Resultados Simce declinan
Cae un eje primordial: la lectura
Lamentable, pero hemos tenido un mal inicio de semana, tras conocerse los resultados Simce que dan cuenta de un retroceso en lectura de 8º básicos con una caída de 15 puntos.
Los argumentos atenuantes que el Secretario Ejecutivo de la Agencia de la Calidad para la Educación ha presentado con respecto a esta baja, se vinculan a que no es constitutiva de tendencia frente a resultados lineales en los últimos 10 años y los ha calificado como un resultado “atípico” .
Por cierto: durante los últimos 10 años no hubo progreso en la capacidad lectora de los alumnos pero hoy se registra una luz de alarma con esta caída de 15 puntos. No es bueno ni lo lineal ni la baja.
Los hábitos de lectura y particularmente la comprensión lectora representan un eje facilitador de los restantes aprendizajes a que se enfrentan los estudiantes. Si hay deficiencia en la comprensión lectora, los niños y jóvenes tendrán dificultades para entender el resto de las materias y resta posibilidad para que se “encanten” con el aprender.
La falta de motivación por la lectura no es asignable solo a los colegios ni a profesores. También es responsabilidad de los padres, como los primeros agentes en el necesario estímulo para que los niños se inicien en el agrado por la lectura que les abrirá un enorme horizonte en el manejo, comprensión y dominio del conocimiento y del lenguaje, así como los aspectos formales de ortografía, puntuación.
La familia tiene la mejor opción en la más tierna edad de los niños, cuando la fantasía en cuentos da impulso a la imaginación, a tomar un libro, aprender las primeras letras y en ese lapso se cimienta la aptitud y predisposición a la lectura.
La tecnología está siendo un factor negativo, en tanto si bien permite disponer de una gran cantidad de conocimiento, los niños y jóvenes se inclinan de manera preferente por redes sociales en las cuales se registran diálogos banales e intrascedentes, con un uso inapropiado del lenguaje en fondo y forma.
Personalmente, trabajo en el aprendizaje de estilos de redacción. En los últimos años he observado evidentes menores destrezas para puntualizar; manejo incorrecto de ortografía, ritmo deficiente de lectura, pobreza en uso de términos y sinonimia y comprensión de lo leído.
Ergo: leer es una “lata”.
En parte, a consecuencia de las abreviaciones, escrituras lineales, cablegráficas que imponen el “comunicarse” a través de las redes virtuales.
Estos resultados SIMCE han alzado ahora voces condenando la movilización del magisterio que deja ya por 3 semanas a los alumnos de menores recursos fuera de aula.
Los docentes han dilatado su movimiento en pre-acuerdos de comisiones, cuyos resultados luego son consultados en todas las bases, estrategia que dificulta el término del conflicto, cuya prolongación tiene un fuerte impacto en los ya bajos rendimientos de los matriculados en el sector público.
Y sobre este drama social debiera ser la reflexión docente que les lleve a retornar a sus puestos de trabajo.
El necesario regreso a las aulas no implica necesariamente ni la renuncia a las aspiraciones magisteriales ni una señal de debilidad, que pareciera ser el temor instalado de aquellos sectores que han hecho de las movilizaciones su forma de dialogar.
Con respecto a estos resultados de la prueba Simce, una vez más se argüirán los cuestionamientos a estas pruebas, una instrumento que debiera perfeccionarse en su metodología, a juicio de expertos y no ser eliminada.
A propósito del preocupante resultado en déficit de la capacidad lectora, que no es privativo solo en niños y jóvenes- también en adultos- hemos escrito artículos, en los cuales hemos dado cuenta de la indiferencia y las escasas políticas pública sobre este eje educacional.
El pasado 23 de abril, fecha en que se celebró el Día Internacional del Libro, escribimos una columna y re-editamos otra sobre este tema.
A quienes no les han leído les dejo a disposición y adiciono además otros 2 links vinculados al tema.
Modesta celebración del Día del Libro
Muy discretamente se está celebrando hoy el Día del Libro. Digo discretamente, porque una celebración de esta trascendencia no ha tenido la resonancia que nuestro comercio tiene para otras fechas “Días”.
El Día del Libro al parecer no vende. Y es una lástima. Que el comercio no lo promocione es señal inequívoca que es una fecha que no “prende” ¡Qué pena¡ porque este es uno de los indicadores de nuestra sociedad y una de las explicaciones de por qué estamos tan mal en calidad educacional.
El Libro es un eje para avanzar en calidad educacional: leer textos, cualquiera, aun una novela livianita, permite caminar por la ruta de la comprensión de contenidos, el incremento de vocablos, la adquisición de ductilidad para la expresión oral y escrita y alcanzar otros horizontes, ya sea en textos disciplinarios o de ficción. En definitiva, nos hace crecer como individuos y como sociedad.
Tenemos niveles bajísimos de capacidad lectora y esa es una barrera en el interés y comprensión de contenidos de importancia en nuestro quehacer y en nuestra democracia.
Si el comercio hubiese promovido el Día del Libro como los taquilleros “Días” de la Mamá, del Amor y Navidad, hubiese colaborado en generar mayor dinámica en leer.
Tampoco he observado la necesaria promoción de este día de parte del Consejo Nacional de la Cultura, que tiene rango ministerial. ¿ qué pasa que no está presente en esta fecha? Al ingresar a su página se promueve el Día de la Danza, ya celebrado el pasado día 18 y no hay mención a este Día Internacional del Libro, cuyo objetivo es promover la lectura. Sabemos que hace análisis de nuestra capacidad lectora, que han diseñado nuevas políticas y trabajan con los colegios, pero se puede aprovechar esta fecha para generar alianzas con las librerías y Biblioteca a través de propuestas promocionales.
Es cierto, nuestros libros son de elevado precio. La Editorial de la Universidad de la Serena tuvo este año una excelente idea: hoy 23 de abril se adhirió a este Día y rebajó el Iva en sus ventas a los académicos.
Pensemos en las personas retiradas “injubilosamente” con tiempo para leer pero con pensiones tan míseras que el acceso a textos es impracticable.
El alto costo, el IVA y la escasa promoción- fueron los temas que abordé en una columna redactada en la víspera de la Navidad de 2012. La re-edito, no como un artículo añejo ni de antaño: todavía está vigente. No me enorgullezco de ello, porque significa que todas las carencias que allí señalo se mantienen.
Era la segunda columna después de una primera que se refería a la importancia de regalar un libro para Navidad, un obsequio complementario a los de carácter lúdico.
Les invito a leer esta columna escrita para Semanario “Tiempo” en 2012.
LOS LIBROS, EL DESARROLLO Y LA ECONOMÍA
En plena víspera de Navidad me haré un regalo y me permitiré seguir con el tema de los libros.
Pido disculpas porque en este ambiente navideño abordaré el lado ”B” de los libros, su comercialización, cuando está el tema de los $$$$ de por medio, como el diablo quien ha entrado en escena en un propósito cultural.
Pero… ¿y el Desarrollo a partir del libro? Quien sea que haya inventado la imprenta (hay pelea internacional por autoría) revolucionó el mundo, fue el gran acontecimiento para la democratización de las Ideas. Ese sí fue el fin de un mundo y el comienzo de otro, al terminar con la élite que tenía acceso monopólico a los manuscritos.
Los textos fueron el germen, para el avance y mayor evolución de los países, por ejemplo para lograr nuestra Independencia, pero ahora estamos “congelados” en el hábito de leer.
Masificar la lectura es una tarea de Política Pública y es asunto pendiente a nivel país. Un obstáculo en su masividad se relaciona con la “mano negra” de la Economía, que todo lo “Cuantifica” y poco “Cualifica”.
Los libros aun están considerados como producto de consumo, hay que pagar impuesto por su adquisición. Sí, claro, el libro es consumo de cultura, de intercambio y difusión de ideas, de apertura hacia otros horizontes. Pero pesa más que contribuyan a la Economía.
Todos los gobiernos “democráticos” han hecho “oídos sordos” de la petición reiterada de la Cámara Chilena del Libro para eliminar el IVA en los textos y así, Chile es hoy un país donde comprar cultura tiene un alto costo.
Ahí se anida la indeseada “piratería”, con venta de ediciones clandestinas, incompletas, que significan un atentado a la creatividad de un autor.
Crucemos la cordillera y lleguemos a Argentina, donde los precios en publicaciones bajan de forma considerable. Aun España, con sus actuales dificultades económicas, mantiene bajo valor en sus textos.
En Chile, en cambio, operan las externalidades negativas para aplicar gravámenes especiales en productos como bebidas alcohólicas y cigarrillos. Me parece muy bien.
Pero, sobre la base de ese mismo razonamiento ¿Por qué una externalidad positiva, como es el incentivo por la lectura, no sirve de justificación para eximir a los libros de impuesto?
¿Será que a los gobiernos “democráticos” no les incomoda tener resabios propios de dictaduras, uno de cuyos propósitos es que sus “gobernados” no lean y permanezcan desinformados?
Si nos va tan bien en Crecimiento ¿Por qué no damos paso a la cultura, rebajando el IVA de los textos? La promoción del libro puede expresarse además en distintas vertientes: generar bibliotecas públicas cercanas a sectores de escasos recursos; practicar una efectiva Responsabilidad Social Empresarial con la donación de una Biblioteca de primer nivel en sectores marginales.
Después de todo, la donación significa rebaja de impuestos. Lo tienen presente algunas megaempresas que hacen donaciones con “el bolsillo ajeno”, y reintegran a Fundaciones el “vuelto” a sus clientes.
Todos podemos aportar para que en este país aumente el interés por leer.
Si Ud. hace regalos solidarios en Navidad, obsequie un libro. Instituciones sobran. Los Hogares de Menores, Hospitales y Recintos Penitenciarios, por ejemplo, son terrenos fértiles para encontrar lectores.
Que los libros por su elevado precio resulten inalcanzables para el sector socio-económico que más requiere leer, es una expresión más de la discriminación en la inequitativa Distribución del Ingreso.
Porque paradojalmente la educación estratificada significa que los más pobres leen menos, su lectura es menos fluida, y ello lleva a una menor comprensión de contenidos: el círculo completo para que leer no resulte tan atractivo y se mantengan al margen del conocimiento.
Una suma más para profundizar en la categorización que tenemos: ciudadanos de primera, de segunda y de tercera.
Otros Links
1. El año pasado recordamos los 110 años del natalicio de Pablo Neruda. En un artículo donde insertamos un poema a quienes tenemos amor por la expresión escrita, como Neruda que se inspiró en las palabras para esos versos.
http://agendalternativa.cl/neruda/
2. Y en plena discusión de la Reforma Tributaria, planteamos que una vez más no hubo interés en el sector político para eliminar el IVA de los Libros
http://agendalternativa.cl/los-libros/
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