¿La Pensión “Olate” o la “Jubilación” AFP?
Al margen de las irregularidades para el cálculo de una pensión millonaria, presionemos para desarticular nuestra propia Fábrica de Pobres
Desde todos los flancos se lapidó la millonaria pensión calculada para la ex subdirectora técnica de Gendarmería, Myriam Olate.
Se la comparó con la misérrima jubilación que recibe la mayoría de los chilenos.
Con aquellos trabajadores que concurren con su propio esfuerzo, su capital- también paupérrimo- para que la fría estimación de un oráculo virtual les vaticine cuántas décadas más subsistirá y les condene a pensiones que hoy promedian $ 210.00, según cuantificó la Contraloría.
Casi paralelo a la pensión de la Sra. Olate, se publicó para Chile la Nueva Tabla de Mortalidad.
Suena medio siniestro y lo cierto es que para efectos de nuestra miserable pensión resultará espeluznante.
Las mujeres sobreviremos hasta los 91 años y algo y los hombres hasta los 83 y cifra.
Y por atrevernos a resistir marchar hacia la última morada, para la gran mayoría pasó desapercibido el anuncio que las pensiones serán “castigadas” con una rebaja que va del 1,5 a un 2%.
Es decir, andará con bastoncito y máaaaas pobre que quienes ya jubilaron y una cifra no menor, albergándose en el Hogar de Cristo y en los Estadios cuando llueve.
Tal anuncio pasó “coladito” en medio del ojo del huracán que causaron los 5 millones y algo de la periodista Olate, que en el plazo de un mes elevó su sueldo de $ 1 millón y algo a $ 5 millones y algo para que esta última cifra fuera el eje de la cuantía de su jubilación.
Son varios los otros factores que la llevaron a una jubilación 5 estrellas: pertenecer a un Partido Político (el PS) que ha feudalizado junto con el Radical el reparto de cargos en Gendarmería; estar o haber estado (poco interesa) vinculada a “la familia política” y haberse desempeñado en un servicio que con todo el aparataje del mundo uniformado pudo permanecer en sus antiguas Cajas Previsionales cuando del mismo mundo militar, colocaron la bota encima del resto de los chilenos y dispusieron el “gratificante” Sistema de Pensiones que ha resultado esplendoroso para enriquecer a las empresas administradoras y empobrecer a los trabajadores.
Mientras exista el Sistema AFP, ningún político debiera adornar sus retóricos discursos con conceptos vinculados con la Igualdad y derrota de la pobreza porque como lo señalaremos en la columna publicada el viernes pasado y que hoy editamos para estas páginas, la disminución de las tasas de pobreza que se exhiben en estos últimos años, se borran de un plumazo con esta fábrica de pobres que significa el Sistema de Pensiones.
La pensión de Olate y otros directivos torció la nariz de una ley que se hacía cargo del elevado riesgo que significa trabajar en la “realidad dura” de la Cárcel por dentro.
Pero de ella se apoderaron, directivos que hacen la labor de oficina y que llegan a esas funciones por cuoteo político.
Quienes “bailan con la fea” al interior de los recintos carcelarios- gendarmes- reciben jubilaciones entre $ 300.000 y 600 mil pesos.
Y habrá que indagar por qué en víspera del retiro, la cúpula recibe explosivos ajustes de sus remuneraciones y asignaciones.
Pero creo que la energía de todos los condenados a pensiones de hambre debiera estar en presionar para cambiar el sistema de capitalización.
Más que blindar al Presidente de la Cámara de Diputados, los parlamentarios debieran focalizarse en revisar las condiciones de cómo se manejan los fondos laborales por parte de las AFP. Y proponer los cambios, sin tanta parafernalia de Comisiones que no arribaron a ninguna propuesta radical.
Por qué permanecen en las AFP comisiones que son leoninas, por qué las AFP siempre ganan y los cotizantes a la más mínima ventolera económica ven reducido su capital; por qué el cobro de comisiones es sobre el capital y no sobre las rentabilidades.
Pero …..¡¡¡¡¡no se oye¡¡¡¡ ¡¡¡¡¡no les interesa¡¡¡¡¡
Les invito a leer el artículo que titulé “La Verdadera Canallada”.
La Verdadera Canallada
Publicada en Semanario “Tiempo” el 08 de julio 2016
Los parlamentarios se han escandalizado porque funcionarios de Gendarmería se van a retiro con pensiones millonarias. Entre ellos, la esposa del presidente de la Cámara de Diputados, Osvaldo Andrade.
Por sobre ese caso puntual, debiesen ser prioridad en la preocupación parlamentaria las miserables jubilaciones que miles de trabajadores perciben desde hace muchos años.
Las estimaciones son que los promedios no superan los $ 220.000, un retiro de hambre y miseria para quienes se han ganado el derecho al descanso.
Esta es la otra y verdadera “canallada”, término que acuñamos parodiando al presidente de la Cámara de Diputados para calificar el ataque contra la jubilación de su esposa
Sin embargo, los congresistas no reaccionan ni tiene sensibilidad alguna con esta realidad del “pueblo”, al que concurren cuando requieren los votos.
Ignoramos alguna moción para revertir este saqueo al trabajador desde un sistema estructurado para que grandes empresas acumulen capital sustentado en el ahorro de los cotizantes.
Nada, la Comisión Bravo propuso más de lo mismo. Que aumente la edad mínima para jubilar- un tema de lesa economía que revisaré en otra columna- y elevar la cotización.
Y más, que el trabajador inicie cuentas de ahorro paralelo para engrosar su jubilación.
Aconsejamos a los ahorrantes que abran los ojos con la “Cuenta 2” y vean las comisiones mensuales que les sustraen, gane o pierda
¿No sabrá la Comisión Bravo y su decepcionante propuesta que el promedio salarial del chileno es de $ 400.000?
Sucede que miembros de la Comisión y legisladores y sus jugosos salarios están ajenos a este drama del trabajador: los últimos no vivirán en sus años dorados de una pensión, sino de lo que han capitalizado con ingresos públicos absolutamente desiguales al chileno medio.
Por tanto, qué motivación tienen para sensibilizarse, interesarse y buscar nuevas opciones de retiro si no les toca su propio bolsillo.
La AFP estatal es una versión más de lo mismo. A un problema social, el Gobierno responde con igual propuesta como una “solución”.
La crítica desde los partidos de derecha contra la jubilación de la cónyuge de Andrade no ha sido sino una instrumentalización política sobre esta nueva torcida de nariz a la ley, pero hay un absoluto silencio, indiferencia, inmovilismo e inercia sobre el drama que vive el resto de los chilenos.
Del mismo modo, quisiéramos al diputado Andrade siendo coherente con su “pasado” político como permanente asesor de trabajadores y ex ministro del Trabajo, y más que situarse en la defensa de su esposa, asumir esta calamidad social que no es privativa de los actuales y próximos viejos.
También empobrece al país al tener que recurrir al pago de pensiones solidarias- una suma paupérrima- leyes de retiro y subsidios variados en la fábrica de pobres que constituye el sistema AFP.
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