La cinta  “Casablanca” pasó

por la pantalla grande

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¿Qué justifica la tremenda  estatura, según pasan los años (en alusión a su principal banda sonora) que persiste hasta hoy de   “Casablanca”, un filme que se sitúa entre los principales de todos los tiempos?

Con todo, a diferencia de otros grandes filmes (“El Padrino”,  “El Ciudadano Kane”)  esta cinta a sus 73 años ha logrado cosechar, tanto en la crítica como en la audiencia, grandes detractores y también mayoritarios incondicionales.

A sus opositores le cuesta entender este pedigree y sus seguidores tienen muchas  argumentaciones para respaldar el sostenido prestigio.

“Casablanca” ha sido repuesta en la pantalla grande este fin de semana: hoy domingo va en función de las 15:00 hrs. Y el miércoles  próximo podrá ser vista en un horario más razonable de las 19:00 hrs.

El film es estadounidense y su mayor telón de fondo para la fama adquirida es el año en que se rodó y exhibió, en 1942, cuando Europa Occidental estaba siendo ocupada por los nazis, los europeos sentían la opresión de un régimen abusivo, y eran víctimas de los excesos, con resultados de muerte, hambruna, miseria y tortura.

Una de las claves de “Casablanca” es el sentido de libertad porque alude a esta ciudad marroquí como centro de convergencia de europeos en la búsqueda de la libertad y la posibilidad de acceder desde allí hacia Portugal, fuera del alcance en el avallasamiento del III Reich.

Lo anterior alcanza pleno sentido cuando personajes controvertidos y contrapuestos se unen en pos de permitir que el personaje líder de la Resistencia pueda avanzar en la derrota de los germanos.

Esa es una segunda clave: el sentido de renuncia de los otros 2 personajes principales en momentos cruciales del conflicto y en medio de una Francia dividida entre un régimen subyugado al dominio nazi (Vichy) y la Francia Libre que lideraba de Gaulle.

Todo este importante pasaje histórico tiene su alusión en el guión y en la trama.

Esta renuncia también es expresada en el amor, en el triángulo amoroso conformado por el líder de la Resistencia y la pareja protagonista que interpretan Ingrid Bergman y Humphrey Bogart.

Lo anterior, desde la perspectiva cinematográfica, cobra sentido para los románticos; resolver que el seductor Humphrey Bogart sea el gran perdedor en ese nudo amoroso debe haber hecho suspirar a las quinceañeras de la época.

Pero al primar el altruismo colectivo y sacrificar el amor de pareja por la lucha patriótica es el que debiera valorarse en esta resolución.

No obstante, si permanecemos en lo simple del relato, hay ingredientes para que  esta historia  melodramática haya calado hondo en los románticos porque es  una historia de encuentros y desencuentros de un amor  que nació en Perís, en medio de la ocupación nazi, y que trasciende la adversidad del conflicto, de la separación y de compromisos  ya adquiridos.

Agradecemos que la versión que se exhibe hoy domingo y el miércoles próximo sea la original, en blanco y negro.  y no el crimen cometido para su difusión en la televisión con la inserción del color en un filme en que la atmósfera de renuncia, conflicto bélico y amor no realizado exigía su color original.

La banda sonora de “Casablanca” es también  uno de sus grandes logros. Los temas más conocidos; “Según pasan los Años” (As time goes by) muy ad hoc para este amor que trasciende el tiempo; “Tenías que ser Tú” (It had to be you), espléndida pieza para acompañar este amor frustrado y el reconocimiento a un tema muy latino en medio de otras propuestas bluseras: “Perfidia”.

El contexto  histórico está muy bien acompañado por distintas propuestas sonoras para el hermoso himno  libertario de Francia: “La Marsellesa”.

3 Oscar en 1943 coronaron a esta cinta: a la Mejor Película; al Mejor Guión Adaptado y la Mejor Dirección, para deleite de sus seguidores de todos los tiempos.

Los personajes de “Casablanca” son versátiles y como no, así eran los años en que la historia trascurre, cuando nada podía ser duradero, ni siquiera el triunfo del amor que muchos de  los espectadores románticos  hubiesen querido, pero esa hubiese sido una gran incoherencia.

Así, lo único permanente de “Casablanca” es su trascendencia en  el tiempo, aun pasen los años.