Con el acuerdo de los trabajadores de comercio y la Cámara Nacional de ese rubro para aumentar el número de denscansos dominicales y aumentar en un 30% la remuneración de días festivos comienza a diluirse la propuesta para el cierre del comercio en domingo. Comprendemos la conquista gremial de los trabajadores y puede que ante la iniciativa de disminuir a 3/4 de jornada el funcionamiento de todos los templos del consumo en días domingo hubiese gatillado este avance salarial y de descanso.
Pero además la entendemos en razón de los bajos sueldos que registra este país.
En columna anterior nos referimos a la vergonzosa remuneración promedio chilena que se sitúa en los $ 489.000, según cifras INE.
Lamentamos por los consumidores, sin embargo, la mantención de la apertura de negocios en domingos.
Una modalidad que además plantea una asimetría entre negocios elefantiasicos- para describir a mall y supermercados- y los negocios pequeños que no están en condiciones de funcionar esas jornadas por su menor demanda y por el costo que les significa la apertura dominical,.
Eso concentra la venta en los “grandes”, en detrimento de los pequeños.
Es una razón que adicionamos a nuestra adhesión a la iniciativa parlamentaria para el cierre a contar de las 18:00 en domingos y que en el artículo que re-editamos planteábamos como un cierre total para mejorar en la convivencia como sociedad.
Ahora se suma una segunda iniciativa para suprimir 4 feriados y adicionarlos al periodo de vacaciones, propuesta que tiene ventajas y desventajas.
No agradará a la Iglesia Católica, pues 3 de esos feriados responden a ese culto.
Veamos cómo funciona ese poder fáctico en la defensa de estas fiestas religiosas.
Invito a leer el artículo anterior titulado “San Domingo” y que la escribí con el respaldo de la experiencia pues llevo en el cuerpo muchas jornadas dominicales, feriados, Navidades y Años Nuevos trabajados.
San Domingo
Tan subyugados estamos por el consumismo que veo lejano un acuerdo para que empresarios del retailer simpaticen con la iniciativa ya aprobada por la Comisión de Trabajo de la Cámara Baja para que el comercio cierre a contar de las 17 horas los domingos y los trabajadores del sector se puedan sumar al necesario descanso.
La iniciativa no ha dejando contentas a ninguna de las partes. Los empresarios lamentan las pérdidas por anticipo de cierre; los vendedores argumentan que perderán por menos comisiones. Supuestamente, porque creo que ambos están errados. Hay una mayoría de asalariados para quienes el trabajo dominical no incrementa su sueldo, sólo les roba descanso.
Como nos gusta imitar lo foráneo, sabrán los dueños de esos macronegocios que el mundo desarrollado respeta el ocio de los domingos.
En Europa sólo las actividades recreativas y aquellas que por su naturaleza exigen turnos, como los hospitales, no descansan ese día. A las 14:00 horas del sábado se bajan las cortinas.
El mismo régimen se observa en Estados Unidos. A pesar de ser el país del money, money, se suman al tradicional “Gracias a Dios hoy es Viernes” y a las 17:00 de ese día cierran, a excepción de lo recreativo.
En Brasil este descanso dominical lo extienden a servicentros, proveedores, y servicios municipales. Y si hay fiesta futbolera local en el Maracaná, Río de Janeiro cierra sus puertas a toda actividad.
En Chile, el gesto también debiera venir de parte de los consumidores, o de los consumistas, y hacer del domingo un boicot a las compras.
Porque los trabajadores en algo tienen razón: cierre a las 17:00 hrs. significa aguardar que los insensibles consumistas abandonen el local a las 18:30 hrs.
¿Por qué comprar pasteles u otra vitualla los domingos? ¿Por qué tanto lloran los empresarios que obtienen pingües utilidades, si quienes son consumidores adictos igual concentrarán sus compras en sábados?
Hay en nuestra actitud desprecio por el descanso de los demás, y salir a comprar los fines de semanas, a horas de la Navidad y el Año Nuevo.
Pregunto si los propietarios de los meganegocios laboran los domingos o, por el contrario, hacen “fiesta de guardar” en sus segundas viviendas costeras, mientras sus empleados trabajan.
No despreciemos la oportunidad para que Chile entre en la lógica sanadora y que el signo $ no esté por sobre la calidad de vida para privilegiar los días de encuentros familiares.
Los dueños del retailer deben frenar su afán de acumular ganancias en domingos a costa de muchos trabajadores, cuya remuneración tiene carácter de día normal. Si de verdad queremos avanzar en el descanso dominical para una gran mayoría, sinceremos esa intención y bajemos cortinas comerciales ese día. La propuesta de Jornada hasta las 17:00 hrs. o tercer domingo son señales tímidas y así no avanzaremos también en equidad en el necesario ocio.
Comments
No comment