El Poder de los Tentáculos Penta (6)
Aún desde la cárcel, el Pulpo Penta extiende sus tentáculos para estrangular al sector político, instancia que usaba para proteger sus intereses.
Este octópodo tiene tomado desde el cuello a la Unión Demócrata Independiente, colectividad que ha comenzado a exteriorizar a la Opinión Pública la profundidad de su conflicto, tras la renuncia de su presidente, el diputado Ernesto Silva, y de uno de sus vicepresidentes, Iván Moreira, abrumados por el peso de este Escándalo.
Lo habíamos planteado en artículo anterior: que a este partido le sobrevenía un huracán, un tsunami o cualquier forma de tormenta que en muchas oportunidades debe ser bienvenida purifica.
Claro que esta tormenta ya estaba presente al interior de esta fracción que optó , porfiadamente, pasar su huracán de cara al país aferrado a un árbol: eso no es posible.
Pero Penta no es la única arista que ha estrangulado a este grupo. También ha sido víctima de sus propios fantasmas, porque no supo ser Gobierno, ni tampoco ha sido buena Oposición y ha enfrentado conflictos intestinos que poco ha podido ocultar.
Recambio generacional más radical, reflexión sobre sus principios y estrategias, además de prácticas acordes a la ley implican el ramillete que deberá abordar la nueva directiva que asuma tras el cónclave del 10 de abril próximo. En lo inmediato, pocos quieren llevar el timón de la presidencia: es que para tormentas rudas no todos están disponibles.
Sobre el Caso Penta hay fechas más próximas. Este sábado es plazo límite para que el juez resuelva sobre las apelaciones de excarcelaciones que han estado presentando los abogados defensores en beneficio de 6 del total de 10 hasta ahora procesados en este Escándalo político-tributario, quienes permanecen en el Anexo Capitán Yáber.
A nivel de acusaciones, la atención ha estado enfocándose en el Caso Soquimich, empresa que ha cumplido un periplo redondo, tras su Escándalo Financiero, el Caso Cascadas, que nos impactó a todos, porque hubo perjuicio para accionistas menores, entre ellos las AFPs, y que hoy se indaga también por dineros negros desviados a campañas políticas de todos los colores.
Si es esto último, quienes más deberán enrojecer serán los elegibles del ala izquierda porque recordemos el “pedigree” de SQM: fue empresa estatal, privatizada por Pinochet, y fuente del enriquecimiento de su yerno Julio Ponce Leroux.
La investigación en torno a esa química industrial está tensionada: el Fiscal Nacional se ha quejado que Impuestos Internos no ha liberado información y a su vez el SII hoy jueves afirma que no hay méritos suficientes en los antecedentes.
Impuestos Internos anunció la revisión de unas 200 declaraciones tributarias sobre las cuales se indagan delitos tributarios parecidos a Penta, pero, como sea, el país espera que, si es pertinente, esa misma acuciosidad se aplique a SQM, empresa que ya se instaló en esta marea de tentáculos estranguladores, platas negras, políticos y partidos complicados.
La sospecha se consolidó tras los intentos del gerente de Soquimich para impedir el acceso de la Fiscalía que intenta obtener documentos importantes en la indagación.
A propósito de esta multiplicidad de escándalos que debería dar curso a una re-estructuración de la orgánica pública, es cada vez más evidente que todos los organismos controladores debieran tener carácter de autónomos e independientes del Gobierno de turno.
Así la frase “Caiga quien Caiga” tendría real sentido. Hoy es una simple cuña mediática para salir del atolladero.
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