¿Es la Ley Reservada del Cobre la madre de todos los males en Codelco?

La Ley Reservada del Cobre concentra  el debate sobre las alicaídas arcas de Codelco, circunstancia inexplicable después de 13 años de bonanza  en el precio del cobre.

Pero ese cuerpo legal, herencia de la Dictadura que hace 27 años dejamos atrás, es apenas una arista de las explicaciones que nos deben los  Gobiernos que administraron el país  durante esos 13 años de opulencia sobre la situación de la cuprera estatal.

Porque las remesas derivadas desde la cuprífera para compras militares no hicieron sino reemplazar la glosa que  con el mismo fin debió incluirse en el Presupuesto Fiscal,  si no hubiese existido tal Ley.

Aunque se ha señalado muy someramente, las últimas  Administraciones han echado mano a los dineros de la Ley Reservada para financiar gastos  extraordinarios derivados de la seguidilla de catástrofes registradas en el país.

Y si esta Ley Reservada se elimina, como es la dirección que ha tomado el actual debate, habrá que disponer en las arcas fiscales de recursos que se dedicarían en lo básico a financiar compromisos ya asumidos en compras militares.

Por tanto, el gasto fiscal- a través de la Ley o sin ella- es ineludible.

Por eso, el ministro de Hacienda, con el Presupuesto Fiscal 2017 ya elaborado, se defiende casi en solitario para que la Ley Reservada  permanezca y ha dicho que “no es prioridad en el corto plazo”: no quiere añadir otro dolor de cabeza durante los 18 meses que le restan de administración. Mientras exista Ley Reservada del Cobre no deberá  hacer estirar el billete para un nuevo e inesperado ítem.

Por consiguiente, para efecto de la escandalosa situación financiera de Codelco, la arista referente a Ley  Reservada del Cobre, es la de menor importancia, casi nula, en las explicaciones que el actual y el ex Presidente y Ministros debieran dar por estrujar Codelco y no haber ejecutado inversiones de envergadura que le permitiera enfrentar este duro periodo de bajo precio.

La Ley Reservada del Cobre, aun con el escándalo del milicogate y el saqueo que hicieron de estos recursos  funcionarios del Ejército, no era sino una ley que debió cumplirse.

Distinto es que se le hubiese eliminado o modificado en su secretismo absoluto y eso es irresponsabilidad de los Gobiernos y del Parlamento en los últimos 27 años.

El Plan de Modernización de Codelco- que pudo incluir  los cambios en la Ley Reservada del  Cobre- fue el gran pecado  de omisión de los sucesivas Administraciones, dedicadas sólo a usar y abusar de la cuprífera estatal como caja pagadora, una virtual Tía Rica, y sin haber practicado estrategia alguna para enfrentar el desplome mundial de la economía, que siempre estuvo presente en el horizonte.

El tema lo abordamos en la última columna elaborada para el Semanario “Tiempo” , con una apretada síntesis de todos los elementos que implica el Caso Codelco, incluida la amenaza  futura que se observa aun cuando se recupere el precio del cobre.

Se intenta tapar con el debate  sobre la Ley Reservada esta nueva incompetencia de los Poderes  Ejecutivo y Legislativo que tiene más elementos que este cuerpo legal sobre el cual  hubo nula acción fiscalizadora del uso de dineros de propiedad pública.

Qué fácil resulta desviar el foco de atención de la  Ciudadanía: por eso reflexión, crítica y Educación  son indispensables. Ergo, Calidad en Programas Educacionales donde la Filosofía sea un eje y no una pariente pobre.

Les invito a leer el texto publicado el viernes recién pasado.

 Chile Cesante

Publicado en Semanario “Tiempo” el 02 de septiembre de 2016

Si el cobre es “el sueldo de Chile”, el país se quedó cesante o  trabajando sólo part time, luego que  la diversificación alcanzada hace algunas décadas hizo retroceder el cobre al “medio sueldo de Chile”.

En efecto, el 52% de nuestras exportaciones se sitúa en el metal rojo.

Y así, al rojo vivo, al igual que  el cobre, debieran ponerse  los Gobiernos, los Ejecutivos y los trabajadores, tras la pedestre  frase pronunciada por Nelson Pizarro, Presidente Ejecutivo de Codelco, para decir que en caja de la cuprera estatal no hay un miserable peso.

Porque habría que preguntarse qué sucedió con el “superciclo” de este mineral, que  en la década del 2000 y el siguiente trienio, cuando el promedio de la libra cobre llegó en 2012 a más de 4 dólares, duplicando su valor promedio.

Fueron los años de las “vacas gordas”, cuando se olvidó esta  parábola y no se aplicó economía contracíclica al interior de la estatal para intensificar la inversión y bajar sus costos de producción.

Codelco produce el 25% de las 5 mil millones de toneladas métricas anuales que  salen desde minas chilenas, como la mayor producción mundial.

En la época dorada, Codelco fue  caja de los Gobiernos; dio el 10% de  sus ventas, no sobre sus utilidades, al igual que una vil AFP, a las  Fuerzas Armadas, dinero dilapidado en el Ejército donde se urdió el escandaloso “Milicogate”; generó millonarios bonos de término de conflicto, que según se afirma, beneficiaban también a quienes  no participaban de las movilizaciones. Nunca hubo más  huelgas en las Minas de Codelco que en este superciclo.

Pocos recuerdan que un ex ministro de Hacienda, hoy nuevamente titular en otra cartera, negoció a un exiguo precio futuro toneladas de cobre a China, beneficiada con un valor muy bajo cuando el metal estaba por sobre los 4 dólares.

Codelco fue la vaca lechera que alimentó generosamente a muchos que  no debió, a otros tantos  que debieron registrar beneficios más  frugales y el chorreo llegó a los programas sociales que debieron ser los principales adjudicatarios.

Pero en el intertanto ¡nadie  aportó pasto para esta vaca lechera¡

Economistas estiman que pasarán 2 años antes que retorne la eventualidad de un nuevo superciclo para el cual ya se concretarán nuevas amenazas sobre Chile como el Rey del Cobre.

Uno de estos desafíos es muy cercano, se llama Perú, que nos está alcanzando como 2° Productor Mundial.

En 2014 ocurrió un hecho significativo: China, nuestro principal comprador, se adjudicó parte de la mina  peruana Las Bambas y así el gigante asiático ha pavimentado el camino para convertirse en uno de los principales productores mundiales.

El coloso amarillo pasará de comprador a competidor nuestro.

Cuando quedamos cesantes, debemos preguntarnos ¿Qué hicimos mal?

Eso deben preguntarse nuestros Gobiernos, actual y anteriores, que han sacado nota muy roja en  el manejo del metal rojo.