como miembro del MIR.

A Varela nos hemos referido en las 2 últimas columnas que  redactamos para el Semanario “Tiempo”, por lo que él hizo noticia: sus desacertadas frases y  a Mauricio Rojas también lo analizamos en  el último artículo, sin presentir que nos anticiparíamos a la primera crítica sobre lo expresado por este cercano al mandatario, antes que asumiera como titular de un ministerio.

Si se lee la entrevista que concedió hace 2 semanas  al diario “El Mercurio”, se advierte que el ahora ministro Rojas tiene un conocimiento cabal de los objetivos de la actual Administración y hacia donde quiere apuntar. Falló en una frase, ganó titular y desperdició la oportunidad de obtener un destacado más propicio al Gobierno que hoy pertenece. Deberá entonces limar  la tendencia del gabinete para hacer “cuñas” y hablar con perfil ministerial, de lo que están haciendo que es lo que además interesa a la ciudadanía. Y por cierto recordar que las frases ingeniosas no llevan a buen puerto.

Tendremos tiempo ya para diseccionar el cambio de gabinete, sólo anticiparemos que la Oposición criticará la precocidad del cambio y sacará oportunistas trapitos al sol. También que a pesar que el feminismo es el movimiento que hoy la lleva, la ministro Cubillo queda en la mira  de todos los sectores que lanzan piedras contra la gestión en Educación.

De momento les dejamos con las últimas palabras nuestras para el ex ministro Varela y las  anticipada crítica al ahora ministro Rojas contenida en nuestra última columna para el Semanario “Tiempo”.

Enfoque, Brújula y Autogoles

Semanario “Tiempo” Agosto 03 de 2018

Borrar el último desacierto discursivo del ministro Varela ha sido complejo, persisten los comentarios adversos. Emulando los versos de Antonio Machado tendrá que “hacer (nuevo) camino al andar” para borrar la imagen que está autoconstruyendo de una retórica liviana en un Gobierno que le tiene asignada una de las carteras más importantes en políticas públicas.

Aunque el Presidente Piñera intentó sin éxito circunscribir la última caída ministerial al plano anecdótico y dirigir el debate a temas sectoriales de fondo, el gabinete que actúa en lo comunicacional habría  encomendado al secretario de estado iniciar una intensa gira por regiones- las agraviadas con sus palabras-  para reforzar el enfoque que este Gobierno quiere direccionar en materia educacional.

5 meses ya en La Moneda es suficiente para que la Administración Piñera inyecte energía en difundir qué está haciendo para cumplir el programa que con tanta fuerza voceó en su campaña y que lo retornó al Gobierno.

Los ministros deberían abandonar el ingenio que al final deviene en torpeza para construir “cuñas” dirigidas a medios cuando debieran enfocarse en aprovechar los micrófonos para transmitir en qué están avanzando en lo comprometido.

El director de contenidos presidenciales, Mauricio Rojas, advertía esta semana- me imagino que con complacencia- que estaban “jugando solos” porque observaba una desarticulada Oposición. Muy peligrosa es la autocomplacencia.

Fue una nueva frase que pretendía ser provocadora, que ganó titular con lo que desvió la atención de una entrevista con buen contenido sobre la brújula que pretende imponer el Gobierno.

De provocadora  nada tiene, porque el juego solitario al que aludía en el escenario público no es diáfano. Si así fuese, al menos el score sería 3 a 0 y eso no se visibiliza.

¿Es además real que el Gobierno esté haciendo un juego en solitario? Olvida Rojas que en el Parlamento la actual Administración es minoría y que aunque hay una Oposición desarticulada, está justamente ocupada en deslegitimar las acciones de La Moneda.

Si seguimos el razonamiento del editor presidencial, el Gobierno debiera entonces  autocriticarse que ya tiene a su haber varios autogoles en cancha desprovista de contrincantes.

Ergo, la Administración Piñera no está resultando exitosa en difundir su trabajo y a mayor abundancia los ministros y sus frases para la historia ayudan a que esos errores sean el tema de discusión en medios, en la ciudadanía y particularmente en que la Oposición les saque provecho.

Eso, aquí y en la quebrada del ají, son autogoles.

La prolijidad discursiva del gabinete es hoy una deuda, cuando el país enfrenta una inflexión con desafíos internos y externos sobre cuyas acciones emprendidas no vociferan y ganan en altisonancia banales expresiones que teniendo un trasfondo muy mal explicado representan un manjar para las redes sociales y la Oposición.