“Aires de Esperanza”, al parecer no será un film que llegue a la sala serenense. La cadena de las cabritas crujientes persiste en su cartelera de hace 3 semanas que no tiene nada de atractivo, a excepción de películas infantiles, que parecen ser su línea. Bien por los niños, porque puede ser una ruta que los conduzca luego por la senda del buen cine. Aunque no será en esta ciudad donde encuentren cine arte o algo parecido.
“Aires de Esperanza” no es ninguno de los tres títulos por los cuales esta cinta circula en estas semanas por el mundo. Ninguno, para mi gusto, es representativo de lo que la película es.
Su título original “Labor Day” – título del libro en el cual está basada- dice apenas relación con que la historia comienza a trascurrir en el Día del Trabajo y un segundo título “Una Vida en Tres Días”, como se exhibe en España, tampoco calza. Del mismo modo, “Aires de Esperanzas” tiene algún vínculo con la historia. En definitiva, lo menos creativo de esta película son sus títulos.
El filme tampoco es representativo de un drama, como se le ha catalogado: una producción que concluye en un happy end de una relación amorosa que se mantiene aun cuan adversos soplaron los vientos, hay que inscribirla en el subgénero de lo romántico. Además esta cinta está en la vertiente de aquellos romances que terminan bien.
Porque hay otros filmes que también apelando al romanticismo, tienen como objetivo hacer llorar a borbotones a los espectadores, porque terminan muy mal. Un ejemplo muy representativo de estos últimos es “Los Puentes de Madison”, además actuado por dos actorazos como lo son Clint Eastwood y Meryl Streep.
En definitiva “Aires de Esperanza” tiene un problema de identidad: no es ninguno de sus títulos y no es un drama.
Sigamos despejando lo que no es : esta cinta no es la gran película romántica. Ya que cité a “Los Puentes de…..”, no es de esa talla grandiosa, pero entretiene, cumple con los códigos de empatizar y hacer sufrir a los más románticos. Agreguemos que la pareja es tremendamente atractiva, y eso conduce a que el espectador quiere que ese amor se realice.
Un film romántico, si reúne los tres ingredientes antes citados, habrá cumplido su cometido. Eso es lo que pasa con “Aires de Esperanza”. Además, hay amor del bueno, sólido, jugado: filial y de pareja. Este último no abunda mucho en la vida real, por eso muchos lo van a buscar a las salas de cine. Por tanto, si todavía se aferra al romanticismo, vaya a verla, no se arrepentirá.
¿Por qué además la recomiendo? Bastaría la sola mención de la actriz protagonista, la incomparable Kate Winslet, para entender que en el reparto está el mérito de esta cinta. La Winslet es magnífica, siempre impecable en sus actuaciones, plenas de lenguaje gestual, y con eso se entiende que nunca nos sorprenderá con una sobreactuación.
A sus 39 años, tiene una filmografía gigante, pero me sigo quedando, aun sin desmerecerla en otras actuaciones, con “El Lector” (“The Reader”), donde está soberbia en su rol de servidora del régimen nazi que le permitió ganar el Oscar, a la Mejor Actriz. Esta cinta basada en un libro de Berhard Schlink se debate entre el drama y el romanticismo, entre la dura realidad de una época y las infranqueables diferencias de una pareja que hacía irrealizable su conexión. Recomendable absolutamente para quienes no la han visto. Siempre está presente en la cartelera de la televisión de pago.
Cada vez que puedo, veo las películas de esta actriz. Sólo me negué sistemáticamente a ver “Titanic”, aun cuando allí actúa acompañada con Di Caprio, tremendo anzuelo. Sigo convencida con “Titanic” que no me perdí de nada, a pesar de su éxito. Por el contrario, recomiendo la excelente producción sobre la construcción del Titanic que en estas semanas está exhibiendo Film and Arts, que en los episodios presentados hasta ahora está dedicada a recrear la lucha obrera en Irlanda.
En “Aires de Esperanza” Winslet está muy bien acompañada por Josh Brolin y Gattlin Griffith, pareja e hijo, respectivamente. Ambos dan en el tono con los personajes que representan, muy bien actuados o dirigidos. Está aún en la etapa que deben probar su oficio actoral
Eso aun cuando Brolin lleva ya varios años en la pantalla grande y también la televisión. Mucho no puedo opinar de él, porque a excepción de “Milk” – otra cinta imperdible sobre lucha gremial- no le visto en otro filme.
En conclusión, “Aires de Esperanza” es una buena opción para una tibia tarde otoñal, frente a tanta producción que quiere libarse todas las posibilidades de efectos especiales.
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