De todo, menos de las Primarias
Las elecciones Primarias- denominadas legales- (¿las anteriores serían ilegales?)- pasaron sin pena ni gloria.
Ante la indiferencia del electorado, que el pasado domingo estuvo mayormente motivado por el Día del Padre, y para la fanaticada, para la cual tuvo más trascendencia el 7-0 que le regaló en la víspera “la Roja” en un encuentro que temían.
Fueron también más comentados los aprontes del Reino Unido para definir su autoexilio de la Unión Europea y las elecciones en Perú. Y, por cierto, los aprontes para el domingo, cuando Chile se juega “la vida” frente a Argentina disputando una pelota.
Yo me quedo con noticias más frescas con que amaneció el viernes, cuando por fin nos podemos explicar el robusto activo del ex Comandante en Jefe del Ejército, Juan Miguel Fuente-Alba, quien en sacrificadas misiones en el extranjero recibió $ 340 millones. Esa es su confesión ante tribunales.
Y esta revelación la relaciono con la segunda noticia que más me impactó: el exiguo Salario Mínimo establecido para los próximos 18 meses cuando “escalará” de $ 250.000 a $ 276 mil.
No hay que transpirar mucho para llegar desde un guarismo exiguo a un segundo esmirriado valor, pero sí motivó apretados saludos entre los ministros y parlamentarios felicitándose mutuamente por haber llegado a tan generosa suma.
Dirán que este salario del hambre es un “referencial”. No es tan así: la gran mayoría de los trabajadores sin calificaciones, situados en micro-empresas o en ocupaciones donde no hay lugar a la competencia, ganan esa cifra y hasta mucho menos.
De otra forma no se explica que los análisis en rangos salariales de sueldos que se hacen, el chileno aparece ganando como promedio unos $ 400.000.
Por eso, la explicación del general Fuente-Alba impacta, porque si se corrobora, es una señal más de la raíz en la desigualdad: las enormes diferenciales en salarios.
Para llegar al salario mínimo- que es un castigo a la carencia de calificaciones para la vida laboral y a la falta de oportunidades- hubo durante toda la semana una contextualización con respecto a la crisis económica subsistente en el país.
Era la atmósfera de “adobo” para el resultado de esta cifra salarial que significará añadir a contar del mes de julio $ 7.500 mensuales a los anteriores $ 250.000.
El ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, calificó el reajuste de “cuidadoso” y “responsable” para evitar un desequilibrio económico.
Los empresarios podrán respirar profundo porque el sueldo mínimo es un referente que se tiene en cuenta en las negociaciones colectivas, particularmente en las pequeñas.
Tan esmirriadas como el sueldo mínimo estuvieron las Primarias, que al día siguiente pasaron a la historia hasta para los políticos porque asomaron unas denominadas “consultas ciudadanas” para por fuera, y lejos de la normativa de estas “legales”, pretenden instalar y desatar los nudos por los cupos municipales.
En un anticipo Joaquín Lavín pasó la retroexcavadora a la ex ministra Cecilia Pérez para enfrentar en Santiago a Carolina Tohá, quien está piolita tratando de pasar la ráfaga que la asocian a boletas Soquimich.
Y quien ya le torció la nariz a la ley fue el candidato “legal” elegido en Primarias de Zapallar, Gustavo Alessandri, quien podría ser formalizado por el proceso asociado al ex ministro Pablo Longueira.
En definitiva, las Primarias fueron una humorada, como tantas de las que nos regala la clase política.
El tema lo abordé en el artículo publicado el viernes en el Semanario “Tiempo”, para el cual resucité al notable escritor José Samarago, quien fue un iluminado y se imaginó estas elecciones hace 13 años.
Les invito a leer ese artículo:
Nuestra Lucidez
El escritor portugués José Saramago se adelantó a nuestras Primarias y las imaginó cuando en 2004 publicó su “Ensayo sobre la Lucidez”, una novela que todos los políticos debieran leer.
Y también su “Ensayo sobre la Ceguera”, la antesala de la Lucidez. Esta última novela nos sitúa justamente en unas elecciones municipales en que el 80% de los ciudadanos vota en blanco.
A partir de este resultado, las autoridades deciden “castigar” al electorado, abandonan la ciudad y la sitian: nadie puede salir de allí para que sufran “por su ausencia y la gran labor que realizan”. Disponen además dar con el saboteador que ha complotado para este resultado.
¿Le suena parecido a lo ocurrido en las Primarias del pasado domingo?, tras las cuales ya surgieron amenazas desde la clase política para “castigarnos” con el voto obligatorio.
Otros nos reprocharon por habernos inhibido de “participar” en esta elección.
¿Contábamos con un amplio margen de participación?
Definitivamente no.
El menú de este banquete electoral fue dispuesto desde y para los Partidos y los Pactos en condiciones monopólicas: sólo en las circunscripciones que resolvieron someter a Primarias, con nombres probablemente muy ajenos a la ciudadanía y con un pobre relato sobre proyectos comunales tras esos postulantes.
Apenas 93 circunscripciones de las 346 existentes fueron a consulta “del pueblo”. Las restantes están reservadas a los eternos “caciques” o a quienes se eligen a dedo.
En definitiva se armó una fiesta “democrática” donde la transferencia de decisión para el elector fue un eufemismo, una mascarada.
Sumada la ya sistemática lejanía y desconfianza ciudadana ¿a qué elector podría interesar esta estrecha cosmovisión, ajena además a sus intereses?
No hubo además cabida para Independientes “de Verdad”.
“Sólo los nominados por los Partidos Políticos o integrantes de Partidos Políticos”, autoriza la ley.
¿Qué tiene de Independiente tal concatenación?
Los Independientes podrían hoy tener más fuerza y votación que un designado por partido.
Lo corrobora el candidato más votado en el país que fue un Independiente, un músico DJ, DJ Méndez, quien además consolidó su popularidad con un reality donde sacaba todos los trapitos al sol de su familia.
Con su reality y la promesa de “barrer con los políticos actuales” armó su campaña, vacía de un proyecto para una comuna de tantas carencias como Valparaíso.
En consecuencia, si los conglomerados aspiran a revivir al electorado eufórico- hoy fenecido o en hibernación- pueden ir a buscar a la calle sus cartitas bajo la manga- como ocurrió con la bancada estudiantil- aunque hoy parece ser mejor escenario un set de televisión.
Es la expresión del populismo ante la falta de consonancia entre los intereses ciudadanos y el discurso político.
Parodiando al visionario Saramago, a la ceguera política se respondió con lucidez electoral.
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